FA| Cuando el Ángel y el Demonio se junten, concebirán la vida a un pequeño ángel, el cual caerá sin pertenecer a ningún mundo.
Con dolor y sufrimiento, el Ángel caído prevalecerá, y encontrara ese lugar al cual pertenecer"
Donde Megum...
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Mirando el maletín con un 20 gris plantado en toda la parte frontal se preguntó cómo habría quedado su traje.
Recordaba que en las especificaciones había pedido algo que le facilitara la movilidad y que dejara al descubierto la espalda. El estilo era más que nada imaginación de Suzuka —él quería involucrarse directamente en el estilo que tendría, ella no vio gran parte de lo que dibujó— y los diseñadores.
Pero suponía que si algo no le gustaba podría ir para pedir que cambiaran algo, o simplemente conformarse con lo que tenía.
Sacó el traje del maletero con cuidado mientras escuchaba las exclamaciones de fascinación de sus compañeras al ver sus trajes, algunas ya cambiadas y otras a mitad de la tarea.
Lo primero que la saludó fue una pequeña nota blanca, un pequeño suspiro se escapó de su boca al leer el contenido.
[Su calzado aún no está completado dado a la falta del material requerido, se le entregarán dentro de dos semanas. Agradecemos su comprensión y lamentamos el inconveniente.]
Bueno, no era algo demasiado inconveniente para ella. Aún no era un héroe, entonces no era tan necesario que tuviera un detalle extra como lo eran los zapatos.
Podría entrenar fácilmente sin sus zapatos.
— Vaya, ¡Qué bonito traje Yaomomo!— exclamó Mina. Por inercia, se giró con curiosidad para ver a la pelinegra mientras se sacaba el blazer y comenzaba a desabrochar su camisa, Momo se veía un poco avergonzada por lo descubierto y revelador del traje rojo.
— Gracias.— sonrió, guardando su uniforme en la casilla.
— ¿No es un poco revelador?— cuestionó Jirō.
— Lo es, pero es debido a mi quirk.— explicó colocando su cinturón. Megumi asintió ante la respuesta de la pelinegra, era interesante que pudiera crear básicamente de todo.
Terminó a quitar su falda y comenzó a ponerse el traje oscuro que sacó del maletín.
El traje se agarraba a su cuello por un collar dorado, de ahí dos tiras de tela bajaban aferrándose a sus senos y pegándose por completo en su piel, cubriendo cualquier zona de piel hasta llegar y unirse a mitad del estómago, bajando en un pantalón de piernas anchas que se ajustaban a sus tobillos por aros iguales al de su cuello.
Su traje era de color negro carbón con muchos detalles dorados, se ceñía perfectamente a su cuerpo, pero a la vez se veía suelto y cómodo, no dejaba mucho a la imaginación tampoco, además su espalda estaba totalmente descubierta, dejando a la vista aquellos enormes tatuajes que se desprenderían de ella al volar.
Miró con duda la máscara de color negro que estaba al fondo de la maleta, no era mala idea ocultar su identidad con una máscara, pero se estaba preguntando si se vería bien, largando un suspiro se encogió de hombros para poder ponérsela, la tela se pegó a la piel de su rostro como si fueran ventosas.
