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Muchas cosas habían cambiado desde que Yeonjun llegó al palacio.
Empezando por el consejo. Los reyes de Aurora le habían dado la noticia al pueblo del reclutamiento de los nuevos miembros y muchas personas creyeron que era la oportunidad que necesitaban. Así que después de hacer algunas entrevistas, encontraron a algunos con ideas bastante innovadoras que podrían ayudar en gran medida al pueblo.
Ahora era un verdadero consejo.
Y sus reyes nunca dejaron de sorprender al pueblo de Aurora. Después de la noticia de que habían adoptado a un niño, los índices de adopción incrementaron en gran medida pues dejó de ser un tema tabú.
Fue un gran incentivo para que aquellas parejas que siempre quisieron esa oportunidad se atrevieran a dar el paso.
Pero no solo eso, también muchas cosas habían cambiado en la vida de Yeonjun; algunas para mejor que otras.
Un ejemplo de ello es que tuvo que adaptarse a la vida de la realeza. Al principio no fue fácil, pues era solo un niño y estudiar y aprender nuevos modales y tradiciones no le parecía lo más entretenido.
Sin embargo, los lindos momentos que había vivido junto a sus padres habían hecho que valiera completamente la pena todo esfuerzo.
Desde esas primeras noches en donde ambos permanecieron con él, cantando o contando historias pues él tenía miedo de dormir solo.
O la primera vez que lo llevaron al bosque con ellos y le enseñaron todo lo que necesitaba saber cuándo se presentara y se transformara por primera vez. Corrieron entre los árboles hasta cansarse e incluso conoció el escondite (ya no tan) secreto de su padre Hongjoong.
Incluso aquel primer cumpleaños que pasó en el palacio, donde llevaron a todos sus amigos del orfanato para que pasara ese especial día con ellos. El mejor cumpleaños de su vida.
Sin duda, Yeonjun estaba demasiado agradecido con ellos pues le habían dado un hogar y el todo el cariño que alguna vez anheló, incluso más.
Pero fue cuando acababa de cumplir los 12 años que le dieron una noticia que llegó a cambiarlo todo.
Supo que algo sucedía cuando en la cena, ambos mayores estaban demasiado callados. Generalmente después de que Yeonjun terminaba de entrenar con Mingi o Yunho, lo llenaban de preguntas de cómo había sido su día.
Pero esta vez nada. Solo miradas furtivas que lo ponían demasiado nervioso.
Así que hizo lo que le pareció más lógico; consultarles él mismo que era lo que pasaba.
Y la respuesta casi lo tira de la silla.
-Yeonjun ¿Qué piensas de tener un hermanito?
Completamente descolocado, pensando desde la perspectiva de un preadolescente celoso, contestó de inmediato -Por supuesto que no.
Si bien, cuando era pequeño estaba acostumbrado a estar rodeado de más niños, ahora que tenía el completo cariño y la atención de sus padres, la idea de compartirlo no le hacía mucha gracia. Suficiente tenía con sus primos.
Hongjoong frunció el ceño, dispuesto a enfrentarlo. Sin embargo se detuvo al sentir la mano de su esposo tomar la suya por debajo de la mesa para que se mantuviera tranquilo.
Seonghwa miró al joven peli rosa con una sonrisa algo divertida -¿De verdad te molesta tanto la idea?
Sin ni siquiera pensarlo demasiado, asintió.
-Pues lamento informarte que ya es demasiado tarde.
Ante las palabras de su padre alfa, levantó la mirada de su comida, viéndolos a ambos con los ojos abiertos tan grandes como el plato frente suyo-¿Q-qué?
Hongjoong también sonrió con diversión -Tal como escuchaste. Vamos a tener un hijo.
Después de pararse aún en shock, sin ni siquiera decirle algo a sus padres ni detenerse ante sus llamados, se encerró en su habitación.
No podía creer que eso le estuviera sucediendo a él. ¿Un hermanito?¿Una estúpida bola fétida que no hará más que comer, llorar y llevarse el cariño de sus padres? Tenían que estar bromeando.
Pero no. No era una broma.
No les habló por días, demasiado dolido con que fueran a traer a alguien a la familia sin ni siquiera preguntárselo. ¿Él también era un miembro de esa familia verdad? Tenía derecho a decidir sobre estas cosas también.
Intentó buscar consuelo en sus amigos y Soobin. Pero solo lo encontró cuando habló con la mujer que amaba con su vida: su abuela.
Le explicó las razones por las que le molestaba tanto y ella solo le dijo hechos.
-Ay mi niño. Solo estás asustado. Pero no tienes por qué estarlo. Tus padres te aman con todo el corazón, no te dejarán de lado por nada del mundo.
Y que le dijera eso mientras acariciaba su cabello no hizo más que hundirle en su pequeña nube de tristeza.
-Además, esto es algo muy importante para ellos ¿sabes? Lo llevan deseando desde hace mucho.
Yeonjun no entendía por qué era tan importante. Pero siguiendo el consejo de la mujer, decidió preguntarles él mismo.
Así que un día fue a su habitación y se lo preguntó directamente a su padre omega.
Hongjoong le indicó que se sentara a su lado en la cama con una sonrisa maternal mientras sacaba de uno de los cajones de las mesitas de noche un sobre blanco.
-Yeonjunie, hace algunos años perdí a alguien muy importante para mi- le dijo mientras le pasaba el sobre.
Se sorprendió cuando al abrirlo, en su interior se encontró con lo que reconoció como una ecografía.
-Y tú llegaste a nuestras vidas en el momento justo, eres nuestro rayito de esperanza.
Yeonjun sintió ganas de llorar de repente. Y no se negó. Dejó salir sus lágrimas mientras enterraba el rostro en el cuello de Hongjoong como tanto le gustaba hacer. Se sintió como un tonto egoísta.
El omega acarició sus cabellos -Y llevar una vida dentro de mí es importante para nosotros porque de verdad queríamos que pasara. Durante mucho tiempo tuve miedo de permitirlo y que la historia se repitiera. Pero hoy... hoy de verdad quiero intentarlo.
Yeonjun asintió, sollozando más fuerte en los brazos de su padre.
Después de aquella conversación, su enojo se dispersó. No así su miedo.
Pero cuando vio por primera vez a ese bebé rosado y rellenito envuelto en mantas, no le importó nada más.
Resultó que ahora tenía una hermanita, Ryujin.
No pasó mucho antes de que la niña se convirtiera en la luz de sus ojos.
Y es que era simplemente adorable; pero muy inquieta y traviesa también.
No quería despegarse de ella por nada del mundo; si sus padres dejaran de quererlo por la niña, lo entendería completamente.
Pero eso no pasó. Sus padres no dejaron de amarlo, al contrario, parecían estar más llenos de amor que nunca.
Definitivamente muchas cosas habían cambiado en la vida de Yeonjun, ahora tenía una familia y un hogar.
Y a él le encantaba.
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ROYALTY | SEONGJOONG
FanfictieLuego de la muerte de su padre, el rey, Hongjoong debe asumir el cargo al ser el príncipe heredero. Pero solo hay un problema, es un omega. Y todos se oponen a su reinado. No le queda de otra que casarse con un alfa, a pesar de su descontento. Pero...