El castaño detuvo las caricias en el cabello pelinegro de su mejor amigo, limpiando con su pulgar las pequeñas lágrimas que quedaron en sus ojos enrojecidos al quedarse dormido luego de pasar las siguientes horas, después de la noticia, llorando.
George había tomado una decisión, no iba a arrepentirse y Sapnap no tuvo de otra más que aceptarlo; sin embargo, cierto rubio de ojos verdes no parecía aceptarlo aún.
Los ojos bicolor del humano se fijaron en aquel reloj de su habitación, bufando antes de salir de entre los brazos del pelinegro para ir tras el vampiro quien se hallaba en el tejado de aquella casa. Llegar allí no era sencillo, pero logró acceder desde una ventana, trepando hasta el tejado y mirando como el rubio continuaba allí a pesar de ya haber pasado horas desde que el demonio se fue.
Su mirada parecía estar en el cielo, pero con sus manos parecía estar jugando con un objeto, descubriendo al acercarse que se trataba de un frasco delgado y largo, con un líquido rojizo contenido en este mismo. George no supo por qué tendría aquello, aun así se sentó al lado de este, viendo como escondía dicho frasco entre sus manos pero sin despegar su mirada del cielo.
— El sol va a comenzar a salir dentro de una hora — le avisó con suavidad y calma, girándose a ver su rostro, observando la expresión fría y notando como entonces parecía ignorarle, puesto que no le importó lo que dijo — Morirás como el sol te alcance...
— Es mi vida, no la tuya — es lo que responde el vampiro, repitiendo casi las mismas palabras enojadas que había musitado el castaño horas antes, frunciendo ligeramente su ceño mientras optaba por recostarse en el tejado, dándose media vuelta para darle la espalda al humano.
George suspiró ante la actitud defensiva del mayor, acostándose de igual manera que el rubio, con la diferencia de que su mirada iba con su espalda, acercándose lentamente con intenciones de abrazarle para darle consuelo, pero el vampiro no tardó nada en alejarse, negándose ante la muestra de afecto del más bajo.
Si fuera un humano, en ese momento sus ojos serian cascadas de lágrimas y su cuerpo estaría lleno de espasmos ante sus sollozos; estaría cayéndose a pedazos. Sin embargo, solo puede sentir la tristeza y el dolor por querer llorar y no poder hacerlo debido a las funciones de su organismo que estaban muertas.
— Dream... Por favor... — intentó posar su mano en su brazo, pero este no se dejó, apartándolo casi de inmediato — Ya deja de actuar como un niño, ¿Si? No voy a continuar por mucho más tiempo aquí y no voy a tolerar esa actitud de tu parte.
— Entonces lárgate — dice con frialdad, haciendo una mueca con su rostro pero sin girarse a mirarlo.
— No voy a dejarte aquí — la sentencia del castaño provoca que el vampiro tome asiento rápidamente, girándose a verlo aún con su ceño fruncido y su expresión enojada, pero con sus ojos brillando con un dolor indescriptible.
— ¡¿Entonces qué mierda quieres que haga?! ¡¿Quieres que te de un abrazo y me despida de ti como si nada?! ¡¿Cómo si no me afectara?! — George calla al ver la furia y la tristeza del más alto, sin saber exactamente que responder, sólo dejando que continuara — ¡No puedo actuar como si nada de esto me afectara! ¡¿Acaso debo felicitarte o algo, George?! ¡¿Estar orgulloso por todo esto?! ¡Pues lamento informarte que no puedo! ¡No puedo fingir algo que no siento! ¡No voy a estar feliz por el hecho de que vas a morir dentro de unas horas!
— No te estoy pidiendo que estés feliz...
— ¡Pero piensas que esto es fácil de asimilar y aceptar! Y sorpresa George ¡No lo es! — la voz del vampiro se cortó en la última frase, teniendo un nudo en su garganta y cerrando sus ojos al sentir como estos ardían, sin poder derramar lágrima alguna — N-No es justo... Sólo quiero una vida a tu lado pero jamás podre tenerla — se abrazó a sí mismo, bajando su mirada mientras se sumía en el silencio de la noche, intentando calmar sus emociones alteradas y revueltas, siendo casi imposible lograrlo — Estoy maldito...
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Vampire | Dreamnotfound
Fanfiction➸George pasó gran parte de su vida estudiando cada ser sobrenatural, tratando con ellos y encargándose de cuidarlos en caso de que se encontraran gravemente heridos o enfermos; sin embargo, jamás en su vida había podido ver a un vampiro, aquella raz...