Capítulo Nueve

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Te he estado notando mucho más feliz en estos últimos meses, George.

El castaño de ojos bicolor alza su mirada para observar a su acompañante, aquel demonio de cuerpo cubierto por las sombras, con dos pequeños cuernos saliendo de su capucha y una cola puntiaguda sacudiéndose de un lado a otro con lentitud.

BadBoyHalo, no llevaba tantos años conociéndolo, pero sí que lo conoce desde sus inicios cuando estaba estudiando a las criaturas, vamos, él fue de sus primeros pacientes, pertenece a aquel grupo pero al contrario de los demás, está en contra de su voluntad y no puede hacer nada para salir de las garras de Jschlatt, por esa razón ambos se volvieron muy buenos amigos.

¿Tú crees? — ríe levemente George, continúa cortando algunos vegetales, desviando su mirada de su amigo que se hallaba sentado en el comedor.

Había llegado hace apenas unos minutos, nada por interés, sólo una visita amistosa donde ambos hablaban con tranquilidad de sus vidas, llegando algunas veces a sacar a la luz sus inseguridades y problemas, brindándose consuelo mutuamente.

Así era la amistad de ambos, un demonio y un humano, congeniando con tranquilidad, sin miedo de por medio. Bad era la excepción de los demonios sucios y traidores, principalmente porque él era considerado de rango bajo y paso toda su vida en el infierno. No hacía tratos con humanos, tampoco los mataba a menos que su jefe lo obligara.

Claro, ¿Desde cuándo sonríes tan a menudo sin razón aparente? — George detuvo lo que estaba haciendo, mirando sus manos por un segundo, negando mientras sentía sus mejillas arder ligeramente.

No es por nada en específico... Extrañamente todo ha estado tan tranquilo... — explicó con la mayor brevedad posible, no queriendo envolverse demasiado con el tema ni pensarlo mucho, simplemente limitándose a disfrutar de ese tiempo que muy poco se daba en él — Ayer visite a mi hermana, compre otra de sus pinturas.

Con el cuchillo señaló por un segundo tras el demonio, quien se giró a ver la pintura que recientemente había sido colgada en la pared. Un atardecer, pudiendo parecer una pintura tan simple, pero la belleza de esta misma y la sensación de calma que brindaba al apreciarla daba a entender que no era algo hecho porque si, era una obra pintada con amor, inspirando todos aquellos sentimientos que la artista plasmó en el lienzo con ayuda de sus pinceles.

Es increíble, como todo lo que hace — halaga Bad, a lo que George asiente, continuando con lo suyo — Ella... Ella aún no sabe quién eres... ¿Cierto? — el castaño borra su sonrisa de a poco, negando mientras sus ojos parecen volverse opacos por la tristeza.

El único familiar con vida que tenía, pero ella no lo sabía, era tan sólo un extraño, un desconocido.

Se queja mientras suelta el cuchillo, Bad se preocupa un poco, tiene intenciones de levantarse para ver que le sucedió a su amigo; sin embargo, queda completamente inmóvil en su lugar, con sus ojos completamente blancos y luminosos observando la escena en silencio.

George toma su dedo, ve la sangre salir de aquel corte, no era tan grave, pero si era lo suficientemente profundo como para que la sangre emanara de este. Abre sus ojos con sorpresa y tiene un pequeño sobresalto al ser su mano tomada con delicadeza por un tercero, relajándose luego al recordar de quien se trataba, estando ya un poco más calmado.

Aquella mano le guía hacia el fregadero, donde el grifo es abierto y el agua cae rápidamente. Su dedo herido es colocado bajo esta, dejando que el agua limpiara la herida y se llevara la sangre. El castaño se queja ligeramente por el ardor de aquella acción, pero nada que no pudiera sobrellevar.

Vampire | DreamnotfoundDonde viven las historias. Descúbrelo ahora