Cedric Diggory

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maratón 2/5

Cedric Diggory era probablemente el chico más idiota de todo el colegio, esto debido a que no tenía ni la más mínima idea de que su mejor amiga, chica de la que estaba profundamente enamorado... es una Weasley. 

Y debido a que no sabía esto, se sentía increíblemente celoso cuando veía a la chica pasar mucho tiempo con Fred Weasley y es que Natalia, era la primera Weasley que pertenecía a la casa de los tejones. 

Natalia llegó corriendo y abrazó el brazo de Cedric, el chico no puedo evitar sonreír al darse cuenta de que era la chica. 

—Hola— saludó la chica— te estaba buscando.

Cedric negó sin dejar de sonreír. 

—No te pasaré el trabajo de encantamientos, si eso es lo que quieres. 

La chica rodó los ojos pero dejó salir una larga risa. 

—En realidad si te iba a pedir eso, pero ya que has dicho que no, puedo ir a buscar a un nuevo amigo que si me quiera y también me quiera pasar el trabajo que no quiero hacer. 

—Bueno, seguro que Hannah te ayudará sin problema alguno. 

Ella frunció el ceño y negó. 

—Prefiero hacer el trabajo por mi propia cuenta. Aunque sí me gustaría que me recomendaras algunos libros. 

—En eso si te puedo ayudar. 

—Gracias, Cedric. Sabía que eras un buen amigo—Natalia soltó el brazo de su amigo y besó su mejilla. El castaño no pudo evitar que un pequeño sonrojo apareciera en sus mejillas. 

—Eres imposible, estoy seguro de que sólo me usas para tu conveniencia. 

Ella negó con una gran sonrisa. 

—Cedric Diggory, sabes que yo te quiero y jamás podría usarte para mis bienes malévolos. 

—Natalia, hay algo que me gustaría preguntarte— de pronto la voz del castaño sonó muy seria, la chica se sintió nerviosa. 

—Claro, ¿qué sucede?

Cedric la miró directamente a los ojos, no estaba muy seguro de dónde había sacado el valor para confesarle lo que sentía pero allí estaba. 

—¡Nat!— llamaron a la chica. 

La pareja dirigió su vista detrás de ellos. Allí estaban los gemelos y la chica sonrió ampliamente mientras ellos le hacían señas para que fuera con ellos. Miró a Cedric, quien tenia cara de pocos amigos. 

—¿Qué es lo que me querías decir, Cedric?— preguntó, dejando toda su atención en su contrario. 

—Creo que te llaman, hablamos luego. 

Ella lo miró preocupada. 

—¿Seguro? Parecía importante lo que me querías decir.

—No te preocupes, hablamos más tarde. Haré una lista de los libros que necesitarás. 

—Bien, nos vemos más tarde. 

Cedric miró a su amada alejarse y sintió que la sangre le hervía cuando Natalia abrazó y se colgó del cuello de Fred. Se limitó a dar media vuelta y continuar con su camino. 

Los siguientes días fueron básicamente igual, Cedric notó que la chica comenzaba a pasar cada vez más tiempo con aquel pelirrojo. No tenía derecho alguno a molestarse, no eran absolutamente nada pero se sentía mal porque sentía que estaba perdiendo a la chica que tanto le gustaba. 

Cuando Natalia entró a comedor, Cedric se dio cuenta que la chica reía a carcajadas desde la espalda de Fred. La chica bajó de la espalda de su hermano y se despidió de ellos con la mano mientras se dirigía a su mesa. 

—Hola, Cedric— saludó muy animada mientras se sentaba a su lado. 

El nombrado sonrió apenas. 

—Hola— saludó—parece que te la pasas muy bien con ellos.

La chica frunció el ceño. 

—La verdad es que si, son muy divertidos... aunque siempre he preferido a Fred. 

Cedric sintió que su corazón se rompía. 

—Vaya... tiene mucha suerte de que lo quieras tanto. 

Lo miró sin comprender. 

—La verdad es que si. No sé que sería de mi sin él, es muy importante para mi vida. 

Cedric se puso de pie ruidosamente mientras intentaba contener los celos que sentía en ese momento. 

—Me tengo que ir— dijo y salió a paso rápido. 

Natalia lo miró confundida y fue tras él, a mitad del pasillo lo alcanzó y lo tomó del brazo. 

—Cedric, ¿qué pasa?

Él la miró. 

—Ese pelirrojo es lo que me pasa—dijo molesto, explotando por fin— me muero de celos cada vez que los veo juntos porque en serio parece que lo quieres y quiero ser yo a quien quieras... porque me gustas. 

Natalia lo miró fijamente y enseguida comenzó a reír. El castaño no entendía lo que pasaba. 

—Cedric... sabes que Fred y George son mis hermanos, ¿no?— dijo lentamente— soy una Weasley... y supongo que sí sabías eso, ¿o no? Llevamos siendo amigos más de dos años. 

El nombrado se quedó mudo, comenzó a sentirse más que tonto. 

—Él... yo... ¿Tu hermano?—no lograba hablar con fluidez. 

Natalia volvió a reír. 

—Sí. Mi hermano. 

Diggory se llevó ambas manos a la cara mientras liberaba un profundo suspiro. 

—Soy un imbécil, ¿no es así?

—La verdad no lo creo—dijo ella con suavidad— así que... ¿te gusto?

Se congeló. Su enojo le había hecho hablar de más. 

—Sí— dijo después de un largo momento de silencio—me gustas, Natalia.

Ella sonrió y se acercó a su contrario para robarle un fugaz beso. 

—También me gustas, Cedric Diggory.

Él sonrió sin poder quitar esa mirada apenada. 

—Lo lamento por comportarme como un grandísimo tonto. 

—No eres ningún tonto, aunque sigo sin creer que no supieras que soy una Weasley. Por Merlín... hasta donde sé, es muy evidente. 

Él volvió a reír y se acercó a abrazar a la chica con fuerza.

—Lo siento. 

One shots ⇝ Harry Potter ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora