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Hoy quiero hablar un poco de mí, de mi historia y de todas las personas que formaron parte de ella durante todo mi trayecto. No sé si eran buenas o no, solo sabía que aprendí algo de cada una.

Pero sé que esto va principalmente para ella, para mi madre que hizo todo para convertirme en quien en algún momento muy lejano fui. Ella me hizo saber que este mundo en el que me había tocado vivir, tenía muchos secretos y ningún manual de supervivencia.

Mi madre, esa mujer que en varias ocasiones me dijo que jamás debía dejar de mirar el mundo con la cabeza alta. Estuvo ahí cuando las luces se apagaban y el público desaparecía.

Estuvo ahí cuando decidía pararme frente al espejo y odiar lo que era.

Ella y solamente ella cuidó de esa pequeña niña en la que me convertí. Esa mujer que vivía debajo de una sombra de miedos, inseguridades y demasiado dolor.

Sin pensarlo había quedado atrapada en el interior de mi propia historia, siempre gritando para ser escuchada pero nadie llegaba. Solamente ella....

Y entonces comprendí la razón, nadie jamás me amaría como mamá me ama. Jamás nadie.

Y era irónico....

Porque cuando quise comenzar a vivir, era demasiado tarde. Porque cuando quise comenzar a escribir mi historia, noté que ya solamente quedaba una página.

Y jamás pude llenarla...

Mamá siempre decía... Actúa acorde a tu edad.

Pero me volví inconsciente de qué edad debía vivir. No tenía amigos, no tenía un amor. La tenía a ella.

Muchos la señalaron como la mala de la historia, hubieron tantas versiones de lo sucedido y el mundo creyó que ella explotaba todo lo que yo era para su beneficio propio.

Si tan solo hubiesen sabido que ella solo me protegía...

Me protegía inclusive de mí misma, de todos esos miedos que hasta el día de hoy me atormentan. Porque es que, hay cosas que nunca cambian.

Hay personas que van y vienen de tu vida, a veces se quedan, otra solo disfrutan de ser espectadores de tu infierno personal, y a mí me había sucedido.

Aún recuerdo todo lo que ella dijo aquella última vez, me dijo que corriera, que diera pasos firmes y que no tuviera miedo de caer, ella estaría ahí para sostenerme. Siempre...

Pero me fui, me fui porque no soportaba la idea de ser yo quien terminara con el corazón roto una vez más.

Me fui porque no soportaba saber que ella se iría antes.

Me fui porque soy cobarde, lo he sido siempre...

Y ahora, desde mi lugar, la veía a ella intentar ser fuerte, intentar enfrentar nuestra nueva realidad. Y me dolía...

Recuerdo que una vez me dije que sería todo distinto, me dije que podría gritar, hablar fuerte y decirles a todos que sería una mejor versión de mí.

Pero no pude...

Como tampoco pude mantener mis promesas...

Porque les dije a todos que si un día me convertía en madre, le daría a mi hija todos esos consejos que jamás escuché.

Me dije que no descansaría hasta hacerle saber que ella es maravillosa, hermosa, todo lo que quisiera ser. Quería que supiera que puede tener el control de ella misma, de su mente, de su cuerpo, de su corazón...

Probablemente por ella hago esto...

Porque quiero que sepa lo mismo que yo en algún momento supe...

Y si llega a leer esto, quiero que sepa que es más que una cara bonita, que es más de lo que el mundo le dice que puede llegar a ser.

No estás sola, mi amor... Juntas intentaremos vivir en este pequeño mundo de mujeres...

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Se vienen los capítulos narrados y no me haré cargo de los corazones rompidos :v

Little Woman's WorldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora