ROYALTY | SEONGJOONG

EXTRA IV

°Especial JongSang°

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Si a Yeosang le hubieran dicho años atrás que viviría felizmente con una marca en su cuello, no hubiera creído una palabra.

Pero ahí estaba ahora, enredado entre las sábanas con Jongho abrazando su cintura como si su vida dependiera de ello.

Si se lo preguntaban, Yeosang ni siquiera dudaba en responder.

Si, estaba completamente feliz.

Fue después de que pasaran unos meses sin ser nada oficial, Yeosang decidió que estaba listo para dar el paso.

Y fue él quien se confesó a Jongho esta vez.

Yeosang siempre había sido sencillo, así que no hizo nada extravagante como Wooyoung lo haría.

Ya había pasado un tiempo desde que Jongho se quedaba a pasar la noche sin tener que preguntarlo.

Y fue en una de esas noches, mientras veían una película tirados en el sillón que el omega lo dijo.

-Jongho... te amo.

El beta, sin dar crédito de lo que sus oídos escuchaban casi se ahogó con su propia saliva.

-De verdad. Quiero estar contigo...

Jongho no necesitó nada más para lanzarse al omega y tomar sus labios entre los suyos para desatar toda esa bruma de sentimientos que se había esforzado en contener.

Esa fue su primera noche juntos de muchas más.

Y cuando el beta lo marcó, Yeosang lo recuerda con completa claridad.

Fue un par de meses después de que se hicieran una pareja oficial, cuando Yeosang entró en celo.

Jongho había insistido en que él podía irse si es que así lo quería Yeosang, pero el omega quería que se quedara, quería ser suyo y que el otro fuera suyo también.

Él se sentía listo para que así fuera.

Puede decir con seguridad que esa fue una de las mejores noches de su vida. Sintió que era lo correcto, que todo estaba destinado para llevarlo a ese momento.

Jongho siempre fue cuidadoso y considerado con él. Y Yeosang se entregó completamente a ese beta que se robó su corazón; en cuerpo y alma.

Cómo prometió que jamás se entregaría a nadie.

Pero él también merecía ser feliz.

Aunque las cosas nunca salen como uno las planea.

Fue cuando fueron a cenar para su primer aniversario que volvió a verlo.

El maldito bastardo que jugó con él y lo rompió cual delgado cristal.

No lo veía desde que lo humilló y lo dejó atrás como si fuera nada. Por lo que tenerlo en frente después de tanto tiempo fue un gran impacto para él. Nunca creyó que seguiría afectándole así.

Estaban sentados, comiendo de lo más felices cuando ingresó por la puerta junto a una mujer. Yeosang lo vio directamente pues Jongho era el que le daba la espalda a la puerta.

Y para su mala suerte, el bastardo también lo había visto. Le dio una sonrisita altanera que no hizo más que darle náuseas.

Comenzó a sudar frío porque el hombre escogió una mesa frente suyo a propósito.