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Mamá... Mamita, mi preciosa luz y motor para salir adelante.

Hoy cumplo doce años, todo a mi alrededor es perfecto, tengo un vestido blanco puesto, mi cabello, completamente lacio cae por mis hombros y una cinta adorna este.

No sé por qué te lo digo, sé que me ves, sé que estás sintiendo orgullosa mientras yo cierro los ojos, pido un deseo un soplo las velas.

Lo escuchaste, ¿verdad, mamá?

Ahora sabes cual es mi deseo.

Una lágrima rueda por mi mejilla, sé que te duele y que quieres limpiarla, pero la abuela lo hace por ti y tú solo sonríes.

No te preocupes, mami. Estoy bien, lo he estado desde que abandonamos ese lugar.

Sé que eres fuerte y estoy orgullosa de tenerte en mi vida.

¿Sabes? Hoy supe que papá tuvo a su tercer hijo, es una niña. Y se llama Amelia, es igual a su mamá.

Sé que está feliz, su sonrisa mientras abraza a mis hermanos me lo hace saber, tiene una familia hermosa y me alegro mucho por él.

Te juro que no guardo rencor, mami. Sé que está mal y a ti no te gusta.

Aún me duele lo que dijo aquella vez, y quisiera retroceder el tiempo para no haberlo escuchado. Quisiera poder decir que aún amo a papá, pero todo lo que sentía por él se ha desvanecido junto a mis esperanzas de una familia "normal".

Sé que es una gran personas, muy talentoso y cariñoso con los suyos. Pero sucede que yo no soy uno de ese grupo. Sólo soy una persona más.

Una que hace años estaba tan emocionada e ilusionada de tenerlo en mi vida. No sabes cuánto me arrepiento, mami.

Quizá si yo no deseaba conocerlo, hoy todo sería diferente.

Te escribo esto porque una vez finalizado todo, y que la gente se haya marchado, vuelvo a sentirme sola en una casa tan grande.

¿Por qué la compraste tan grande, mami?

Me gustaba más cuando solamente eran dos habitaciones la una frente a la otra.

Me gustaba más cuando me acostaba a tu lado y tú acariciabas mi cabello mientras me prometías que todo estaría bien.

Te amo tanto, mamá.

Y estoy tan orgullosa de ti.

Han pasado ya cuatro años, y yo aún no olvido todo lo que sucedió. No olvido la manera tan desesperada que llorabas.

Aún no olvido el miedo que sentí y la manera en la que deseé que todo fuese un sueño. Se siente tan mal, mamá.

Odio despertar en las noches y mirar hacia la puerta esperando que entres a calmarme.

Odio ya no ser una niña, tú niña.

Hoy también decidí cuál sería el camino que quiero seguir en la vida. Quiero ser psicóloga, mamita.

Y también decidí que los dieciocho es una edad adecuada para crear mis redes sociales, para entonces seré responsable, madura y los comentarios no van a dolerme como me dolieron aquella vez.

Te juro, mamá. Que jamás voy a perder el control, ya no voy a hacer que llores jamás. Ya no.

Y es que me siento tan culpable...

Yo sé que tú escuchaste mi deseo, mamá. Sé que lo escuchaste y deseo tanto que se haga realidad...

No tengo mucho por decir, solo que te amo. ¡Muchísimo!

Y jamás voy a cansarme de decirte que estoy orgullosa de ti, mucho.

Muchísimo, mamita linda.

Esto es por y para ti

Te ama, Emily Piña.

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¡Buen día para llorar!
Ya casi se acaba, que emoción :')
¿Quién lloró? Díganme para darles un chicle :3

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