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Los primeros rayos de sol de la mañana le pegaron de nuevo en el rostro, anunciando que otro nuevo día estaba llegando, pero aun así estaba muy cansado así que le dio la espalda a la ventana y se volvio a dormir sintiéndose en paz, y también sin percatarse de que su esposa Ginny no estaba acostada a su lado.

Poco después fue despertado por mucho movimiento en la cama, abrió los ojos con pereza encontrándose con sus dos hijos, James de 10 años y Albus de 8 años, que saltaban en su cama para despertarlo para que les hiciera el desayuno.

--¡Vamos papa! ¡Mama se despertó temprano para el entrenamiento! ¿Recuerdas?-- pregunto James confundido y sin parar de saltar, al igual que su hermano que simplemente lo copiaba

--¡Ya voy!-- gruño Harry cerrando los ojos de nuevo

Sí, había olvidado por completo que Ginny tenía entrenamiento de Quidditch, ya que esta iba a ser su última temporada quería dar todo de ella para cerrar con broche de oro y así despedirse finalmente del deporte. Harry se acordó que había pedido ese viernes libre para cuidar a los niños pero ahora se estaba arrepintiendo, pues nunca los había cuidado sin Ginny, ¿Pero qué tan difícil puede ser para el salvador del mundo?

Con muchos ánimos se levantó y bajo hasta la cocina donde lo esperaban todos sus hijos, después de saludarlos como se debe camino hacia la cocina tratando de pensar en que hacer de desayuno.

--Mama siempre hace sándwiches-- dice el pequeño Albus desde el marco de la puerta

--¡Gracias Al! Regresa a la sala pequeño, papa se encargara todo-- le aseguro y el niño sonrió para regresar con sus hermanos

El azabache mayor sonrió para después borrar esa sonrisa y voltearse hacia la cocina, ahora sabía que debía hacer unos sándwiches para el desayuno y también para que los niños se los llevaran a la escuela muggle de almuerzo, pero otra pregunta creció en su mente ¿Con que rellenaría los sándwiches?

Se encogió de hombros y saco mermelada y pan y se puso manos a la obra. Para resumir un poco, pues nuestro querido protagonista quemó los primeros panes mientras su hija Lily le mostraba sus dibujos, casi sin remedio tuvo que colocar de más y los quemados se los comería él despues.

Cuando por fin termino tomo todos los platos y los llevo hasta la sala llevándose la sorpresa de que ya sus hijos estaban listos y preparados para la escuela, James estaba en la puerta impaciente mientras Albus ayudaba a Lily a colocarse su mochila.

--Tranquilo papa, desayunaremos en la escuela-- dijo James tomando los platos con los panes y metiéndolos en bolsas para después repartírselos a sus hermanos

--Si claro-- respondió Harry inseguro preguntándose ¿Cuándo habian madurado tanto sus hijos?

--¡Ya es hora!-- anuncio Lily mirando su reloj de Mickey Mouse y caminando hacia la puerta siendo seguida por su hermano Al

--Vamos entonces-- confirmo Harry y toda la familia salió de la casa

Cuando estuvieron todos en el auto, Harry arranco y emprendieron el camino, durante ese tiempo nadie hablaba, de repente Lily intercambiaba unos cuantos murmullos con sus hermanos pero el azabache mayor no lograba escucharlos y tampoco se esforzaba en preguntar. Una vez llegaron a la escuela y Harry hubo estacionado los menores se bajaron de un solo salto casi sin esperar la despedida de su padre.

--Adiós pa-- se despidieron James y Albus y entraron corriendo a la escuela

--Adiós papi, ten un buen día-- se despidió Lily --Recuerda que tienes que hacer las compras, mama te dejo en la mesa de la cocina la lista-- le siguió diciendo y cuando él asintió la pequeña le dio un beso en la mejilla y entro corriendo a la escuela a la misma vez que sonaba el timbre

One Shot de Harry y GinnyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora