Víspera de Año Nuevo
31 de diciembre de 2018
Anna con sus amigos y colegas, esperaba la llegada del nuevo año y después de cenar en un restaurant muy elegante, todos fueron a un bar en SoHo; esa fue la primera noche que estuvieron todos juntos en el corazón del West End de Londres, al menos la primera vez para ella, y el lugar estaba lleno; apenas encontraron un lugar para sentarse. Anna había bebido un poco de vino en el restaurante y, en el bar, algunos tragos más que su buen amigo y jefe Chris le compró (ambos tenían mucho en común; música, películas, libros y; quizás, él se sentía bastante atraído hacia ella). Anna estaba bien; aunque se sentía un poco ebria, pero todos estuvieron de acuerdo en pasar un tiempo increíble juntos, así que no importaba en absoluto; Sally (su compañera de piso y mejor amiga) cumpliría 30 en tan solo unas horas; el 1 de enero, y había planeado que todos bebieran y bailaran toda la noche.
Anna miró la hora, ya las 11.35; Quedan pocos minutos para la medianoche. Esperaba ansiosamente el nuevo año y confiaba en que 2019 sería mucho mejor del que estaba terminando, y estaba agradecida; Anna no tenía más que gratitud por los tres años que habían pasado, toda su vida mejoró: situación laboral, ¡genial !; situación financiera excelente !; situación amorosa, no tan buena; pero no había motivos para quejarse, una relación fallida en cuatro años no era terrible en absoluto; sin embargo, tenía fabulosos amigos en los que confiar (Chris, Sally, Alex y, por supuesto, Debbie quien la ayudó muchísimo cundo Anna y Sammy arribaron a Londres), y finalmente; su amado hijo estaba a punto de terminar la Universidad ... ella estaba realmente agradecida; a Dios, a la vida y especialmente a Inglaterra, el país que le abrió las puertas a un futuro mejor para ella y su hijo; así que sí, tenía muchas esperanzas para los próximos 365 días.
Todos iniciaron la cuenta regresiva: 10, 9, 8 ... 3, 2, 1, ¡Feliz Año Nuevo! todos se abrazaron, besaron y brindaron también y empezó el espectáculo de fuegos artificiales en las calles alumbrando la ciudad; luego todas las voces cantaron al unísono:
'Should auld acquaintance be forgot,
And never brought to mind?
Should auld acquaintance be forgot,
And auld lang syne?
For auld lang syne, my jo,
For auld lang syne,
We'll tak a cup o' kindness yet,
For auld lang syne.
And surely ye'll be your pint-stowp!
And surely I'll be mine!
And we'll tak a cup o' kindness yet,
For auld lang syne.'
(Video solo referencial, aclaro que el video no me pertenece).
Los abrazos y saludos entre todos los que estaban en el bar continuaban, Chris se acercó a Ana, le dio un abrazo y como todas las celebraciones pasadas de año nuevo, se besaron 'Feliz Año Nuevo, tú' era su tradición, claro, mientras estén cada uno sin pareja.
'¡Vamos a festejar toda la noche! ¡Es mi maldito 30 cumpleaños!...' Sally gritó frenéticamente; no todos los días cumples 30, Anna lo sabía muy bien, cumplió 30 catorce años atras y estaba feliz de ver a su preciosa amiga deleitándose tanto con el evento doble (año nuevo y su cumpleaños); también se sintió aliviada de que la celebración de este año fuera así, en un club (el año anterior la 'fiesta' fue en su departamento en Drayson Mews, y fue un completo desastre; todos se pusieron borrachísimos y se quedaron dormidos en los sofás y sin mencionar cómo el lugar terminó al día siguiente, Anna y Sally tuvieron que limpiar durante casi tres días).
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NO TURNING BACK
Hayran KurguAnna Albeniz, una argentina de 45 años quien emigró a Londres con su hijo en busca de un mejor futuro para ambos; sorpresivamente conoce a su ídolo de la adolescencia John Deacon, quien en este tiempo tiene 68 años, después de entablar una linda ami...