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ooviii, capítulo ocho

Megumi miró aquella atemorizante escena que se desarrollaba frente a sus ojos, sintiendo cómo su cuerpo se enfriaba repentinamente, especialmente al ver los rostros estupefactos de sus compañeros de clase

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Megumi miró aquella atemorizante escena que se desarrollaba frente a sus ojos, sintiendo cómo su cuerpo se enfriaba repentinamente, especialmente al ver los rostros estupefactos de sus compañeros de clase.

Aizawa se encontraba en el piso, un charco de sangre se hallaba justo bajo su cabeza, en todos esos día a Megumi nunca se le pasó por la cabeza ver a su profesor en tan mal estado.

Nadie podía hacer nada, no estaba segura de si su profesor les había ordenado que hicieran nada o sus compañeros no podían reaccionar. Sabía que si actuaba de forma imprudente podía ser sancionada o ganarse un castigo por desobedecer.

Pero no podía quedarse quieta y solo quedarse mirando cómo su profesor básicamente moría frente a sus ojos.

Su cuerpo se movió lo más rápido que pudo, Megumi batió sus con fuerza alejando a los que comenzaban a acercarse al héroe para acabarlo,  el viento procedente de sus mandó a volar hizo que los estudiantes tuvieran que cerrar sus ojos para evitar que la basurita que se levantó con el viento entrara en sus ojos.

El alivio recorrió sus cuerpos al ver a su compañera salvar a su profesor.

El puño de Yamamoto se cubrió con un tono oscuro, sus nudillos golpearon la tierra, una grieta se levantó frente a los villanos.

Sus ojos preocupados se acercaron rápidamente al hombre en el suelo, levantándolo con cuidado de no golpearlo.

— Aizawa-sensei. ¿Puede escucharme?— llamó revisando con cuidado el rostro del pelinegro e inspeccionó su estado, tenía rota la frente, y la nariz prácticamente destruida, además de encontrarse totalmente magullado y con otras fracturas en el cuerpo. Revisó sus sentidos con cuidado, respiraba.— Sensei, ¿Me escucha?— repitió.

Los párpados del hombre se aturraron entre sí, tratando de enfocar el rostro de su alumna. Megumi lo miró casi aliviada.

— Y-Yamamo-to...— se quejó.— Vete de aquí, ve con tus compañeros.

Sin hacer caso a sus palabras, sacó un trozo de tela del porta armas de su cinturón para poder limpiar mejor el rostro de su profesor, impidiendo que la sangre cayera dentro de sus ojos.

— Debo sacarlo de aquí y ponerlo en un lugar seguro.— el héroe ni siquiera se pudo quejar cuando el trapo pasó por su rostro denuevo, el quirk de Yamamoto estaba haciendo efecto como sedante y no podía sentir bien su rostro.

Sin dejar de limpiar la sangre del rostro de Aizawa, escaneó a su alrededor a la defensiva, los atacantes estaban tratando de cruzar la grieta que había creado. Pero para cuando lograran hacerlo, Aizawa ya estaría en un lugar seguro junto a sus compañeros de clase.

Su mirada grisácea se giró al sentir una mirada incesante que la acuchillaba por la espalda. 

Fue ese momento exacto en el sus ojos se toparon con los destellos maliciosos de amarillo entre el humo púrpura. La sangre se le congeló casi instantáneamente.

Fallen Angel ━━━━ Boku no Hero AcademiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora