El blog iba viento en popa.
Cada día que pasaba, más lectores y comentarios tenía. Más periodistas le comentaban; tanto para bien como para mal.Shana, por otra parte, vio como una noticia de su hermana iba rulando. Se metió en el link y fue a parar al blog, sin saber que lo gestionaba Derek. Leyó todo lo que estaba escrito y se quedó de piedra; aquella persona había visto el asesinato de primera mano y lo había publicado como si fuese un mito o una leyenda; con pelos y señales.
Investigó de quien se trataba esa persona para poder decirle unas cuantas palabras, pero no encontró ni la más mínima pista. Aquel tío o tía que lo hizo, se había cubierto bien sus espaldas y no dejó ni rastro.De la rabia, Shana, tiró al suelo el plato que utilizó en el desayuno. Respiró hondo para poder tranquilizarse.
Por otro lado, Derek buscó el valor de aquel colgante pero no encontró nada.
Pasaron tres meses del asesinato de la hermana de Shana. Derek seguía investigando sobre el caso y sobre ese colgante, pero no dio con nada interesante; lo único que podría hacer era hablar con Shana y contarle todo; pero no se atrevía. Ahora que estaban bien en esa relación de amistad, no quería estropear nada.
Un día, cuando salió de la universidad, se encontró con Gina y Kai.
- ¡Chicos! ¿Qué hacéis aquí? ¡Menuda sorpresa! - los abrazó.
- No veas lo que me ha costado que se decida a venir unos días conmigo. - dijo Gina.
- Es que... ya sabéis que no soy partidario de las grandes ciudades...
- Ya... y luego te vas a Oslo de parranda. - le contestó Gina.
- Lo importante es que habéis venido y estoy muy contento de teneros por aquí. Me hacíais falta. - dijo Derek mientras les sonreía.
- Vamos a enseñarle dónde vives. - dijo Gina.
Se encaminaron hacia el piso de Derek mientras se explicaban lo que habían hecho durante ese tiempo.
Entraron en el piso y se instalaron.
- Espero que me enseñéis cosas bonitas y donde no haya mucha gente, porque si no, me marcho.
- Que si, hombre. Te prometo que así será. - dijo Derek.
- Por cierto. - Kai le miró. - ¿Me presentarás a esa tal Shana? - Derek le miró.
- Bueno, ella esta muy ocupada últimamente pero haré lo que pueda.
- Gracias amigo. - se lo agradeció Kai.
- Oye... ya que confío en vosotros... Me gustaría deciros algo... - dijo Derek mientras los miraba a ambos.
- Tú dirás. - dijo Gina mientras le prestaba atención.
- ¿Os acordáis del asesinato de aquella muchacha que fue violada y matada en el bosque?
- Si. ¿Qué pasa con eso? - dijo Kai. - Diría que el caso está cerrado.
- Pues que la chica era la hermana de Shana.
- ¿Qué? - dijo Gina mientras le miraba sorprendida. - ¿Estas de broma?
- Ojalá lo estuviese...
- Pobre Shana...
- Pues habrá que animarla. - dijo Kai mirándolos.
- Bueno, con calma, eh? No necesita ahora que le atosiguen ni rollos. - dijo Derek mirándole.
- Siempre pensando en eso.
- Oye, no. No lo decía con esa intención! - dijo Kai un poco mosca. - Entiendo que penséis así por como me he comportado pero es un palo perder a un ser querido, y más si has tenido vínculo con él.
- Ya... como te...
- Como me pasó a mí, sí. - acabó la frase Kai.
- Bueno, a lo que iba... a parte de que es su hermana, yo entré en la casa de May, la chica que mataron, y encontré algo.
- ¿Algo? ¿El que? - le miro sorprendida Gina.
- Un consolador. - dijo Kai aguantándose la risa. - Gina y Derek le fulminaron con la mirada. - Estoy de coña. Es coña. Tranquilos.
- Muy gracioso, amigo. - dijo Derek. - Encontré un collar especial.
- Ya ves tú, un collar... Será por collares. - dijo Kai.
- No es un collar normal. Es un diamante en forma de corazón con las iniciales H&L. - explicó Derek.
- Yo quiero verlo. ¿Lo tienes? - preguntó Gina.
- Sí, lo tengo. - lo sacó de donde lo escondía y se lo enseñó a los dos.
- Es precioso. - dijo Gina cuando lo cogió y lo palpó.
- Esto, si es auténtico, vale un pastón. Deberías de venderlo para forrarte. - dijo Kai.
- ¿Estás loco? Es de la familia de Shana. - dijo Derek.
- ¿Y por qué no se lo entregas a ella? - le miró Gina.
- Se lo iba a contar todo, os lo juro, pero cuando me dijo que era su hermana y ella estaba tan decaída y mal, preferí esperar.
