One shots ⇝ Harry Potter ✔

Remus Lupin

Pd. No sé qué escribí xdxd

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Remus se caracterizaba por ser el inteligente del grupo, sin embargo, todas sus ideas se revolvían cuando América entraba en su campo de visión. Sus palabras dejaban de ser coherentes y toda su atención permanecía en la chica de cabellos negros.

Un profundo suspiro salió de sus labios cuando la chica tomó asiento en la mesa junto a sus amigas bastante cerca de él.

Dejó de mirar en su dirección cuando James y Sirius se sentaron muy ruidosamente frente a él, poco después, Peter tomó asiento a su lado.

Comenzó a conversar con sus amigos, aunque de vez en cuando sus ojos viajaban a América.

Al finalizar el desayuno, Remus permaneció sentado aún cuando sus amigos se pusieron de pie para dirigirse a clase.

—En un momento los alcanzo— es lo que había dicho.

El castaño se puso de pie y guardó con notable calma sus cosas en su mochila. Estaba esperando a que América se pusiera de pie para poder caminar a su lado aunque sea sólo un momento.

Cuando América terminó con su bebida y se puso de pie, Remus se llevó la mochila al hombro y esperó a que la pelinegra avanzara un poco y luego él se puso de pie.

Sonrió con torpeza mientras la miraba avanzar y respiró profundamente para armarse de valor.

—¡América!— la llamó. 

La chica atendió su llamado y sonrió un poco al ver al castaño. Se despidió de sus amigos y se acercó al chico.

—Hola, Remus— acomodó la mochila en su hombro— ¿está todo bien?

Se quedó congelado, incapaz de formular una frase. El chico abría y cerraba la boca tratando de decir algo.

—¿Qué clase tienes?— fue lo primero que se le ocurrió preguntar.

La chica lo miró confundida.

—Me parece que ambos tenemos encantamientos.

Remus rió nervioso y llevó una mano a su nuca.  

—Entonces, vamos juntos.

La chica lo miró aún confundía pero caminó junto al castaño.

—¿Seguro que estás bien?

—Sí, lo siento— cerro los ojos— es sólo que me pones muy nervioso.

En cuanto terminó de pronunciar aquellas palabras, deseo poder desaparecer del universo. Sus mejillas se tornaron de un intenso color carmesí por la vergüenza. 

América lo miró con impacto pero enseguida dejó salir una sutil risa.

—¿Yo te pongo nervioso?

—Yo no... no quise... no es...— cerró los ojos con fuerza— sí.

La chica tomó con suavidad la mano de su contrario y él se sorprendió por la acción.

—Eres muy lindo, Remus. Deberíamos salir alguna vez.

El nombrado se quedó pasmado sin entender qué pasaba.

—Sí— dijo muy exaltado pero enseguida aclaró la garganta— lo siento, quiero decir, eso sería genial.

La sonrisa de América se amplió y sin poder evitarlo más, dejó un beso en la mejilla de su contrario.

—Andando, chico lindo o llegaremos tarde a clase.

Remus estaba en una profunda ensoñación, no era capaz de reaccionar y sus pies avanzaron sin que él se diera cuenta.

Definitivamente le encantaba esa chica.