Kai dejó de llamar y de mensajear a Shana; ya que en las llamadas le salía el contestador que le decía: "Este teléfono esta fuera de cobertura o apagado.".
Se quedó preocupado, porque no sabía si Shana había desaparecido porque ella quería o le había pasado algo grave y por eso su móvil no daba señales.
Gina intentó tranquilizarlo, aunque ella también se quedó preocupada. Su amiga tampoco le contestaba a ella los mensajes y eso era demasiado extraño.
Intentó comunicarse con Derek, pero éste no se lo cogía.
- ¡Maldita sea! ¿Dónde se habrá metido Derek? - dijo Gina colgando la llamada que le estaba realizando.
- ¿No te contesta? - le preguntó Kai mientras la miraba.
- No. Eso si es raro en él. Siempre que le llamamos, contesta o envía un WhatsApp diciendo que no puede hablar porque esta ocupado y que ya llamará después.
- Estará con Shana... - dijo Kai bajando la mirada al suelo.
- No lo creo. Ya nos ha dicho que no tiene ni idea de donde narices está. Quizás fue a buscarla a casa.
- ¿Y si no está tampoco allí?
- No te comas la cabeza, Kai. Aparecerá, ya verás. Y te dará una buena explicación del porque no apareció en la comida.
- Ya eso me da exactamente igual. - se levantó y se paseó por el comedor. - Si no quería estar conmigo, que me lo hubiese dicho antes.
- Ya, deja de hablar de algo que no sabes que esta pasando. Igual a tenido un accidente, o ha tenido que irse a visitar a alguien que necesita su ayuda o algo... cualquier contratiempo.
- Ya... no quiero seguir hablando más de ella. Si quiere aparecer, que aparezca. - la miró cuando se paró delante suyo. - ¿Jugamos al "Uno"? - Gina le miró y resopló.
- Esta bien. Nos vendrá bien distraernos un rato.
En otro lado de Nueva York...
Derek entró en aquella fábrica derrumbada, bueno, medio derrumbada porque conservaba muy bien las paredes menos los cristales de las ventanas que estaba completamente destrozados.
La fábrica era bastante grande pero en su interior, Derek pudo apreciar que estaba completamente vacía; solo quedaban unas cuantas cajas rotas y mojadas en el suelo, con varios objetos. No había luz, eso ya se lo había imaginado, pero gracias a la luz que entraba por las ventanas, podía ver, más o menos, por donde pisaba.
De golpe, un ruido entre las cajas hizo que las observara. Se puso muy nervioso. Las cajas se movían hasta que de pronto...una rata grande se asomó. Se asustó y dio un bote e intentó no pegar ningún grito; lo ahogó con sus propias manos.
- Tranquilo, solo es una rata... Si no te acercas, no hará nada... - se dijo a si mismo en voz baja. - Veamos que hay por aquí... mm aquello de allí arriba parece un despacho...
Fue en dirección de unas escaleras que se hallaban en el fondo de la gran sala de la fábrica, donde posiblemente, antes habían máquinas en ese gran espacio y mucho trabajadores.
Subió sigilosamente las escaleras y se asomó lentamente por la ventana, ya que era el típico despacho con muchas ventanas de cristal alrededor.
Pudo comprobar, que encima de una mesa, se encontraba un portátil y una mochila, pero no había absolutamente nadie en su interior.
Miró a su alrededor y cuando vio que no había nadie ni nada, se adentró en el despacho.
Se acercó a la mesa y empezó a revirar la mochila. Solo encontró en su interior una caja de tabaco, un mechero, unos papeles con la ubicación de ese lugar y poco más. Abrió después el compartimento pequeño y encontró una navaja. Como el no llevaba ninguna arma, decidió guardársela en el bolsillo del pantalón.
Puso los ojos en el portátil y abrió la tapa.
De repente vio unas grabaciones que se estaban emitiendo, quizás en directo.
Y allí la vio... Una chica con el pelo largo, intentando abrir una pequeña ventana para poder salir de ella. Se la veía nerviosa y asustada pero Derek pudo ver que estaba sola con tan solo la luz que entraba del exterior.
