comienzo

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-Esta bien, si quiero ser tu amiga- dije con una gran sonrisa.

-Yey~

Ella empezó a dar pequeños saltos haciéndome reír.

-Y bueno, ¿por dónde comenzamos?

-Tal vez puedo enseñarte el pueblo en el que vivo, ¿quieres venir?

Pregunté extendiendo mi mano, ella sonrió pero luego dejo de hacerlo.

-Me gustaría pero... ¿Qué pasa si sospechan que soy una alma libre y no un ángel, o peor, si dicen que soy un demonio?

-Tranquila, no pasará nada, ven.

Tomé su mano y caminamos hacía el pueblo en el que yo vivo.

-Bueno, ahí hay una parque donde niños van a jugar, ahí, están... Bueno las tiendas de comida, y si sigues caminado por aquí encontraste mi-

Iba a seguir hablando hasta que alguien llegó y me interrumpió.

-¿Mina?

Me dí la vuelta y ahí estaba Sana, una chica que me ayuda en muchas cosas.

-Sana, hola- saludé un poco nerviosa.

-¿Quién es ella?- señaló a Chaeyoung.

Apenas dijo eso, todos los que estaba cerca de nosotras voltearon a vernos, esto no puede estar pasando.

-¿Ella?- mire a Chaeyoung y ella estaba temblando del miedo -Ellas es...

-¡Katharina!- exclamó de un de pronto, pegué un leve brinco del susto pero le seguí el juego.

-Eeee, si, si, ella es Katharina, es nueva y pues le estaba enseñando el lugar.

-Bueno...- dijo Sana un poco insegura -Puedes seguir enseñándole el lugar a Katharina, perdón por la interrupción.

-Tranquila, bueno ya nos vamos.

Jalé a Chaeyoung y salimos prácticamente corriendo, llegamos a mi casa y cerré todo solo por miedo.

-Bien, eso fue intenso- dijo para romper el incómodo silencio que llegó apenas cerré la puerta.

-Si... Gracias por ayudarme un poco.

-Bueno en realidad yo soy la que te tiene que agradecer, me salvaste.

Yo solo reí.

-Que linda casa tienes- dijo mirando el alrededor -Veo que te gustan los pingüinos.

Señalo una pintura de un pingüino que estaba en una pared.

-Sip... Me gustan mucho como el ballet.

-¿Tambien bailas ballet?- dijo un poco sorprendida

-Si, desde pequeña siempre me ha gustado el ballet- dije con una gran sonrisa - Y a tí, ¿Qué cosas te gustan?

-Bueno... Me gusta dibujar, cuando estaba sola dibujaba. Me expresaba en esa hoja blanca con dibujos que nadie entendía.

-Wow... ¿Y puedes enseñarme algún dibujo tuyo?

-Si, pero con una condición- dijo señalandome de forma "sería" y digo "sería" porque se veía demasiado tierna.

-¿Cual?- Pregunté tratando de no reír por su expresión tan tierna.

-Quieron verte bailar ballet.

-¿Quieres que te enseñé como bailo ballet?- me acerque a ella.

-S-si- dijo algo sonrojada bajando la mirada -B-bueno, si quieres...

-Claro que lo haré, pero no justo ahora.

-Tranquila, puedo esperar- dijo mirándome a los ojos, pero está vez pude ver un leve brillo en ellos, sus ojos son tan hermoso...

-Mina- su voz me saco de mis pensamientos -Mina... ¿Me puedes enseñar la casa?

-Cla-claro- exclamé, tomé su mano para guiarla al segundo piso de mi casa -Bueno por aquí está mi cuarto, aquí está el baño, y esa puerta que está ahí de última es la sala donde voy a practicar un rato cuando estoy aburrida.

-Y... ¿No tienes cuarto de invitados?

No lo había pensado... ¿¡AHORA QUÉ HAGO!?

-En realidad no, pero si quieres puedes dormir en mi cuarto y yo duermo en la sala -dije, pero ella cambio su expresión de confundida a una seria.

-Hey, claro que no, tu duerme en tu cuarto y yo en la sala, es tú casa.

-Si, es mi casa y yo quiero que duermas en mi cuarto.

-P-pe-pero- ahora sí ya no tiene nada que decir para que duerma en la sala -¡Ya sé! - exclamó -Podemos compartir el cuarto, dormir juntas y ya sabes... Espera, no eso no, yo no me refiero a eso, y-yo–

-Tranquila ya entendí- la interrumpí para que no estuviera tan nerviosa -Bueno, si quieres compartir cuarto yo no tengo problema- en realidad si, !ESTA CHICA HERMOSA VA A DORMIR CONMIGO!

-Pero no te estoy incomodando, ¿Verdad?

-No claro que no, no, no, no- dije negando rápidamente, pero creo que eso hizo que se notara más mis nervios -E-en realidad yo debiera preguntarte eso.

-Yo no tengo problema- dijo regalandome una gran sonrisa, pude ver cómo se le formaban hoyuelos en sus mejillas haciendome sonreír por lo linda que se veía - Bien, vamos a ver el cuarto.

Creo que estar con un alma libre no sería tan malo...

𝕱𝖎𝖈𝖙𝖎𝖔𝖓 [𝐌𝐢𝐜𝐡𝐚𝐞𝐧𝐠]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora