Se remueve un poco en aquella cama, quejándose con suavidad al sentir sed y un poco de hambre, obligándose entonces a tener que despertar, no queriendo hacerlo al sentir una calidez abrazar su aún agotado cuerpo y unos brazos rodearle, dejándole una comodidad reconfortante que terminó aterrándolo cuando se dio cuenta de ello.
George abrió sus ojos de golpe, alejándose sin pensarlo de sea quien sea que dormía apegado a su cuerpo, terminando entonces por caer de lo que parecía ser una de las camillas que tenía en su casa, golpeándose fuertemente contra el suelo, quejándose adolorido mientras se retorcía un poco.
— ¿Estás bien? ¿Te caíste? — escucha una voz provenir de aquella camilla, alzando su mirada sólo para ver como una figura se asomaba para verificar que efectivamente se había caído, palideciendo entonces al ver de quien se trataba, recordando lo que había sucedido antes de caer inconsciente.
Estaba vivo, tenía hambre y se moría de sed, pero había logrado sobrevivir.
— Vaya, ¿Es costumbre de los humanos caerse de la cama cuando se despiertan? — le preguntó el rubio de ojos amarillos con curiosidad, ladeando un poco su rostro, simulando inocencia, una que sin duda no tenía aquel ser demoníaco — Has dormido por dos días enteros, ya comenzaba a aburrirme en este lugar.
George se sentó de a poco en el suelo, mirando al rubio como si se tratara de un bicho raro, y lo era, ¿Por qué aún seguía allí? No le sorprendía haber dormido tanto, después de todo era normal debido a que el rubio había tomado gran parte de su energía con el fin de poder salvar su vida no vida; sin embargo, creyó que Sapnap para ese tiempo ya habría venido por el vampiro y se lo habría llevado, no que continuaría apegado a él, abrazándole mientras dormía.
— Voy a ir al baño — musita mientras se coloca de pie, tambaleándose un poco, dirigiéndose a la salida de aquella habitación, aún se sentía agotado, pero ya no podía dormir más, no si aún esta ese hombre en su casa, pudiendo atacarle en cualquier momento para robar más de su sangre.
— Te acompaño — le escuchó decir, girándose entonces a verle, incrédulo.
— ¿Disculpa? — murmuró al ver como el rubio se colocaba de pie, siguiendo sus pasos con una sonrisa en su rostro, parecería como todo un ángel con inocencia, pero aquellos colmillos largos y puntiagudos le hacían recordar el tipo de demonio que era — Quiero... ya sabes, hacer mis necesidades a solas — le explicó haciendo una pequeña mueca, observando como aquel pareció comprender, asintiendo.
Suspiró para entonces salir de aquella habitación, observando como el sol de la mañana se adentraba por las ventanas de su casa, dirigiendo su andar lento hacia su baño, haciendo todo lo que necesitaba hacer allí y lavando su rostro con esperanza de despejar un poco el cansancio que sentía en ese momento por todo su cuerpo.
Observó su reflejo en el espejo, estaba pálido, más de lo normal, y poseía unas ojeras que se miraban peores a las que había acostumbrado a tener al no poder descansar correctamente por las pesadillas. Con cuidado tiró de su cabeza hacia un lado, tragando grueso mientras veía aquellos dos orificios en su cuello, desconoce si la marca va a llegar a desaparecer en algunos días, espera que si, pero de mientras, no podía llegar a salir a la calle así.
Con la yema de sus dedos tantea con cuidado alrededor de la marca, presionando suavemente, en busca de algún dolor e irregularidad, pero no parece encontrar nada hasta que tocó directamente aquella marca de los colmillos del rubio que perforaron su piel, quejándose adolorido, sin entender cómo era posible que aún doliera a pesar de que ya habían pasado dos días desde la mordida.
Esperaba no fuera como las marcas que dejaban los hombres lobo; cualquier mordida o rasguño, por más mínimo que fuera, siempre dejaría una cicatriz notable, se trataba de la esencia de ellos, las heridas que provocaban duraban marcadas de por vida en la piel, como un tatuaje mal hecho del cual jamás te podrás deshacer.
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Vampire | Dreamnotfound
Fanfiction➸George pasó gran parte de su vida estudiando cada ser sobrenatural, tratando con ellos y encargándose de cuidarlos en caso de que se encontraran gravemente heridos o enfermos; sin embargo, jamás en su vida había podido ver a un vampiro, aquella raz...