- Maldita sea... esa sala dónde debe de estar? - se preguntó, siempre hablando en bajito por si había alguien cerca.
Cogió de nuevo aquel mapa de la fábrica y pudo comprobar que en esos planos aparecían varias salas, o estancias, que se encontraban en el piso inferior.
Dejó todas las cosas tal y como estaban y fue en busca de las escaleras donde antes era la salida de emergencia.
Se puso a caminar, ni muy despacio ni muy deprisa, atento a cualquier movimiento que escuchara.
Cogió su móvil y puso la linterna, ya que todo estaba oscuro en esas escaleras porque las pocas ventanas que habían, entraba muy poca luz.
Bajó por las escaleras, observando cada rincón, hasta que de pronto escuchó unas puerta abrirse y su corazón empezó a latir con mucha fuerza.
Ese ruido venía de la planta superior, quizás de la azotea, ya que vio una luz del exterior, penetrar con fuerza en aquel piso.
Aprovechó para bajar deprisa, pero sin hacer ruido, hasta que llegó al sótano.
Seguía todo oscuro. A Derek no le estaba gustando nada aquello, parecía una película de esas donde aparecen zombis en cualquier momento. Estaba tan nervioso, que sin darse cuenta se le cayó el móvil al suelo y lo recogió de inmediato.
Alguien, empezó a bajar, desde la azotea, muy rápido, al escuchar aquel ruido.
Derek empezó a abrir puerta por puerta para ver si encontraba a Shana, hasta que dio con una puerta totalmente cerrada.
- Shana, ¿estás ahí? - preguntó Derek tras la puerta.
- ¿Derek? ¿Eres tú? - preguntó ella acercándose a la puerta.
- Si, soy yo. Menos mal que te he encontrado.
- Ten cuidado, ese tipo esta loco.
- ¿Le viste la cara? - dijo Derek mientras intentaba abrir la puerta con la navaja que había encontrado.
- No. Va encapuchado, pero dice que le conozco...
- Así que un acosador que conoces...
- Si. Por favor, ten mucho cuidado. Puede venir en cualquier momento. - dijo Shana muy nerviosa.
- Tranquila, estaba en la azotea me parece, pero al hacer ruido, creo que esta bajando...
- Entonces escóndete...
- No voy a dejarte aquí. - dijo Derek con rotundidad.
- Por favor... hasta que se vaya... si es que baja...
De repente, ambos escucharon como alguien se acercaba por el pasillo.
- Te sacaré de aquí, lo prometo. - dijo Derek.
De inmediato, buscó algún lugar donde refugiarse y que estuviera al alcance del tipo, así podría actuar enseguida y sacar de allí a Shana.Shana se retiró de la puerta y se puso en su rincón.
La puerta de abrió de par en par y el secuestrador la miró.
- ¿Qué estabas haciendo? - le preguntó.
- ¿Yo? Nada. Aquí no puedo hacer nada...- dijo Shana intentando mantener la calma.
- He escuchado un ruido que venía de aquí. ¿Qué está pasando? - le preguntó mientras se le acercaba amenazador.
- Habrá sido una rata o algún gato, o cualquier otro animal. Aquí solo estoy yo y no tengo nada para hacer ruido.
- ¿Y que me dices del móvil?
- No voy a romper mi móvil, me costó una fortuna.
- ¡Dámelo!
- No funciona.
- ¡Qué me lo des! ¡Maldita sea!
Shana le entregó el móvil y él lo observó para ver si había algún rasguño. Alzó la mirada para comprobar que la ventana estaba intacta y le devolvió el aparato.
- ¿Alguien ha venido a buscarte?
- Date cuenta que hay gente que se percatará de que he desaparecido e irán a buscarme. A no ser que antes me sueltes.
- ¿Qué te hace pensar que te soltaré? Antes... te casarás conmigo.
- ¿Qué? ¡Estás loco! Jamás me voy a casar con un desconocido.
- Te he dicho ya muchas veces que me conoces!
- No sé quien eres pero no pienso casarme. Antes tendrás que acabar conmigo.
- Te casarás por las buenas o por las malas. - salió y cerró dando un portazo.
