𝗜𝗡 𝗟𝗢𝗩𝗘.

━━ 39.

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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐃𝐄𝐃𝐈𝐂𝐀𝐃𝐎 𝐀;
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     LOS MESES PASARON CON RAPIDEZ, ISABELLA Y LOUIS YA LLEVABAN UN AÑO DE NOVIOS, eso era bastante increíble. El verano estaba por comenzar, Isabella estaba buscando viajes para irse con sus amigos y familia, con Mía aún lado, escribiéndose con Caleb, cosa que hacía reír a Isabella. Después de un rato buscando, se aburrió, y prefirió que sus padres escogieran a qué lugar iban a terminar viajando para las vacaciones. Se puso de pie, para ir por un vaso con agua, y después de eso, el timbre de su casa sonó, Isabella abrió la puerta.

—Hola, bonito —Isabella le sonrió.

Besó los labios de Louis, quién le dio un abrazo, y se adentró a la casa, mirándola con una sonrisa.

—Tengo dos entradas para un partido de fútbol ¿quieres venir? —Louis le sonrió, Isabella lo miró con una sonrisa.

—Me encantaría, amor. No creerías si te dijera que los estadios de Londres son hermosos y siempre quise visitar uno.

—Y ahora yo te doy la oportunidad, mi niña —Louis le guiñó un ojo, Isabella se rió.

Después de cambiarse la ropa, darse una ducha y vestirse, aviso a su madre que iría a un partido de fútbol con Louis, y ella le dijo que sí, Mía saludo a Louis, y se fue a su casa, sin parar de ver el celular.

Louis e Isa se rieron, se subieron al auto, dónde Millie e Issie saludaron animada a la castaña y empezaron a charlar con ella sobre cualquier cosa, mientras que la mamá de Louis se unía a la conversación.

Al llegar al estadio, Isabella estaba sorprendida, era la primera vez que iba a un estadio de fútbol como ese, de Londres, y casi le dio algo cuando los jugadores profesionales comenzaron a salir, haciendo reír a Louis, quién le dio un abrazo y beso su mejilla.

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     Después del partido, se fueron a casa de vuelta mientras que Isabella escuchaba a Louis relatar todo lo que había pasado en el partido con emoción, ambos contaban cual había sido su momento favorito, mientras se miraban como unos tontos y eso ocasionaba que Millie e Issie rieran.

—Quiero a alguien que me mire como Isa ve a Lou.

—Y como Lou ve a Isa —dijo Issie, los dos adolescentes se rieron, dándose un abrazo.

—Pronto les llegará el chico que les diga "¿cómo haces para entrar a los museos sin que se te queden mirando? Digo, porque eres tremendo monumento" —parafraseó Isabella, intentando imitar la voz británica de Louis y haciendo reír a todos en el auto.

—Ese fue la frase más linda y genial que le pude haber dicho a alguien —dijo Louis, soltando una risa— y menos mal que fue a ti, porque en serio, jamás me respondiste a eso ¿cómo haces para entrar?

—Tonto, haces que me sonroje.

Dijo ella, rodando los ojos divertida y besando su mejilla.

Al llegar a casa, todos habían quedado en ver Enola Holmes que oficialmente ya estaba en las plataformas de Netflix, Issie y Louis habían ido a hacer las palomitas mientras que Isabella y Millie se encargaban de ordenar todo.

No tardaron mucho, los padres de Louis apagaron las luces y pusieron la película, Isabella y las hermanas de Louis no pudieron evitar soltar un gritito cuando Louis apareció en la pantalla, y eso hizo reír al castaño y dejar un beso en la frente de su novia.

Isabella estaba emocionada y orgullosa de su mejor amiga, pero también de su novio, había realizado una actuación impecable y la verdad es que estaba orgullosa de él.

Cuando la película acabó, todos comenzaron a felicitar a Louis, emocionados, mientras se iban a la cocina por un pastel que todos le habían preparado para ese momento.

—Gracias, en serio, los amo mucho —dijo Louis, abrazando a todos y dejando un beso en la frente de su madre.

Después de la película, los dos, Isabella y Louis se quedaron sentados en el sofá.

—Estoy tan orgullosa de ti, y de todo lo que lograste, en serio, mi amor —Isabella le abrazo— eres increíble, y me emociona ver qué estás logrando todo lo que te propones.

—Y yo estoy orgulloso de ti, y de que estés a mi lado apoyándome en cada paso que doy, eso significa mucho para mí, amor, en serio, gracias por todo —le dijo, besando sus labios.

Se quedaron mirando, Isabella soltó una risita.

—Aún recuerdo cuando te golpeaste la cabeza con la ventana —dijo ella, riéndose, Louis rodó los ojos divertido.

—¡Eso fue culpa tuya!

—¿Qué? ¿Y yo a caso hice que te golpearas con la ventana?

—Los nervios que me daban por verte, todavía ¿cómo es que puedes causar tanto en mi?

Isabella se sonrojo.

—Te preguntó lo mismo, en serio. Nada más brutal que el momento de tus piropos —dijo, haciéndolo reír.

—Sé que te encantan —Louis la soltó de la mano, y comenzó a escribir algo en un papel, se cruzó de brazos, Isabella lo miró confusa.

—Sí, no lo niego, pero ¿no me vas a abrazar de vuelta? —Louis negó.

—Es que, cuando era chiquito e íbamos al museo, mamá me decía que no se podían tocar las obras de arte —le guiñó un ojo, mostrándole la hoja que decía "no tocar obras de arte", Isabella soltó una carcajada.

Puso ambas manos en su cara, sonrojandose, y dándole un abrazo.

—Eres un tonto, amor, en serio —los dos rieron— te amo mucho.

—No más de lo que yo te amo a ti.

Era increíble que el tiempo había pasado y Louis seguía diciéndole cosas lindas a Isabella, porque, después de todo, de eso se trataba.

El hecho de que tuvieras a alguien no significaba que dejaras de decirle las cosas lindas que solías decirle antes de tenerla, al contrario, el coqueteo siempre era esencial, y que Louis e Isabella tuvieran eso, era increíblemente lindo.

Por supuesto, todo era lindo cuando las parejas se ofrecían amor de verdad, y hacían funcionar las cosas, por suerte Louis e Isabella habían aprendido a manejarse, superándose a sí mismos, y como pareja, y eso era genial.