Alexis Roch es un alfa temido, no necesita una Luna, necesita estar con la cabeza fría y entrenar.
¿Su meta? tener la mejor manada y sólo eso, nada tiene más prioridad para aquel alfa.
¿A caso el alfa no lo pudo controlar?
¿Qué esperaba él?
¿Qué c...
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Apenas salimos del agujero vemos a Alexa, Daniel, beta, delta y Alexis, este último está agonizando de dolor recargado en la pared.
―Tenemos que hablar―menciona Alexa sin expresión.
Confundida volteó a ver a mi abuela y primo, que están con la misma expresión que Alexa, aquí hay algo que me esconden todos ellos y como siempre soy la última en enterarse.
Sin decir algo Alexa crea un portal negro y camina a el, detrás de ella va Daniel ayudando a caminar a Alexis, los otros dos cuidan que no se desplome su alfa y nosotros no tardamos en seguirlos.
Cierro los ojos una vez que salimos de ahí, tardaré bastante en acostumbrarme a estos portales, ya recuperada del mareo abro los ojos y me apoyo de mi primo.
―Tomen asiento, no hay tiempo que perder―ordena Alexa.
Mientras caminamos recorro con la mirada la habitación tan amplía de color beige, varias antorchas estan colgadas en las paredes, mientras que en el centro hay una mesa donde están tomando asiento todos, incluso mi abuela.
―Este cuarto fue diseñado para hablar de estrategias, por si te diste cuenta no hay puerta ni ventana, así ayuda a que esto sea confidencial y nadie escuche de lo que se debate aquí―explica Alexis.
―En nuestra familia como teníamos algún hechicero nos fue fácil crearlo―continúa explicando Alexa.
―¿Cómo le hacen para que no se escuché algo?―pregunto curiosa.
Daniel se para de su asiento camina a donde estamos y nos enseña una vara.
―Nosotros las fabricamos, son aromáticas y algunas tienen esa función―explica.
Vemos como mueve la mano donde tiene la vara, haciendo que aparezcan tres más, con su otra mano chasquea los dedos creando fuego en su dedo índice, prende cada una de ellas pacientemente y las avienta a cada esquina.
―Ahora si, iniciamos sesión―comenta sonriente.
Nos guía sutilmente a donde hay lugar disponible en la mesa y esperamos a que tome su lugar.
―Sabemos que este es el primer ataque que sufre la manda después de quinientos años, por lo tanto sabemos quien está detrás de todo esto y sabemos que no bastará con duplicar la seguridad en las fronteras―Walter comienza explicando.
―Por lo tanto, es recomendable que todos entrenemos, así ayudamos a que la manada se fortalezca y todos ayuden―propone Marc.
―Para eso necesitamos a Alex y su mate, ellos ayudarán a que las mujeres embarazadas se protejan―puntualiza Alexa.
―Ella ya lo está haciendo, asi que no hay problema, ella se encarga de las mujeres embarazadas y niños, mientras nosotros entrenamos―interviene Alexis entre quejidos.
