Desperté a las 6:10 tenía que ir al colegio me di una ducha y me cambie y vi como mis dos hermanitas dormían en verdad era tierno verlas dormir parecían dos pequeños angelitos Mariana era mi hermana más pequeña ella sólo tenía 6 años y Esmeralda era un poco más grande tenía 12 años cuando voltee a ver el reloj me di cuenta de que se me estaba haciendo tarde así que salí del cuarto y baje las escaleras, me dirigí a la cocina y tome una manzana, salí y me dirigí lo más rápido posible al colegio, cuando llegue me encontré a mis dos amigas Laura y Valería.
- Isabella — corrió Laura a abrazarme
- Lau — correspondí a su abrazo
- Tengo cosas que hacer las veo en el salón chicas está bien — Dijo Valería retirándose
- No hay problema — Le dije
Valería se dirigió hacia el salón mientras Isabella y Laura fueron a la cafetería.
- ¿Que pasó? ¿como has estado? — me preguntó ella
- Lau sabes que mi vida nunca cambiará — lo dije con mis ojos llorosos
- Tranquila sabes que estoy contigo en las buenas y en las malas ¿entendido?
- Gracias Lau — Le sonreí
- No tienes que agradecer, pero ahora vámonos al salón antes de que nos quedemos afuera — dijo levantándose de su lugar
Sólo asentí, caminamos hasta llegar al salón. Las clases pasaron muy rápido o al menos así las sentí yo.
- Nos vemos mañana, se cuidan — se retira del salón
Nos despedimos de Laura. Me encontraba arreglando mis útiles hasta que Valería se acercó a mi para ayudarme a recoger mi cuaderno
- Ten, espera, espera ¿que tienes en el brazo? — Preguntó intentando ver lo que ocultaba.
Rápidamente quite mi brazo de sus manos.
- Nada — dije nerviosa
Ella no creyó en lo que le había dicho, agarró de nuevo mi mano y levantó mis mangas dejando ver mis cicatrices
- ¡Que demonios es esto! Sabía que eras rara pero hacer semejante estupidez — dijo horrorizada
- Vale, tranquila, no sabes por que lo hago, déjame te explico — Le dije tranquila
— Ni quiero saberlo yo no puedo llevarme con un monstruo con marcas asquerosas, no me toques — dijo muy asustada
Salio del salón corriendo, intente alcanzar pero fue imposible pues la perdí de vista. Resignada camine hacia mi "casa" si así se le puede llamar a ese lugar. La reacción de Valería no me sorprendía ella era así, sólo esperaba que reflexionara. Llegue a mi casa y como siempre mi padre le estaba pegando a mi mamá.
- Eres una estúpida, una resbalosa, eres un asco, eres despreciable, no sé como me puede haber casado contigo.
Esas eran las palabras que salían de la boca de mi padre. Mi madre sangraba más que nunca tenía que hacer algo de inmediato.
- ¡Dejala! — Le grite fuertemente lo cual lo hizo enfurecer más.
- No te metas maldita chamaca mal criada o que quieres que sus golpes te los de a ti —dijo mientras me tomaba de mi chamarra.
-¡Déjala! a mi hija no la toques — intervino mi mamá, que se encontraba con graves golpes
Mi padre furioso golpeaba más a mi madre así que sólo hice lo primero que se me vino a la mente, golpearlo, me le abalance y le empecé a dar puñetazos en su espalda pero al verlo rojo me di cuenta que esa no fue mi mejor opción ya que se acerco a mi y me dio un puñetazo.
mi madre desesperada, no sabía que hacer, hasta que se le vino una idea al ver aquel objeto,agarró el jarrón y se lo rompió en la cabeza.
Mis hermanas estaban aterradas así que las lleve a la recámara después de que pasó lo ocurrido baje en busca de algo que pudiera darles de comer. Pues mi mamá había salido, eran más o menos como las 8:30 y mi mamá no llegaba, lo cuál me preocupaba, mi padre tampoco y eso estaba bien, decidí ir a dormir a mis hermanas las acosté en su cama.
- Buenas noches — le di un beso en la frente
- Buenas noches — dijo mi hermana de doce años
- Aún no tengo sueño hermanita – dijo Mariana
- Esta bien — la tomé de la mano - Haber dime de que quieres hablar mientras te da sueño pequeña
- ¡De los castores! — dijo emocionada
- Son uno animalitos que... — me interrumpió
- No Isabella, habló de mis ídolos CD9, son lo mejor — grito emocionada
- ¿CD9? Pero no se nada acerca de ellos — Dije mirándola.
- Entonces luego te cuento por que ya tengo sueño — dijo bostezando y acomodándose en su cama.
Le di un beso en la mejilla y le acomode el pelo.
- Dime que los conoceré que algún día me llevarás a uno de sus conciertos o a una firma ¿si? —pregunto con sus ojos iluminados, no podía negarme y romperle su corazón.
- Lo haré pequeña ahora duerme — Le Sonreí
Me acosté en mi cama pensando en lo que Mariana me había dicho antes de dormir.
Espero y les haya gustado mi primer capítulo :3 voten, comenten, denme su opinión que les gustó y así
Esta es mi primer novela así que tenganme paciencia *-*