One shots ⇝ Harry Potter ✔

Sirius Black

Sirius Black dejó salir un largo suspiro, acción que fue muy bien notada por sus amigos.

Ninguno dijo nada al respecto, ya que tal vez no era nada especial. Sin embargo, volvió a suceder en días posteriores lo que preocupó a sus amigos.

—Canuto— le llamó James— ¿está todo bien?

Black miró a su amigo sin comprender del todo de qué hablaba.

—¿Por qué la pregunta?

James miró a Remus y Peter en busca de ayuda.

—Es que has estado muy distraído estos días— dijo Remus— ¿volviste a pelear con tu madre?

Sirius miró a cada uno de sus amigos y luego soltó una fuerte carcajada

—Nada de eso. Estoy de maravilla.

Los tres chicos se miraron sin creerle nada a Sirius, pero decidieron no abundar más con el tema.

Pasaron un par de días, Peter y Remus se encontraban juntos en la sala común haciendo deberes cuando de pronto llega James muy agitado.

—Eleanor Malfoy— dijo a sus dos amigos.

Peter y Remus lo miraron sin comprender.

—James, sería bueno que explicaras en lugar de llegar gritando.

El nombrado dejó salir una ligera risa y recuperó el aliento antes de comenzar a explicar.

—Estaba preocupado por Sirius, así que lo he estado siguiendo y descubrí que ha estado tan distraído porque le gusta una chica.

—¿Eleanor?

—Sí.

—¿Y cuál es el problema? Sirius es bastante extrovertido y no le cuesta hablar con la gente.

James dejó salir aire.

—Es una Malfoy.

—¿Y?

James se dio un golpe en la mejilla.

—Lunático, eres muy inteligente. No entiendo como es que no lo entiendes.

—En realidad no veo el problema.

—Así que ya descubrieron que me gusta una chica— dijo Sirius.

Los tres se quedaron petrificados al escuchar la voz de su amigo.

Canuto comenzó a reír al ver las caras de sus amigos.

—Si. Y me ofende que no me lo hayas dicho ni siquiera a mi— le reclamó James.

—Sólo me parece linda, no es como que quiera invitarla a salir.

Y la verdad era que Siruis temía ser rechazado por aquella chica. Principalmente por el asunto familiar en el que estaba envuelto.

—¿Entonces no te importa que yo la invite a salir?— dijo James.

Sirius casi lo mata con la mirada y James comenzó a reír.

—No sé cómo es que seguimos siendo amigos.

—Nosotros tres te ayudaremos a que tengas una cita con esa chica.

En realidad, fue un plan organizado por los cuatro. Harían que su encuentro fuera por mera casualidad.

Peter fue el encargado de estudiar la rutina de la chica junto con Remus. James y Sirius se encargaron de armar el plan.

Todos los jueves, luego del tercer periodo, Eleanor pasaba junto a una jardinera ella sola para dirigirse a la biblioteca y entregar el libro que había pedido esa semana.

El plan era pagarle a un niño de primero para que pasara corriendo haciendo que la chica tirara sus cosas y Sirius estuviera casualmente allí y le ayudara a recoger todo.

No había forma de que fallara, Sirius se notaba muy seguro aunque por dentro moría de los nervios.

Después de tres semanas, por fin llevarían acabo el plan.

Sirius estaba recargado en una columna, justo por donde Elenaor pasaría en unos minutos. James, Remus y Peter estaban con el niño de primero para darle las indicaciones.

Eleanor apareció tan elegante y hermosa como siempre. Mirando siempre al frente y a paso constante.

Sirius le hizo una seña a sus amigos, quienes le indicaron al niño que hiciera lo suyo. El niño paso corriendo, chocando con Eleanor haciendo que la chica tirara las cosas que llevaba entre los brazos.

Suspiró al ver sus cosas por todo el suelo y se agachó para recoger todo.

Era el turno de Sirius. Moría de los nervios, pero con la seguridad que aun guardaba se acercó y sin decir nada ayudó a la chica con sus cosas.

Ambos se pusieron de pie, Eleanor miró avergonzada a su contrario.

—¿Estás bien?— le preguntó Sirius mientras le entregaba sus cosas.

—Sí— sonrió un poco— gracias.

Se quedaron mirando un momento.

—Soy Sirius— se presentó.

La chica se quedó en silencio un largo momento. Le había parecido bastante lindo aquel chico.

—Eleanor— dijo al fin.

Sirius ya no supo qué más decir y debía pensar algo rápido antes que ella se fuera.

—¿Vas a la biblioteca?

—Sí, pedí un libro pero ya lo tengo que devolver.

—¿Te molesta si te acompaño?

La chica sonrió.

—Para nada.

Sirius sonrió mostrando los dientes y comenzaron a caminar juntos.

Mientras tanto, James, Remus y Peter celebraban el triunfo. Les alegraba ver a su amigo feliz.