- Ya has esperado mucho. ¿A qué esperas? - preguntó su amiga.
- Espero a estar seguro y a encontrar el momento adecuado. Es algo muy delicado.
- ¿Has pensado que quizás, si esperas mucho más, será demasiado tarde y se cabreará? Quizás lo está buscando.
- Pero es que aún hay más. - sacó las cartas.
- ¿Qué es todo esto? - preguntó Kai cuando cogió una y empezó a leerla. - ¿Una carta de amor? ¿Le has escrito una carta de amor? - le miró atónito.
- No, idiota. Son cartas de amor de sus abuelos paternos. Ahí pone que el abuelo le entregó el collar a su abuela, para conquistarla del todo.
- Vaya, eso si es romántico. - dijo Gina.
- ¡Uy si! Super romántico. - dijo Kai haciendo una mueca y Gina puso los ojos en blanco.
- En fin, Derek. Deberías de hablar con ella. - propuso Gina.
- Invítala a cenar y vamos los cuatro. Así podemos apoyarte. - dijo Kai.
- Buena idea. Vayamos los cuatro y se lo dices.
- No sé, chicos... - se quedó pensativo.
Pasaron la tarde planeando como, donde y cuando hacer esa cena. Cuando lo decidieron, Derek le envió un WhatsApp a Shana, proponiéndole de ir a cenar, los cuatro, el sábado. Ella tardó un poco en contestar hasta que aceptó; le iría bien despejarse un poco de todo lo que estaba viviendo.
El sábado por la noche llegó. Derek se presentó con sus dos amigos en el restaurante Mach. Al poco rato, apareció Shana.
- Buenas noches, perdonad la tardanza. - se disculpó.
- No es nada, mujer. Nosotros acabamos de llegar también. - Kai le dedicó una sonrisa. - Soy Kai. - le dio dos besos.
- Shana, un placer. - miró a Gina. - ¿Qué tal, Gina? Otra vez por aquí. - le dio dos besos.
- Pues mira, aquí a visitar a Derek y a pasar unos días de desconexión.
- Eso está bien.
Después de los saludos, se adentraron en el restaurante, se pusieron cómodos y empezaron a cenar tranquilamente.
Por suerte, no había mucha gente y estaba el local bastante tranquilo.
La velada fue transcurriendo con normalidad y Shana se sentía a gusto, aunque a veces, el amigo de Derek hacía comentarios que a ella no le gustaban, pero no le parecía un mal chaval.
Les explicó que alguna persona había escrito un artículo en un blog sobre su hermana y que quería cazarlo o cazarla, ya que le parecía una falta de respeto, ya que ella era familiar de la víctima.
Al oír eso, Gina miró de reojo a Derek y éste se puso en tensión. Cruzó la mirada con su amiga y ésta le dijo que ese no era el momento de confesarle nada; ni siquiera lo de las cartas ni el collar que encontró; ya habría tiempo más adelante y en un sitio más íntimo.
Derek, intentó tranquilizarse y aparentar que todo iba bien, pero en su cabeza, nada iba bien. No sabía que hacer. Se encontraba entre la espalda y la pared.
Al final, decidió que la velada debía de continuar tranquila. Y eso ocurrió.
Cuando acabaron la cena, Kai les propuso de ir a una discoteca cercana a pasar un buen rato; a pesar de que Shana puso alguna excusa, entre él y Gina la convencieron.
Se adentraron en un local, por suerte, como era muy pronto, había muy poca gente; es decir, muy pocos jóvenes, ya que los más mayores tenían al lado otra discoteca para gente de su edad.
Pidieron una bebida y se sentaron en una de las mesas; hasta que de pronto, empezó a entrar mucha gente y el DJ empezó a pinchar la música.
Kai, sin pensárselo, al ver a Shana que no dejaba de ver a la gente que estaba en la pista bailando, se levantó, le ofreció la mano y la miró a los ojos.
- ¿Bailas conmigo, Shana? - le preguntó.
Shana se quedó mirando la mano del joven, seguidamente, miró a Gina y le asintió en forma de: "puedes ir tranquila, es un buen chaval"; así que le cogió la mano, se levantó y se fueron los dos a bailar a la pista. Se quedaron, Derek y Gina, solos.
- Oye, sé que estas nervioso y seguramente te estas comiendo la olla por todo lo que ha pasado en la cena, pero relájate. Tienes tiempo de decirle todo.
- Pero... ¿y si es demasiado tarde como me habéis dicho? - le miró preocupado.
- Puede ser, pero ella... ya has visto que quiere pillar a esa persona. No se imagina que puedes llegar a ser tú el dueño de ese blog.
