25. Convivencia

6 2 0
                                    

La vida de Derek ya estaba resuelta, o prácticamente resuelta.
Tenía el trabajo de sus sueños, aunque hubiese preferido estar en plató dando noticias; eso tendría que esperar un poco más, si el señor Walter se lo permitiría más adelante.

Gina estaba muy contenta con que su amigo hubiese conseguido lo que tanto deseaba, pero no le gustaba la idea de que él y Shana pasaran tantas horas juntos. Kai sabía de sobras lo que ella sentía cada vez que los veía tan juntos y riéndose, ya que era tan observador que se percató por la expresión que ella mantenía en su rostro cada vez que estaban los cuatro juntos.

Un día, no muy lejano, Kai quedó con Gina para dar un paseo y tomar algo.
- ¿Como te van las cosas? - le preguntó Kai.
- ¿Las cosas? - le miró mientras tomaba un café.
- Si. Ya sabes... El trabajo.
- ¡Ah! Bien, bien. Estoy muy agusto en mi puesto de trabajo. La verdad es que no me podría ir mejor.
- Me alegro mucho por ti, cielo.
- Gracias. - le miró después de pegar un sorbo. - ¿Y tú qué?
- Bien, bien. Pero estoy buscando un piso. - la miró a los ojos. - ¿Por casualidad no sabrás de algún piso de alquiler o alguien que necesite un compañero de piso?
- No...
- Es que me cansa que esos dos tengan sus secretitos y creo que sobro en esta casa. - vio como Gina bajaba la mirada hacia su taza de café. - ¿Estás bien?
- ¿Eh? - levantó la vista y le miró. - Si, si. Estoy bien.
- Oye... No te gustaría... Que viviera contigo? Te ayudaría con los gastos.
- ¿Cómo? - le miró sorprendida.
- Venga Gina... Seguro que no te vendría mal un compañero de piso. Nos lo pasaríamos bien.
- Bueno... - se quedó pensativa. Alzó la vista y le miró a los ojos. - Vale. Vente conmigo. Nos apañaremos con los gastos y las tareas.
- Genial! Gracias. - le sonrió y ella le devolvió la sonrisa.

Ese mismo día, Kai, con ayuda de Derek, Gina y Shana, se mudó con su amiga.
A Derek le sorprendió la idea pero se alegró de que su mejor amiga ya no estuviese sola en aquel hogar.

La convivencia entre Kai y Gina, iba cada vez mejor.
Se repartían las tareas e iban a comprar juntos cuando lo necesitaban. Incluso pagaban a medias todos los gatos, incluidos los alimentos.

En cuanto a Derek y a Shana, a veces en casa discutían, como si fuesen un matrimonio.
Si uno llegaba tarde después del trabajo, no le apetecía cocinar, así que esperara que el otro hubiese hecho la cena, pero a veces, se encontraban con que tenían que cocinar lo suyo y ahí empezaba una pequeña pelea.
O cuando por ejemplo, a uno le molestaba algo del otro, siempre habían piques.
Por suerte, lo solucionaban rápidamente y hablándolo.

Pasaron unos meses, Derek ya llevaba casi un año trabajando en la CNN.

- Derek, necesito que vayas al hotel Jackson Lee. - le dijo Erik nada más llegar a la oficina.
- ¿Allí? ¿No iba a ir Shana? - le preguntó desconcertado.
- Si. Pero ella está en la otra punta de Manhattan, así que no llegará a tiempo. Ve e infórmate de lo que ha pasado. Contactaremos contigo en directo en cuanto nos digas que tienes toda la información.
- Está bien. Voy para allá.

En cuanto su compañero cogió la cámara y todo lo necesario para la transmisión en directo, de pusieron en marcha y se fueron.
Al llegar, empezó a preguntar al director del hotel, todo lo que había ocurrido y éste, le contestó que había un huésped que empezó a disparar a todos los demás; a los que se cruzaban con él, y que por suerte, avisaron rápido a la policía y se lo llevaron detenido, pero la desgracia es que habían muchos heridos, y por el momento, ningún muerto.

En cuanto supo todos los detalles, avisó a la cadena y emitieron en directo.
Justo cuando iba a acabar de informar, se vio como los sanitarios metían a los heridos dentro de las ambulancias, y algunos fueron atendidos allí mismo si la cosa no era grave.
Entonces, Derek se quedó paralizado al ver a una de aquellas personas heridas.

Las puertas del caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora