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Estaba cansada... tan cansada.

Ahí estábamos de nuevo, nuestro aniversario número tres.

Llevaba tres años contigo.

Casi tres años en la universidad...

No sabía cómo había dejado que pasara tanto tiempo.

Pero si algo sabía era que estaba cansada. Agotada, física, psicológica, y emocionalmente.

Ya no sentía miedo, ya no sentía rabia, ya no sentía tristeza, no sentía nada.

Sólo era un cascarón vacío. Un cuerpo existiendo por el simple hecho de hacerlo.

No era ni de cerca aquella chica llena de vida que alguna vez fui. Ni siquiera físicamente me veía igual.

Mi piel pálida, mis ojeras, cabello sin brillo, y ojos sin emociones, lo demostraban.

Y ni hablar de aquellos golpes sanando... unos más antiguos, otros más recientes... Aquellos golpes que escondía tras prendas de ropa y maquillaje.

Sabía que debía irme. Lo sabía perfectamente. Pero, ¿cómo hacerlo?

Había perdido contacto con mi familia, ya sólo nos hablábamos en alguna fecha importante. No tenía amigos, me lo habías prohibido.

Tenía casi tres años en esa ciudad y no conocía a nadie, estaba sola.

Así que mi propósito de vida era simplemente no hacerte enojar, y evitarme los gritos y golpes que eso conllevaba, pero cada vez era más difícil.

Juro que cada vez tenía menos fuerzas. Y tú te volvías más volátil.

Creo que ambos éramos bombas apunto de estallar.

My First LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora