mi única luz

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Me dí la vuelta lentamente y pude ver a ¿Sana? Creo que así se llama.

-¡Hola!- exclamé muy nerviosa.

-Hola, ¿Y Mina?- preguntó mirando a todos lados esperando encontrala con la mirada.

-Eeh... Esta es su casa, durmiendo- dije mientras me rascaba mi cabeza -Solo salí para comprar algo de comida.

-Oh, yo también iba a comprar algo- dijo con una sonrisa -¿Por qué no vamos juntas?

¡Carajo!, sinceramente no quiero acompañarla, tal vez me empiece a hacer preguntas y no tendré a Mina para que ayude, pero no quiero ser una mala persona así que aceptaré.

-Esta bien- dije con una sonrisa, está comenzó a dar pequeños saltos de alegría, vaya, Sana se parece un poco una niña pequeña.

-Bueno vamos -ella tomó mi mano y caminamos hacía una pequeña tienda.

Luego de de preguntarle a Sana a cada segundo que le gustaba de comer a Mina pudimos salir de la tienda.
Sana me invitó a ir por algo de tomar, iba a negar la invitación pero con sus caras tiernas no lo pude evitar y acepté.

-Y bueno Katharina, ¿cuántos años tienes?- me preguntó cuándo terminó de tomar su bebida.

-Yo... - ni idea, llevo tanto tiempo sola que no recuerdo que edad tengo -Tengo... 21 años, ¿Y tú?

-¡Vaya!- exclamó mirándome con sorpresa -Yo te veía de unos 18, pero igual, yo tengo 25 años.

La miré de la misma forma que me miró a mi hace unos segundos, está solo rió por mi reacción.

-Ya sé, se que tengo personalidad de una niña pequeña, pero en algunos momentos si puedo ser algo sería.

Yo solo reí y seguí tomando mi bebida.

Después de seguir hablar con Sana le dije que ya era hora de volver a casa, entonces nos despedimos.
Ahora estoy en casa de Mina tratando de hacerle el desayuno sin quebrar un plato o hacer mucho ruido.

-Chaeyoung?- escuché una voz detrás de mí. Es Mina.

-¡Mina!- exclamé, no esperaba que se levantará tan temprano -¿Q-qué haces desperta a está hora?

-Yo siempre despierto a está hora, ¿Tú qué haces despierta a esta hora?- me preguntó mirando al rededor -Espera... ¿Compraste comida?

-Y-yo si compré algo, es que t-tenia hambre- dije algo nerviosa... Bueno, muy nerviosa.

-¿Por qué no me despertaste?- me miró algo preocupada pero también algo enojada -Sabes que no puedes salir sola, menos cuando eres nueva en este lugar lleno de inocentes ángeles.

-B-bueno tu misma lo dijiste, inocentes ángeles, obviamente me van a creer cualquier cosa que yo diga- sonreí pero está solo se cruzó de brazos mientras levantaba una ceja -Esta bien, salí porque quería hacerte un desayuno sorpresa por todo lo que has hecho por mí, pero al parecer no tenías comida así que salí a comprar algo. En el camino me encontré con Sana y pues hablamos un rato. Pero obviamente no le conté mi secreto.

-Chaeyoung yo... Perdón por enojarme contigo, es que tengo miedo que alguien sepa de tu secreto y te eche a otro lugar y te quedes sola para siempre y yo...- miró a otro lado avergonzada -Yo no quiero estar sola otra vez... Tu eres mi única luz.

A éste punto Mina ya tenía lágrimas acumuladas en sus ojos. Me acerque lentamente y la abracé, quiero que sepa que con este abrazo ella ya no está sola, y como ella dijo... Yo soy su única luz ahora.

𝕱𝖎𝖈𝖙𝖎𝖔𝖓 [𝐌𝐢𝐜𝐡𝐚𝐞𝐧𝐠]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora