[VI]

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Dos días después, Hongjoong estaba muerto de nervios en su habitación siendo maquillado por Yeosang, pues ese día Seonghwa tendría que proponerse oficialmente.

Luego de que les hicieron saber su decisión al consejo, su madre se comunicó con los reyes de Mist y acordaron el compromiso. La boda se llevaría a cabo dentro de tres semanas y media, así que creyeron que sería bueno que los príncipes tuvieran al menos dos citas antes del evento para conocerse mejor.

Seonghwa debía proponerse a Hongjoong ya que era el alfa y debían seguir la tradición. Al omega le parecía una estupidez porque después de todo él fue el que eligió al hombre como su futuro esposo, pero no les quedaba de otra.

Así que ese día se llevaría a cabo la propuesta, donde Seonghwa debía pedir oficialmente la mano del omega a su madre, frente a su familia. 

Hongjoong no sabía cómo sentirse al respecto, pues su lobo parecía ansioso por ver al pelinegro, sin embargo él no estaba tan contento. Pensar en todo el asunto de la boda solo le recordaba que los demás no creían en él solo por su naturaleza y le molestaba, pero no tenía otra opción si es que quería gobernar.

Así que ahí estaba, viendose al espejo con el conjunto elegido por su amigo, era elegante pero simple, una camisa blanca, pantalones  de tela negros y algunos accesorios.

Cuando tocaron la puerta supo que el momento llegó, se despidió de sus amigos y abrió la puerta respirando profundamente. Se encontró con su guardaespaldas, quien le sonrió cortamente e hizo un gesto para invitar al príncipe a seguirlo -Están esperando en el salón principal.

Hongjoong avanzó con pasos decididos, "eres fuerte, puedes con esto", se decía. Pero toda su seguridad flaquea cuando al llegar a las puertas del salón, inhaló el olor a menta del alfa.

-¿Estás listo?- Mingi sabía lo alterado que el omega había estado los últimos días, sólo quería que estuviera bien.

Hongjoong lo miró intentando aparentar una seguridad que no sentía y asintió, pero no logró convencer al alfa.

-Hey, tranquilo. Estaré justo detrás de ti, dispuesto a saltar al alfa a tu señal- intentó bromear para relajar a su amigo y logró su cometido. 

Las puertas se abrieron repentinamente, revelando a los amigos mirándose risueños, quienes al darse cuenta de que fueron descubiertos recobraron la compostura y se inclinaron a modo de saludo, adentrándose a la habitación. 

Un gruñido nacía en el pecho de cierto alfa pelinegro, pero se obligó a calmarse. No estaba en posición de hacer ninguna escena.

Los presentes estaban sentados en los sofás en medio de la sala, charlando, exceptuando a un alfa parado a un costado del príncipe de Mist.

Se levantaron para recibir a los recién llegados con una reverencia.

Cuando el omega hizo contacto visual con el alfa, se dió cuenta que ya no había vuelta atrás…

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-Espero que Hongjoong esté bien- Wooyoung estaba preocupado por su amigo después de ver su estado en los últimos días.

-Estará bien, es fuerte- Yeosang intentó calmarlo aunque él se sentía muy diferente al otro.

Los omegas se dirigían a la salida del palacio luego de ayudar a Hongjoong a prepararse para la ocasión.

Los dos chicos se estaban preparando para mudarse a las cercanías del palacio pues de esa manera se les facilitaba el trabajo de ser los estilistas del príncipe, en especial ahora que se venía la boda y luego la coronación, además el sector que eligieron les queda cerca de su tienda también, haciéndolo aún más conveniente.

Cuando se acercaron al estacionamiento, Wooyoung metió una mano a su bolsillo para sacar un caramelo, sin darse cuenta de que dejó caer las llaves de su auto. 

-Tengo que ir a buscar unas cosas a la casa de mis padres, así que nos vemos más tarde- le informó Yeosang, subiendo a su auto.

-Nos vemos- Wooyoung lo despidió con una mano y se dispuso a imitar los pasos de su compañero, sin embargo se alteró cuando no encontró las llaves de su auto. 

Miró rápidamente el piso pero no vió nada, suspiró frustrado cuando llegó a la conclusión de que lo más probable es que estuvieran en la habitación de Hongjoong. 

Estaba dispuesto a devolverse en sus pasos, maldiciendo por su estupidez, para entrar al palacio pero una voz lo detuvo.

-¿Buscaba esto?- cuando el omega levantó la mirada, se encontró con un alfa que tintineaba las llaves frente a su cara, lo reconoció como el guardia real de la fiesta.

-¡Si! ¿Dónde estaban?- el alfa apuntó a unos metros detrás suyo mientras se acercaba a entregarle las llaves a su dueño.

-Pero que torpe soy, muchas gracias…- se quedó alargando las últimas letras, esperando saber el nombre del apuesto guardia.

-San- respondió el alfa extendiendo una mano.

-San, es un placer. Soy Wooyoung- el omega sonrió coqueto, estrechando la mano del alfa.

-El placer es todo mío- San respondió dando un suave apretón a la mano del omega. 

Esto recién estaba empezando…

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La propuesta se llevó a cabo sin mayores inconvenientes.

Luego de que el omega entrará a la sala, se llevaron a cabo todas las tradiciones correspondientes.

Seonghwa saludó cortésmente a la reina y le pidió el permiso para tomar la mano de Hongjoong, cuando el pedido fue concedido,  el alfa se arrodilló frente al omega ofreciendo una joya de la familia, en este caso un hermoso anillo de oro con una piedra púrpura, una amatista.

Hongjoong la recibió, cerrando así el compromiso de ambos príncipes. 

Seonghwa se levantó y le dedicó una sonrisa al omega, pero esta desapareció de su rostro al ver la fría mirada que le dirigía el guardaespaldas del otro príncipe.

Hongjoong se volteó al ver la expresión del alfa y le dijo a su amigo solo moviendo los labios "Ya basta Mingi". Este obedeció pero aún así no bajó su guardia, sabía que ese alfa era el responsable de la inestabilidad de su amigo.

Invitaron a cenar a la familia real de Mist, para aprovechar de discutir asuntos referentes a la boda y conocerse un poco más, ya que pronto serían familia. 

La cena transcurrió sin mayores problemas, decidieron que la primera cita de los príncipes sería mañana. 

Hongjoong apenas probó bocado, estaba demasiado alterado por la presencia del alfa como para poder tragar algo. Su lobo solo quería estar más cerca del alfa pero él estaba alerta, aún no sintiéndose seguro de las intenciones del príncipe.

Más de una vez cruzaron miradas pero no las mantuvieron mucho tiempo, tampoco cruzaron más palabras de las necesarias.

Cuando los invitados se fueron, Hongjoong se fue a su habitación dispuesto a dormir, sintiendo un vacío en su pecho que intentó ignorar. 

Antes de dormir, vió la cajita de terciopelo en su tocador y se dispuso a admirar el anillo que le ofreció el alfa. 

Inconscientemente una sonrisa adornaba su rostro, pero al darse cuenta carraspeó y se recostó, quedando dormido profundamente minutos después.

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ROYALTY | SEONGJOONGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora