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oxiii, capítulo trece

Mirando cómo sacaban a la mujer de la sala, permaneció unos segundos tratando de que su mente se enfriara por completo

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Mirando cómo sacaban a la mujer de la sala, permaneció unos segundos tratando de que su mente se enfriara por completo.

— Regresaré a UA.— informó mirando el reloj, si se apresuraba llegaría para poder animar a los primeros participantes, apenas marcaban la 12:43 p.m. se iría volando así que estaría allá faltando diez a la 1 aproximadamente.— Ryūjin-san, me voy.

— Tenga cuidado, Megumi-sama.— dijo con preocupación, le inquietaba dejarla ir de esa manera.

— Sí. Nos vemos.— tomó su mochila en manos y se impulsó al aire con un salto, bajó los cierres de su espalda y voló tan rápido como pudo, el aire golpeteaba en su retina. Aterrizó en la entrada de la cafetería con éxito. El reloj de pared cercano le indicó las 12: 47.— Vaya, así que el entrenamiento también aumentó la fuerza en mis alas.— murmuró tocando una de sus alas con expresión bobalicona.

Se encogió de hombros y plegó las alas justo en el momento en el que un cuerpo se le abalanzó encima, tomándola por sorpresa, lo único que pudo analizar fue el momento en el que su cuerpo se estampó en el suelo.

Megumi gimió adolorida sintiendo su costado doler por el impacto.

Esperaba no tener algún hueso roto.

— ¡Megumi-chan creí que te habías ido a casa!

— Pude volver rápido así que volví para ver el resto de los juegos.— murmuró con tono agobiado, la pelirrosa observó cómo la piel color nieve de la peligris poco a poco se comenzaba a transparentar, afligiéndola un poco.— Mina-san, ¿Podrías quitar tu mano de mi hígado?

— ¡Lo siento, lo siento!— se separó de inmediato he hizo una reverencia en disculpa ayudándola a ponerse de pie. La peligris miró confundida la manera en la que su compañera estaba vestida. Pero aunque su curiosidad fuera mucha, no se atrevió a preguntar.— Vamos con Momo, ya que estás aquí también animarás a los chicos.

"¿Qué?"

— ¿Animar?

¿Les habrá pasado algo a las animadoras americanas?

Su cara de consternación no se quitó de su rostro hasta llegar donde se encontraban sus demás compañeras, al contrario, se acentuó más. Pero su rostro de confusión pasó completamente desapercibido para sus compañeras —quienes por cierto también vestían de la misma manera que Ashido— porque parecía que las sorpresa de verla ahí era más grande en ese momento.

— ¡Chicas! ¡Megumi-chan volvió!— exclamó de manera efusiva la ojiámbar.

— ¿Eh? ¿No te habías retirado por un asunto familiar?— preguntó Jirō, confundida. 

— Se solucionó rápido, así que pude volver a tiempo.— explicó de forma lenta, analizando con disimulo el uniforme.

— ¡Me alegro por ti!— expresó la muchacha invisible antes de devolverse a su labor de colocarse el uniforma de animadora.

Fallen Angel ━━━━ Boku no Hero AcademiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora