Probablemente alguna vez sentiste que nadie te entendía, tal vez dejaste que todo se volviese en tu contra. ¿Te sentiste agobiada? Sabía que sí.
Y es algo normal, es común que tu enojo o agobio sea tan profundo que comiences a pensar que todo lo que estás haciendo es un fracaso, sé que estás intentando mejorar como persona pero algo siempre sucede que te hace retroceder tantos pasos como puedes.
Estamos dentro de un círculo repetitivo en el que siempre suceden las mismas cosas, el miedo siempre nos guía de mano de las inseguridades.
Queremos reaccionar pero no podemos. Ya ni las metas que te haz propuesto sirven de algo.
Porque sabes que si mueves un pequeño detalle, absolutamente todo comienza a fallar dentro de tu realidad.
Y entonces escuchar aquellas voces...
Te gritan que no existe una salida de ese túnel de inseguridades al que sin saber cómo, entraste.
Es difícil porque un día eras solamente una niña llena de sueños, sabías lo que querías y cómo lo harías. Pero creciste... Y con eso, muchas dudas llenaron tu mente. De pronto ya no sabías cómo actuar ni qué hacer dentro de tu mundo.
De pronto olvidaste cómo hacer amigos, como sonreírle a la gente sin verte como alguien que incomode, ya no sabes qué responder a las preguntas a las que ya te habías acostumbrado.
Y es tan extraño....
Porque de pronto el guion se rompe y tienes que comenzar a improvisar. Y nadie nos enseñó a hacerlo.
Nadie jamás nos dijo que en cuanto llegas a cierta edad se trata de poder sobrevivir sola, y que incluso quienes creíste que serían tus amigos el resto de la vida, se van.
Ya no se trata de ser feliz y de buscar siempre el mejor camino hacia la conformidad contigo misma. Dejó de tratarse de eso desde hace mucho.
Ahora se trata de ponerte a salvo cuando sales sola a la calle, se trata de educarte a ti misma y educar a los tuyos para que esas cosas ya no sucedan.
Para que las mujeres podamos estar seguras y los hombres entiendan que no somos un objeto y que tenemos el derecho de llegar todos los días a casa...., vivas...
Se trata también de sobrevivir en un mundo en el que ya la felicidad no importa, importa lo que tienes y cómo sabes usarlo.
Se trata de niñas haciendo cosas de mujeres para llenar el espacio que en sus hogares ya no llenan.
Se trata de padres pensando que trabajar el doble por nosotros nos convierte en mejores personas que ahora deben aprender a educarse solas.
Nos enseñas a ser hijos, pero no saben ser padres...
Porque ese caro teléfono que fue un regalo por tu gran comportamiento no llena el espacio que tenemos por su ausencia, no responde las preguntas que solo un padre respondería...
Y luego se preguntan por qué sus hijos no confían, por qué guardan secretos y hacen cosas que luego los decepcionan.
Y es que la respuesta en tan sencilla....
Ojalá supiésemos lo que significa trabajar en equipo, lo que significa amar y valorar lo que ellos nos dan, ojalá pudiésemos ser capaces de recompensar todo ese esfuerzo ayudando en tareas básicas en casa, para que ese tiempo luego ellos puedan invertirlo en nosotros.
Y ojalá ellos supieran que si hablamos respecto a algo es porque nos causa curiosidad y queremos aprender y ser corregidos, no juzgados por ellos mismos.
Es un proceso difícil y ojalá yo hubiese sabido lo que ahora sé.
Ojalá hubiese podido dar un solo paso a la vez...
Ojalá hubiese vivido acorde a mi edad....
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Tomen en cuenta todas estas notitas, para su bien propio y porque están contando una historia con cada situación. Y cuando comiencen los capítulos narrados es importante que hayan entendido todo para que comprendan la historia de Karol :)
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Little Woman's World
RomanceY si pudiese escuchar mi propio consejo, diría que soy todo lo que nunca pude ver.