—Mamá...
—¿Qué pasa, mi amor? —dejo el libro un lado. Ella sonríe llevando sus manos a su espalda.
—¿Me hablas de tu proyecto en Disney?
Quiero decir que no, instintivamente miro a mi madre pero ella se encoge de hombros y sigue revisando los papeles que tiene en manos. Suspiro.
—¿Por qué quieres hablar de eso? Puedo hablarte todos los otros proyectos que tuve. —propongo. Ella niega.
—Quiero hablar de ese. Ahí conociste al tío Lío, y a Gio y Lino.
—Sí, mi amor. Pero...
—¿Podemos ver tu serie?
—¿Ya hiciste tus tareas, Emily?
—Ya, abuelita. —musita sentándose en mis piernas.— Y estuvo muy fácil.
—Ve a traer tus cuadernos para que tu madre los revise.
—Después, porfis. —hace un puchero.— Anda, mami. ¿Por qué no hablas de eso nunca?
—¿Por qué? —me río.— Estaba muy chiquita y me da pena.
—Pero yo quiero verte. Siempre vemos tus otras películas y tus otras series y todo pero nunca vemos esa.
—¿Y si vemos mi nuevo video musical primero?
Ella se cruza de brazos, niega y vuelvo a mirar a mi madre en busca de ayuda pero ella asiente. Nada puede salir mal siempre y cuando no hablemos de nada.
Vuelvo a mirar a mi hija, sonrío. Ella me devuelve el gesto y siento una punzada en mi pecho.
Odio que mamá tenga razón y mi hija sea idéntica a su padre por castigo divino o lo que sea. Debería tener al menos mis ojos, se hubiese ganado la lotería si los sacaba porque son preciosos.
Tomo el control de la TV, busco la bendita serie y se la pongo, tomo mi libro y no puedo dejar de mirarla mientras los minutos pasan y el primer capítulo avanza. Ella mira todo emocionada, sonríe y en serio siento que hasta mis manos sudan mientras queda encantada con todo.
Vamos, Karol. Piensa en que es solo una serie de niños y le gusta, piensa que es solamente una serie de niños y le gusta...
—¿Te divertiste mucho, mami?
—A veces. —musito sin dejar de mirarla.— ¿Segura que ya terminaste tus tareas?
—Si, mami. ¿Cuántos capítulos son?
—No recuerdo. —susurro.— ¿Ya tienes lista tu mochila?
—Sí, mami.
—¿Tu uniforme?
—Sí, mami. —se ríe.— ¿Irás a mi festival mañana?
—Obvio, mi amor.
Asiente, se acomoda en el sillón y sigue viendo la serie, suspiro buscando mi teléfono, indecisa le escribo a Lionel.
Bueno, para él es normal que Roma vea la serie, o esté al pendiente de sus redes sociales con la autorización y supervisión de sus padres porque las tiene literalmente desde que nació, pero necesito qué me diga qué tengo que hacer si me pregunta por Ruggero. Que da la casualidad que es su padre.
Que chistoso es el mundo, ¿no?
Lío me da una respuesta rápida.
Pregúntale a Giovanna, su instinto de madre protectora se activa como con todas las mujeres que son mamás, le pregunté a Amira y dice que le digas que fue un gran amigo y que ya no tienes contacto con él. Pero es que ya sabes que ella quiere que le digas ya que Ruggero es el papá.
ESTÁS LEYENDO
Little Woman's World
Storie d'amoreY si pudiese escuchar mi propio consejo, diría que soy todo lo que nunca pude ver.