FA| Cuando el Ángel y el Demonio se junten, concebirán la vida a un pequeño ángel, el cual caerá sin pertenecer a ningún mundo.
Con dolor y sufrimiento, el Ángel caído prevalecerá, y encontrara ese lugar al cual pertenecer"
Donde Megum...
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Una grieta se esparció en el suelo desde su pie hasta la pared.
El entrenamiento intensivo de control y manejo expansivo que Suzuka había planeado para controlar sus peculiaridades llevaba tan solo una semana, pero la peligris podía sentir la clara diferencia que había con su yo de hace una semana.
Su cuerpo se balanceaba en temperatura mucho mejor que antes y aceleración había dejado de avanzar de manera efectiva.
Sus células se habían acostumbrado a la energía demoníaca del quirk de su madre y a la deshidratación constante del quirk de hielo se había desvanecido casi por completo, ahora solo sentía una pequeña necesidad de beber agua cuando lo utilizaba en exceso.
Como debería ser.
Cansada, dejó de golpear, sus brazos dolían por los constantes golpes que lanzaba al saco de boxeo y sus piernas temblaban gritando por descanso por tanto ejercicio.
Había estado más de quince horas seguidas dando golpes y patadas al saco y al aire, además había estado en la barra ejercitando sus piernas y brazos haciendo dominadas —tanto con brazos como con piernas— sus músculos de vez en cuando daban ligeros espasmos cuando se rompían y regeneraban.
Sonaba masoquista decir que estaba disfrutando la sensación adolorida en sus músculos, pero debía admitir que era gratificante.
— Suficiente, puedes tomar un descanso.— Kawasaki la ayudó a ponerse de pie, cargándola por los hombros para que no se esforzara más.— Por lo menos ahora te mantienes en pie y puedes continuar después de la repetición número 95.
— Intenta hacer repeticiones de un millón de patadas y dime si aguantas siquiera tres repeticiones.— dijo con voz ahogada, pero el tono de reproche se sentía con intensidad, Suzuka rió avergonzado, tal vez se le haya escapado un pequeño gramo de burla en sus palabras.
— Mi cuerpo y el tuyo son completamente diferentes. El tuyo fue hecho para el combate y el mío para reparar, yo no entreno de la misma manera que tú.— se justificó mirando para otro lado.
— Eres mi doctor, tienes que curarme, no destruirme. Eres una mala persona, Mr. Doc. — se quejó recargando su peso en el mayor. Megumi se sentía tan cansada que no podía mover sus brazos, las piernas aún aguantaban, pero sus brazos temblaban demasiado hormigueaban cuando sus músculos se entumecían.— Tengo hambre, como no puedo mover mis brazos.
Lo miró con reproche, el rubio rodó los ojos sonriendo de lado por la actitud infantil de su sobrina.
— Sí, sí, vamos.
Definitivamente quería flotar y ya no moverse más. Sentía que los pies le picaban como si estuviera caminando sobre la acera caliente.
Fácilmente podría abrir sus alas y volar, pero no podía. Hacían apenas unas horas atrás había tenido un entrenamiento cuerpo a cuerpo con un androide que Suzuka había conseguido, y en el proceso se había lesionado el ala izquierda.
