𝗜𝗡 𝗟𝗢𝗩𝗘.

━━ 28.

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     A LA SALIDA DEL COLEGIO, LOUIS SE TUVO QUE IR CON WILL A UNA SESIÓN DE FOTOS, aunque quería acompañar Isabella y ella se había negado a esa petición porque él debía cumplir con su trabajo, Louis acepto que se fuera con Cole, ambos pasarían hasta donde Matteo estaba practicando fútbol, y después de eso, se irían los tres juntos a casa, Chris no se les había unido porque estaría haciendo un trabajo, y Matt y Mía estaban estudiando o haciendo quién sabe qué, de camino al campo, Cole e Isabella no pararon de reír de cosas tontas.

Al llegar al campo, Cole saludó al entrenador, desde lejos se notaba a Matteo dándole patadas a un balón, y habían algo de espectadores notando la práctica.

—¿Entonces llevan bastante juntos?

—Sí, llevamos cinco meses —dijo Isabella con una sonrisa, recordando cuando Millie se enteró y casi golpea a ambos.

—Son una linda pareja —Cole dijo con una sonrisa— Louis dice que fue bastante difícil conquistarte.

—Es un exagerado —Cole alzó una ceja— bueno, digamos que fui algo difícil pero es que él era un idiota.

—Un idiota que ahora te encanta.

—Es verdad —se rieron.

—Hey, no los había visto llegar —Matteo les dijo, pasando una mano por su cabello, y saludándoles— ya el entrenamiento está por terminar, me cambio y estoy. Cole, mamá te necesita en casa, quiere que le vayas a ayudar con algunas compras para lo de la cena, te va a esperar a unas cuadras de aquí.

—¿Qué? Pero ¿ahora?

—Sí, me acaba de escribir —dijo Matteo, agitando su celular.

—¿En serio? Pero a mí no me ha dicho nada...

—Venga, Cole —Matteo rodó los ojos— sabes que mamá lleva planeando esa cena hace tiempo, además, estoy seguro de que ya debe estar por mandarte mensaje.

—¿Quieres acompañarme? —Cole le preguntó a Isabella.

—Me encantaría, pero la verdad es que ya quiero llegar a casa y quitarme el uniforme —los dos hermanos rieron— pero puedo irme sola, no te preocupes en lo absoluto por mi, Cole.

—Pero—

—Me iré con ella, Cole, no seas tonto, anda, que mamá ya debe estar esperándote.

Cole asintió, se despidió de Isabella con un beso en la mejilla y bajó de las gradas corriendo, Matteo le sonrió, e Isabella le devolvió la sonrisa, jugando con sus manos.

Después de un par de minutos, Matteo se fue a las duchas, y salió ya con ropa deportiva, Isabella bajo de las gradas, colocándose su bolso en los hombros, mientras ambos salían del campo y empezaban a caminar.

—¿Qué tal tú día en la preparatoria? Te había enviado un mensaje pero...

—Lo leí, es sólo que me daba miedo responderte y que la profesora me quitara el celular —los dos soltaron una risita— pero me fue bien, aunque no paran de mirarme y susurrar cosas, y la verdad es que resulta incómodo, pero Lou dice que ya se acostumbraran.

—Oh, sí, eso es típico —hizo un ademán de desinterés con sus manos— sobretodo con una chica tan hermosa como tú, es que cualquiera se detendría a admirarte y decir entre amigos lo hermosa que eres.

Isabella sonrió a labios pegados, sin saber qué decir, eso había resultado incomodó, miró sus manos.

—S–sí, bueno, yo... gracias —no supo que responder, Matteo soltó una risita.

—No tienes que agradecerme, sólo digo la verdad. Al principio cuando te vi dije "las Americanas en serio son hermosas" —ella se rió.

—Los británicos también, sobretodo mi novio, es que... es una obra de arte —dijo ella, Matteo apretó sus labios, asintiendo.

—Uh, eso dolió. Sacar a tú novio a relucir en la conversación cuando...

—¿Cuando que? —lo miró con una ceja alzada, Matteo pasó una mano por su nuca, rascando la misma con nerviosismo.

—Cuando nada, olvidalo.

—¿Por qué lo voy a olvidar? Me lo puedes decir, venga, adelante.

—No, es que, no quiero hacer de la conversación un silencio incómodo luego...

—Oh, vamos, no seas tonto —lo alentó a continuar.

—Bueno, sólo porque tú lo pediste —tocó el puente de su nariz, haciéndola reír— cuando se supone que intento invitarte a salir o algo.

—¿Por qué se supone qué me invitas a salir, si sabes que tengo novio? —Isabella quiso saber, poniendo una mano en su mentón, mientras lo miraba con interés.

—No lo sé, porque eres hermosa, y ese Louis parece ser un tonto y un aburrido, y venga, una relación con diversión, para eso, soy yo el indicado —le sonrió, Isabella soltó una carcajada.

—No, no es un tonto, mi novio, y no me gusta que te refieras a él de esa manera, Matteo —se cruzó de brazos, mirándole con una ceja alzada.

—Oh, vamos, no lo quería ofender, pero es que es la verdad —se encogió de hombros— pero es mejor que no sigamos hablando de eso, no es muy cool que digamos hablar del novio de la chica que te atrae, con la chica que te atrae.

Isabella abrió los ojos, cambiando la mirada al escuchar aquella confesión por parte del ojiazul, si, ella en definitiva atraía a los chicos que ligaban con todas y que aparte, decían las cosas en la cara sin creer en nadie, Dios, era increíble.

—La verdad es que no sé qué decir, pero, lo mejor es que te abstengas de decir esos comentarios —le dijo, deteniendo su paso, mientras lo miraba.

—Es que... seré sincero, Isa, me atraes mucho, y el hecho de que tengas a Louis, no va a impedirme que te diga lo linda que eres y lo que siento por ti —le dijo, intentando tocar su mejilla, Isabella se apartó.

—Vamos Matteo, hay montones de chicas en Londres, que son más bonitas que yo, y justamente ¿te tengo que atraer yo? —rodó los ojos, acelerando el paso, mientras resoplaba, Matteo soltó una risita.

—Es que, no tengo culpa de sentir atracción por ti, cualquiera la siente, porque eres hermosa. Y si, hay montones de chicas, pero no son tú —se puso frente a ella, Isabella detuvo su mirada para verlo, él puso una mano en su mejilla— y entiendo, me acabas de decir que no soy para ti, justo a mi, que soy desobediente...

Se acercó, Isabella dio un salto del susto, y lo apartó de sí.

—Podrás ser desobediente, pero conmigo eso no va, mira, es en serio, no estoy interesada en ti, más que un amigo, y no quiero problemas con Louis, sólo porque tú estás intentando ligarme aún sabiendo que estoy saliendo con alguien más.

—Ves que le falta algo de diversión a tú relación, porque —se acercó a su oído— lo secretos y la adrenalina es bastante divertido.

Isabella se quedó estática, siguió caminando, sin decirle nada más, y dejándolo atrás, mientras Matteo la miraba con interés, y ella, técnicamente, se fue casi corriendo de ahí, incómoda, sin poder creer lo descarado que había sido. ¿Cómo le decían, Cole de Los Ángeles? No pero que increíble que los chicos que intentarán ligarle fueran así. Llegó a su casa, abriendo la puerta y quedándose tras la misma, poniendo ambas manos en su mejilla, con incomodidad, había sido un día raro.

ya casi somos 50k aaaaa gracias por tanto las qm!

—girlofmyidols.