Enamorada del Doctor. ¿Jugamos muñeca?

CAPÍTULO 31 🌹

Ésa misma noche...

Cabaña de Stefanía

—¿Álvaro puedes arreglar la puerta?—Esperé a que saliera del baño para hablarle.

—Cuál es la prisa, si aún no me has dado mi premio...—Responde sarcástico.

—Ya te dije que el juego se acabó...—Reproché furiosa señalando su cara.

—No estás calificada para decir eso...—Elevo mi cejita.

—Llamaré a las chicas...—Paso por su lado y me vuelve a tomar del brazo.—¿Que deseas?—Me puse más seria viéndolo a los ojos.

—Quiero saber algo...—Pone de nuevo un brazo sobre su cabeza.

—¿Algo como qué?—Me cruzo de brazos sin dejar de verle.

—Espero que no me mientas al contarme...—Amenacé seriamente.

—No tengo porqué mentirte...—Menciono cortante.

—¿Cómo fué nuestra primera vez juntos?—Abrió su linda boquita.—Cuéntame...—La cerró y se pone a ver a otro lado.

—¿Tiene que ser precisamente eso?—Parpadeo varias veces.—Hay otras cosas que puedo contarte con más detalles. Por ejemplo cuando nació Ava...—Mis mejillas están sonrojadas de seguro.

—No. Quiero saber eso...—Acoto muy serio y ella suspira profundamente.

—De acuerdo...—Me rendí.—Fue una noche que llegaste molesto del hospital porque yo me había venido primero... Yo vivía contigo, no sé si recuerdas que mi tío Harry apostó la casa y la perdió. Luego antes de eso él fue herido y se vió mal y tú me ayudaste al respecto...—Tomo aire para seguir.

—¿Por qué estaba molesto?—Pregunta seriamente.

—Por...—Lo veo un momento y decidí no decirle lo de Nicolle. Negué ese hecho de inmediato.—Por un mal entendido... ¡No preguntes! Me haces salir del relato...—Rodé los ojos e inhalo aire para seguir hablando.—Tú me alzas en tus brazos y me hiciste muchas cosquillitas con tu aliento en mi cuello, y yo reía y te besaba mientras me llevaste a tu habitación. Luego me dijiste...—Tragué duro viendo al suelo.

—Esta noche será especial...—Dicen unísono los dos y ambos se quedaron viendo por largo tiempo sin comprender lo dicho.

—Por qué me haces relatar la historia si sabes los hechos...—Me quejé molesta con él.

—Es lo único que recuerdo...—Digo sin prisa.—¿Después que pasó?—Pregunta una vez más.

—¡No te contaré eso!—Lo aparté rápidamente frotando mis mejillas.

—¿Por qué no?—Pone sus manos en la cintura.

—¡Porque no Álvaro!—Pisoteé el suelo.—Por favor arregla la puerta... Necesito cambiarme.—Veo mi camiseta empapada notándose mi brassier.

—Termina la historia...—Me cruzo de brazos serio.

Stefanía resopla con fastidio y se calla haciéndose a un lado.

—¿Me ignoras?—Se gira rápidamente frotando sus brazos.

—Basta Álvaro...—Empecé a llorar y separó sus brazos.—Si no recuerdas nada me es imposible contarte todo lo que hicimos...—Me senté en el sofá tapando mi cara.—Por favor déjame ir...—Murmuro entre lágrimas.

—No.—Respondí cortante.

—¿Por qué si me odias tanto? ¿Para qué tenerme cerca entonces?—Lo veo entre mis manos.