-¿Y bien?...-Pregunto tentativo disfrutando de su timidez.
-Yo... director Santillana...-Me intimida con su mirada y parece que lo disfruta.-Quiero disculparme por lo que sucedió en el restaurante...-Elevo una ceja seriamente y el me ve sin expresió...
Una dulce e íntima velada en un reconocido hotel de la ciudad de Miami, fue el escenario perfecto y escogido por Álvaro Santillana y Stefanía Alarcón para celebrar su boda. ¡Sí, se casan los conejitos! La hermosa novia está radiante en su pancita y luce un vestido de novia espectacular, ya se siente mucho mejor y puede tolerar el trote de su boda. Álvaro por su parte está guapísimo en su vestimenta de novio, la prensa se volvió loca con la noticia y en seguida rodearon el hotel para adquirir algún chisme, pero era imposible, solo los familiares y amigos más cercanos pudieron estar presentes la noche de hoy.
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—Ava no deja de moverse...—Murmuro frotando mi pancita.
—Está feliz por sus papás... ¡Se casan!—Dice Keila sonriente colocando una diadema en el cabello de Steffi.
—Sí, hoy nos casamos. Pero mi tío Harry no quiere hablarme...—Hice un puchero triste.
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—Tienes que entenderlo... por andar discutiendo con Álvaro, casi pierdes a la bebé. Además, le distes un insulto por la pelea con Álvaro...—Explico con calma y luego una mueca.
—Tienes razón... pero mi tío Harry debe comprender que Álvaro es el papá de mi beba... y yo lo amo.—Murmuro.
—Tranquila... ya se le pasará el enojo.—Me he encargado todos estos días de hacerlo felíz. Reí internamente.
—¿De qué ríes?—Le echo un ojo pícara.
—Nada...—Respondo sin más.—Vamos...—Le ayudé a levantarse.—Quedaste hermosísima...—Aliso su vestido suavemente y froto su panza enorme.
Stefanía baja lentamente las escaleras que dirigen al salón de eventos. Cientos de adornos florales estaban por todo el alrededor, era un completo jardín dentro del lujoso hotel. Al pie de la escalera le espera su apuesto tío Harry, toma su manita y la besa tiernamente, una pequeña lágrima rodó por la mejilla de él y Steffi la limpió con ternura. Con la dulce melodía Stefanía avanza lentamente hasta donde se encuentra el encantador novio y el juez. Álvaro tomó su mano delicadamente dejando un casto beso en el dorso y frota su mejilla.
