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El día estaba soleado pero nuestra querida Ginny no estaba dispuesta a disfrutarlo, pues tenía que esperar la respuesta del medimago a su prueba de embarazo, la noche anterior se había hecho una prueba muggle pero ahora debía confírmalo definitivamente.

Algo en su interior le decía que enserio estaba embarazada así que ya estaba pensando en su cabeza como decírselo a Harry. Mediante indirectas sería muy difícil ya que probablemente Harry no las entendería así que mejor se lo decía directamente.

El medimago entro a la habitación con un sobre que abrió frente a la pelirroja que lo miraba con curiosidad y la misma vez nerviosismo, el hombre esbozo una sonrisa sincera y miro con admiración a la joven frente a él. Ya estaba al tanto de quien era ella, esposa del gran Harry Potter y ambos juntos salvaron al mundo mágico y muggle, todos sabían que ella se había cansado con el azabache, y al medimago le emocionaba ser el primero en saber que estaban esperando un hijo.

--Felicidades señor Potter. Usted está embarazada-- confirmo el hombre y Ginny se tapó la boca tratando de ahogar un grito de emoción

--¡No puede ser!-- chillo emocionada y el medimago sonrió

--Felicidades enserio. Aquí tiene sus pruebas. Tiene tres meses de embarazo-- le conto y ella sonrió tomando los resultados

Les echo ultimo vistazo totalmente emocionada, su familia se volvaria loca pero se alegrarían por ellos, ahora solo le quedaba contárselo a Harry.

--¡Muchas gracias enserio!-- dijo Ginny estrechando la mano del hombre que hizo un ademan con la otra mano para le quitara importancia

--No importa. Todo por la salvadora del mundo-- Ginny sonrió y salió de San Mungo casi corriendo

Estaba sumamente feliz, no podía enserio describir la emoción que sentía en esos momento, seria madre y junto con Harry formarían una grandiosa familia, no estaba segura de cuantos hijos tendrían pero sí que serían sumamente felices.

La pelirroja paro en un callejón cercano y se aparecio frente a Grimmauld Place, Sirius se había ido de nuevo a la casa de Remus, en los últimos días vivía mucho más alla que con ellos pero eso no les molestaba. Ella entro a la casa soltando un chillido de emoción y dejo descansar la espalda en la puerta mirando el techo con anhelación.

--¿Ginny estas bien?-- pregunto Harry desde el final del pasillo asustando a la pelirroja que se tocó el pecho recuperando el aliento y guardo rápidamente los resultados en el bolsillo de su pantalón --¿Paso algo?-- pregunto de nuevo preocupado y ella le sonrió tiernamente

--Para nada amor solo que... tengo algo que decirte-- le comento dándole un corto beso en los labios

--Si quieres hablamos después del almuerzo, te prepare algo especial ya que siempre lo haces tú-- respondió el abrazándola

--¡No debiste hacerlo amor...!--

--Te lo mereces-- la interrumpió el y beso su frente --Ven vamos a comer, que debes estar hambrienta--

La pelirroja asintió totalmente eufórica y ambos se sentaron en el comedor a disfrutar de la deliciosa comida que había preparado Harry. Él también tenía un buen don para la cocina y cualquier cosa que preparara sabia delicioso, aunque el había aprendido para atender a los Dursley ahora esos conocimientos le servían para atender a su esposa.

El azabache noto la emoción con la que Ginny comía, le pareció muy extraño ya que ella no comía demasiado pero esta ocasión era diferente, parecía que no había comido en días, se decidió por no comentar nada, ya estaba al tanto de que ella le ocultaba algo en su mente y esperaba que ella misma le dijera.

One Shot de Harry y GinnyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora