TRES DÍAS DESPUÉS......
FIN DE SEMANA.
En un lujoso yate privado propiedad de Álvaro Santillana se encontraba él y sus amigos disfrutando de una espectacular tarde de playa, entre bebidas, buena música y por supuesto, mujeres hermosísimas para escoger. Modelos reconocidas se hallaban en sus diminutos bikinis y trajes de baño, mostrando esos cuerpazos a fuerza de tanta dieta y gimnasio. Álvaro no estaba del todo de buen humor, pues Stefanía no se cruzó con él en los anteriores tres días y eso lo molestó muchísimo, pero fue su culpa, aunque no. Él es un mujeriego y no será fácil dejar de serlo si quiere una relación seria con la conejita.
-¿Y esa cara?-Luciano se acerca lentamente.
-Nada que no se pueda quitar con una buena follada...-Alvaro toma un sorbo de su trago ajustando las gafas de sol.
-Eso es cierto...-Dice el otro sin verle.
-¿Que tanto ves?-Me doy la vuelta y observo su teléfono.
-Es Keila... la mejor amiga de Stefanía...-Respondí sin importancia.-Subieron una foto con unos amigos... salieron muy guapas.-Álvaro arrebata mi teléfono y frunció el ceño. ¿Que le pasa?-Oyeee que te pasa eh...-Quise quitarle mi teléfono.
-Toma...-¡Malditos celos! ¿Con quién anda eh? ¡Maldición! Apreté el vaso para calmar la furia.
-Salieron guapas no.-Agrego más combustible a los celos ridículos de mi hermanito.-
-Si...-Murmuro pasando por su lado.-Yo también voy a salir guapo...-Murmura sonriente y con malicia acercándose a una de las rubias que están en el yate.
AL OTRO LADO DE LA CIUDAD.
En un cómodo y agradable restaurante se encontraba Keila con sus amigos y Stefanía. Todos reían y disfrutaban de las ricas y refrescantes bebidas, pidieron una cabina VIP para cantar karaoke y bailar. Una enorme pista de boliche era el otro atractivo de los chicos, se tomaron fotos mientras hacian los lanzamientos y por supuesto las colgaban en Instagram.
-Nooooo...-Keila abre su boca a más no poder.
-¿Que pasa?-Se queja Stefanía con una bola de boliche en la mano.
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Enamorada del Doctor. ¿Jugamos muñeca?
Romance-¿Y bien?...-Pregunto tentativo disfrutando de su timidez. -Yo... director Santillana...-Me intimida con su mirada y parece que lo disfruta.-Quiero disculparme por lo que sucedió en el restaurante...-Elevo una ceja seriamente y el me ve sin expresió...