- Esta en su derecho a enfadarse conmigo, total, nunca le pregunté que si podía publicar la historia del asesinato de su hermana...
- Ya, lo sé. Pero si se lo explicas todo bien y le entregas esas cartas y el collar, puede que comprenda que solo quieres comprobar si el estudio que estas haciendo, sirves para realizarlo.
- ¡Ufff! Si fuese tan fácil...
- No olvides que yo te apoyo. - lo abrazó y se quedaron un rato así.
En la pista de baile, todo marchaba bien, hasta que de pronto, Derek vio, que en el fondo de la sala, había un tipo que bebía mucho e intentaba camelarse a una chica que estaba totalmente sola.
La joven, intentaba quitárselo de encima pero no era capaz, ya que era un joven musculoso y bien tozudo. Un chaval, más bajo que él, fue en defensa de la chica y empezaron a pelearse. Golpe va, golpe viene.
Derek, al observar esa escena, se estremeció, ya que esas cosas no le gustaban nada y le dolía mucho en el alma ver como la gente se pegaba.
La pelea fue a más, la chica se fue de inmediato hacia otro lado, en busca de un segurata para parar la pelea que se estaba llevando a cabo.
Cuando fue el de seguridad a pararlo, recibió golpes del borracho; se defendió hasta que se le clavó una navaja en el abdomen y empezó a caerse al suelo.
Derek, enseguida llamó a la policía mientras se estaba armando un gran caos en la discoteca; jóvenes corriendo de aquí para allá, buscando una salida por la que huir, hasta el joven que ayudó a la chica a que el borracho la dejara en paz.
El chico bebido, miró al segurata en el suelo y se empezó a reír.
Shana fue corriendo, con Kai, hacia Derek y Gina.
- Vámonos. Esto no me gusta nada. Ese tío esta loco. - dijo Shana.
- ¿Y vamos a dejar al pobre desangrándose en el suelo? La policía y la ambulancia están de camino pero tardarán. En ese tiempo, el niñato puede herirle más hasta matarlo. - dijo Derek.
- ¿Y qué vas a hacer, Derek? ¿Dejar que ese pirado te ataque? - preguntó ella.
- No, pero al menos asegurarme de que no le hace más daño.
Derek, decidido, se acercó a los dos hombres.
- ¿Puedes soltar esa navaja y sentarte, por favor? - le dijo Derek.
- No quiero. ¿Me vas a obligar tú, canijo? - se empezó a reír.
- No...pero creo que es mejor para todos... - se acercó al de seguridad, sin quitarle los ojos de encima al chaval y comprobó la herida. Presionó hasta que llegara la ambulancia.
- Esto no hubiese pasado si la gente me dejara en paz.
- Estabas molestando a esa pobre chica. - dijo Derek sin dejar de atender al herido.
- No es verdad, ella estaba a gusto conmigo. No me contradigas. - le gritó mientras le apuntaba con la navaja.
- Deja de apuntarme.
- No me da la gana. No deberías de estar aquí, eres un crío.
- No soy ningún crío. Soy un hombre.
- ¿Un hombre? - se rio. - Mira que cara de crio tienes.
- Eso no tiene nada que ver. Suelta la navaja. - dijo Derek seriamente.
- Te he dicho que no me da la ganaaa! - le gritó y se abalanzó sobre él.
Derek reaccionó rápido y se levantó deprisa, dejando al herido presionando.
El borracho intentaba darle navajazos a Derek, que éste esquivaba como podía, aprovechando que él no había tomado demasiado y que el otro iba un poco balanceándose.
Hasta que de pronto, el tipo le hizo un corte en la muñeca y gritó de dolor. Sus amigos fueron de inmediato a x Derek.
Kai, como siempre se hacía el valiente, agarró al tipo por detrás y lo intentó movilizar.
Mientras tanto, Shana y Gina se encargaban del segurata y de Derek.
Por suerte, empezaron a escuchar sirenas. Se adentraron cuatro policías y dos enfermeros.
Los policías ayudaron a Kai y detuvieron al borracho. Todos los presentes, declararon y explicaron todo lo ocurrido. De inmediato, lo metieron en el coche y se lo llevaron a comisaria.
Un enfermero curó y vendó la muñeca de Derek y después, se llevaron al segurata al hospital.
Esa noche, a Derek le costó conciliar el sueño, por una parte, porque le dolía la herida y por otra, el dilema que tenía con el caso de Shana y su familia.
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Las puertas del camino
Teen FictionAl oeste de Noruega, en un pueblo muy pequeño llamado Geiranger, Derek hacía su vida junto a su familia. Lo que nunca imaginó, era que a medida que crecía, las cosas se complicaban para él. Tenía sueños que cumplir y no le sería nada fácil. Shana ap...