Después de aquella noche, en el que ambos se sintieron más unidos que nunca; el primero en despertar fue Derek.
Abrió los ojos y lo primero que vio fue el techo, ya que estaba boca arriba.
Pensó que lo he había pasado anoche fue fruto de su imaginación pero sintió como alguien estaba apoyado en su pecho.
Bajó la vista y ahí estaba. Shana dormida abrazada a él. No pudo resistirse y empezó a acariciarle el pelo suavemente, sin despertarla.
En su rostro, apareció una sonrisa de felicidad.Shana, por su parte, seguía durmiendo. Al sentir la caricia de Derek, se empezó a despertar y le abrazó más.
- Buenos días, princesa. - dijo Derek al ver que ella se movía.
- Buenos días, hombrecillo. - le miró y le sonrió.
- ¿Hombrecillo? - le besó la nariz mimoso y riéndose.
- Siiii. Eres un hombrecillo. - le besó en los labios.
- ¿En qué sentido? ¿En el que soy pequeño para ti?
- No. - se echó a reir. - Claro que no eres pequeño para mí. Era para hacer la gracia.
- Pues que graciosa de buena mañana, señorita.
- ¿Verdad?
Se besaron y estuvieron un rato abrazados y acariciándose.
- Será mejor que vayamos a desayunar.
- ¿Ya tiene hambre esta tripita? - Derek le acarició la tripa.
- Mucha.
- Pues vamos, cielo.
Fueron a la cocina y desayunaron juntos.
- Hay que investigar más sobre Erik. - le miró Shana.
- Ya... Pero tampoco quiero involucrarte. No quiero que si nos pilla Erik, te despida a ti también por meternos donde no nos llama.
- Pero eso no pasará.
- ¿Cómo estás tan segura? Tampoco nos percatamos si habían cámaras en la casa.
- Yo si. Estaban desconectadas. Y no nos pillará por qué no dejamos que nos pille.
- ¿Y como haremos eso, señorita? ¿Algún plan? - la miró.
- Podemos ir al centro donde ponía en el papel que encontraste.
- ¿Y crees que nos dirán algo?
- Por probar... Que no quede.
- Te veo super convencida.
- Quiero ayudarte. - le cogió de la mano. - Juntos sabremos quien es Erik.
- Iremos con mucho cuidado en cada paso que demos.
- Si. - le besó.Cuando acabaron de desayunar, se fueron a trabajar.
Derek, en su tiempo libre, se puso a investigar donde estaba ese centro de menores.
Una vez que ya lo supo, se lo comentó a Shana.
- Hay que pedirle unos días de vacaciones.
- No, Shana...
- ¿Por qué no? - le miró. - ¿Crees que llegaremos a ese centro en pocas horas? Está a a más de 500km de aquí.
- Ya lo sé... Pero si le pedimos vacaciones... Pensará que nos vamos juntos.
- ¿Te da miedo que sepa que nos vamos juntos? ¿Te avergüenzas de mi?
- No, cielo. Yo gritaría al mundo entero que estamos juntos. Pero... Y si le da por seguirnos?
- Derek, cielo... Si pasa eso, nos daremos cuenta y podremos denunciarlo. Lo que hagamos fuera del trabajo, no es asunto suyo. Solo es nuestro. No tiene ningún derecho a seguirnos.
- Bueno... Está bien. Le pediremos una semana de vacaciones por temas personales.
- Ese es mi chico. - le besó.En cuanto vieron a Erik en su despacho, solo, fueron los dos juntos y picaron a la puerta.
- Adelante. - contestó Erik.
Ambos entraron y cerraron detrás de ellos. Erik levantó la vista de su ordenador y los miró.
- Vaya, mis dos trabajadores favoritos. ¿Que os trae por aquí?
- Hola Erik. Bueno pues... - empezó diciendo Derek y miró a Shana; ésta le miró y miró a Erik.
- Queríamos pedirte una semana de vacaciones. - dijo ella sin más.
- ¿Los dos? - los miró a la par. - ¿Y eso?
- Verá... - siguió Shana. - Estamos saliendo juntos y Derek quisiera presentarme a su familia y enseñarme su pueblo, verdad cielo? - miró a Derek. Éste se puso nervioso.
- Si, claro. Eso es. - miró a Erik intentando sonar convencido. - Mi familia tiene ganas de conocerla.
- Así que estáis saliendo juntos. Cuanto me alegro por vosotros. Hacéis muy buena pareja.
- Gracias, señor. - dijo rápidamente Derek.
- ¿Entonces podríamos ir de vacaciones la semana que viene? - dijo Shana.
- ¿La que viene? Que rapidez, Shana.
- Es que tengo ganas y... Bueno, también necesito descansar de la rutina.
- Está bien. Avisaré a Tom y Lucy para que os sustituyan.
- Gracias Erik. Te lo agradezco mucho.
- Pero no olvidéis que entonces, para verano, tenéis una semana menos.
- Lo tenemos en cuenta, señor. - dijo Derek.
- Vamos a seguir trabajando, jefe. - dijo Shana; y se llevó a Derek de vuelta al trabajo.El sábado de esa misma semana, ya tenían todo listo para marcharse a buscar el centro de menores, que se hallaba en Canadá, en un bosque donde a penas iba la gente.
Al día siguiente, sin perder tiempo, ya que ya habían conseguido un alojamiento cerca del centro, cogieron sus cosas y se marcharon en el coche de Shana.
En el viaje, ambos ser iban turnando, ya que eran más de seis horas conduciendo y estar tanto tiempo en el coche, ya cansaba. .hicieron varias paradas para descansar y comer un poco. Preguntaron en todos los sitios, si iban por buen camino para llegar hasta el pueblo Quebek, Canadá, ya que el alojamiento se encontraba allí y el centro en el mismo parque natural.Llegaron casi por la noche.
Como habían comprado comida hecha por el camino, nada más entrar al alojamiento se pusieron a cenar.
Estaban tan cansados que decidieron irse a dormir en cuanto acabarán de cenar. Así fue. Juntos emprendieron el viaje de los sueños hasta que se despertaron prácticamente a la par.
- Bueno... - dijo Shana mientras desayunaban. - Habrá que buscar dónde se encuentra exactamente.
- Si. Pero primero acabemos de desayunar, duchemonos y ya emprendemos el camino. A ver si lo encontramos.
Una vez duchados, cogieron sus mochilas, como si fuesen de excursión, y se marcharon.
Se introdujeron en una ruta que se iniciaba nada más que en la entrada del gran parque natural.
Era un camino estrecho, aunque cabían dos personas una al lado de la otra.
Enormes árboles hacían sombra por el camino; simplemente algunos rayos de sol atravesaban por las ramas.
Shana hacia alguna que otra foto, ya que ese paisaje tan verde le encantaba y le relajaba.
A Derek también le gustaba mucho, pero más ver a su chica tan maravillada con todo lo que les rodeaban.El camino seguía y seguía y parecía no tener nunca fin.
Había varios puntos del camino donde el camino se dividía en dos, pero los chicos decidieron seguir por la misma ruta, hasta ver donde iba a parar todo aquello.¿Les faltaría mucho por llegar al centro o se habrían equivocado de camino y en realidad uno de aquellos, donde se dividía, era el correcto?
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Las puertas del camino
Ficção AdolescenteAl oeste de Noruega, en un pueblo muy pequeño llamado Geiranger, Derek hacía su vida junto a su familia. Lo que nunca imaginó, era que a medida que crecía, las cosas se complicaban para él. Tenía sueños que cumplir y no le sería nada fácil. Shana ap...