ROYALTY | SEONGJOONG

[THE RIGHT DECISION]

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Después de hacer todos los trámites correspondientes y preparar todo, por fin pudieron tener a su pequeño Yeonjun con ellos.

Dos semanas pasaron desde que el pequeño llegó al castillo y este, al ser bastante inteligente y perspicaz, no tardó en adaptarse.

Si bien, los primeros días se sintió algo intimidado por el gran y elegante lugar, pronto, recorrer el castillo se convirtió en su pasatiempo favorito (por el momento al menos); desde los pasillos, la cocina y la biblioteca de Hongjoong hasta el enorme jardín; siendo este último el lugar donde más disfrutaba estar.

Ver el radiante sol en lo más alto y las flores que le daban un agradable aroma a todo era lo que más le gustaba en el mundo; más si estaba junto a los hombres que le dieron un hogar.

Los reyes habían pedido que le prepararan una de las habitaciones en el mismo sector en la que se encontraba la de ellos para que el pequeño se sintiera un poco más seguro, sin embargo el niño insistió en dormir con ellos las primeras noches pues no estaba acostumbrado a dormir solo, siempre lo había hecho con otros niños y el solo pensar en que tendría que estar solo toda la noche le asustaba.

Por supuesto, los mayores no se negaron. A ninguno le molestaba que el pequeño estuviera con ellos, aunque sabían que pronto tendrían que encontrar la manera de solucionarlo porque no siempre podría dormir con ellos.

Pero un poco de consentimiento extra no le hace mal a nadie ¿no? La pareja estaba emocionada después de todo.

No está demás decir que la antigua reina estaba más que encantada con Yeonjun; le parecía sumamente adorable y divertido. El niño al principio (para consternación de los mayores pues siempre se había abierto muy rápido) se mostró algo reacio al contacto, sin embargo poco a poco agarró confianza y ahora nadie podía separarlo de la mujer.

Sin embargo, había una persona con la que no podía abrirse del todo: Wooyoung. Y ese día no fue la excepción.

Hongjoong y Yeonjun se encontraban en el tocador del primero. El omega escuchaba la emocionada y super rápida explicación del niño de cuando vio en el jardín una mariposa sobre las rosas e intentó seguirla.

Hongjoong anotó mentalmente llevar a Yeonjun al bosque pronto. Estaba seguro de que el pequeño no había tenido la oportunidad de transformarse y no estaría mal empezar a enseñarle las cosas básicas. Además de que sabía que le encantaría conocer el lugar.

Sin embargo, el niño se quedó en silencio apenas la puerta se abrió y se bajó de la pierna de Hongjoong en la que estaba sentado para esconderse detrás de este al ver de quién se trataba.

Wooyoung fue el primero en entrar, exclamando emocionado el nombre de Yeonjun y haciendo el amago de acercarse, provocando que el niño se escondiera aún más.

-Dios Wooyoung, deja de asustar al pobre- Yeosang entró detrás de él, cerrando la puerta y dándole una corta sonrisa a Yeonjun. A diferencia de su amigo, él prefería mantenerse un poco más alejado de los niños; no porque los odiara, sino porque simplemente no sabía cómo interactuar con ellos.

-Ya van a ver que seré su tío favorito pronto- declaró Wooyoung cruzándose de brazos con una sonrisita suficiente.

-Lamento informarte que Yunho ya ocupó ese puesto ¿cierto pequeño?- dijo el rey omega mientras acariciaba los cabellos rubios de su hijo y lo sacaba de su escondite.

El niño asintió ante la pregunta, sonriendo instantáneamente al escuchar el nombre del alfa. Desde el principio, en vez de sentirse intimidado porque fuera un alfa, Yeonjun quedó encantado con Yunho. Sentía como si ese alto hombre tuviera un aura llena de paz y calidez; no se equivocaba. La pasaba tan bien a su lado, generalmente era él quien lo acompañaba en sus expediciones en su nuevo hogar para que no se perdiera.