Derek, que lo escuchó todo y vio la figura del tipo, se enfureció. Nadie obligaría a Shana a casarse ni le haría daño.
En cuanto vio que cerraba la puerta, Derek se abalanzó sobre él, se subió a su espalda y le puso la navaja en el cuello.
- Vas a soltarla de inmediato. Abrirás esta puerta ahora mismo. - dijo Derek intentando sonar desafiante y valiente.
- ¿Y tú quién narices eres? - se quedó quieto, con Derek en su espalda.
- Eso no importa. Ya lleva mucho rato ahí encerrada por tu culpa. Si no abres la puerta, la abriré yo pero tú de aquí no saldrás. - de golpe, Derek pudo apreciar la risa malvada de aquel tipo. - No sé de que te ríes.
- De ti. De un pobre chaval que se come los mocos.
El secuestrador, avanzó rápidamente hacia la pared, de espaldas, e empotró a Derek contra ella.
Derek pegó un grito de dolor pero no pudo gritar más, ya que el tipo se giró de inmediato y le golpeó varias veces en la cara.
A Derek le giraba la cabeza a causa de los golpes. Intentó defenderse pero estaba débil.
- ¡¡¡¡No le hagas daño!!!! - dijo Shana golpeando la puerta. - Déjalo marcha, por favor.
El secuestrador paró los golpes y la escuchó.
- ¿Te crees que soy tan estúpido de dejar marchar a tu amiguito? Ahora ya te ha encontrado. Iría a la policía y yo tendría que buscar otro lugar para retenerte.
- No es necesario que hagas todo esto... - dijo Shana aguantando sus ganas de llorar. - Por favor... déjalo.
Derek, al ver que estaba distraído con la conversación que Shana le daba, aprovechó para rajarle el abdomen con la navaja.
El tipo se puso la mano en la herida, sorprendido, y con toda su rabia, le dio el último puñetazo en la cara hasta dejarlo inconsciente.
Introdujo a Derek en la sala contigua a Shana y lo encerró.
- ¿Derek? - preguntó Shana.
- Tu amigo despertará en un rato. - nada más decir eso, los dejó en aquel lugar y subió a curarse.
Shana llamaba a Derek, pero no obtuvo respuesta. Ella, pensando lo peor, empezó a llorar y a golpear la puerta, por el dolor y la rabia que tenía.
- ¿Dónde estoy? - preguntó de repente una voz.
- ¿Derek? ¡Oooh por dios, estás vivo!
- ¿Shana? ¿Shana, dónde estás?
- Aquí. - golpeó la pared. - A tu lado.
- ¿Me ha encerrado? - se acercó a la puerta e intentó abrirla. - ¡Será! ¡Lo mataré! - dijo rabioso.
- Tranquilo. No podemos alterarlo más o será peor.
- Escúchame, te juro que te sacaré de aquí. Saldremos juntos y ese irá a la cárcel. No voy a permitir que se case contigo.
- No sé como saldremos. Las ventanas son muy pequeñas.
- Confía en mi. Buscaré la manera de salir sanos y salvos y te llevaré a casa.
- Ojalá sea pronto. Esto es un infierno.
- Al menos, ya no estas sola. Estoy contigo.
- No te habría pillado si no...
- ¿Si no hubiese saltado sobre su espalda? - terminó la frase Derek.
- ¿Saltaste sobre su espalda? ¿Sin tener nada para defenderte?
- Le robé la navaja cuando entré en este lugar. Pero solo he conseguido hacerle una raja en el abdomen.
- Te agradezco lo que haces por mi pero estas poniendo tu vida en peligro.
- No me importa con tal de que nadie te dañe. Me importa más de lo que te imaginas.
- Me alegro que seamos amigos. Bueno, me alegro que seas mi amigo.
- Ya... amigo...
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Las puertas del camino
Dla nastolatkówAl oeste de Noruega, en un pueblo muy pequeño llamado Geiranger, Derek hacía su vida junto a su familia. Lo que nunca imaginó, era que a medida que crecía, las cosas se complicaban para él. Tenía sueños que cumplir y no le sería nada fácil. Shana ap...