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Era fin de semana, decidí que al siguiente día, en el colegio, terminaría con Karl.

Estábamos en el cine, era uno de esos pocos momentos dónde solo éramos tú y yo.

Olvidando que éramos ajenos.

Salimos del cine, para dirigirnos a casa.

Antes de entrar a tu auto, repentinamente me besaste.

Me preocupó besarnos en público, pero ¡qué más daba! ¿Quién nos iba a reconocer? Tampoco es como si fuésemos famosos.

No tenía tanta mala suerte como para que nos encontraran en ese momento.

Me dediqué sólo a disfrutar la unión de nuestros labios en un dulce y delicado beso que poco a poco subío la intensidad.

Subió mucho la intensidad.

Me sentía una desvergonzada por besarme de esa manera en público.

Pero tampoco es como si fuera a detenerlo.

¿Dije que no tenía tanta mala suerte? Retiro lo dicho. Sí la tenía.

My First LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora