No es un capricho

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Desde la primera vez que vi a Dayana supe que iba a sufrir mucho, jamás me imaginé que esa chica fuera a caer en manos de mi hermano, ahora lo confirmo lo que una vez mencionó de pequeño

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Desde la primera vez que vi a Dayana supe que iba a sufrir mucho, jamás me imaginé que esa chica fuera a caer en manos de mi hermano, ahora lo confirmo lo que una vez mencionó de pequeño.

En verdad lo cumplió, pero el resultado no es nada bonito, ahora verá que todo ese dolor lo irá destrozando poco a poco, y otra cosa que me sorprendió es verlo implorando por algo que es muy arriesgado de hacer.

Él cree que solo lo voy a ayudar así, porque si, ¿por aliviar ese dolor?, está muy equivocado, debe ser para que enmendar su error, ayudó a los que lo necesitan y él no entra en esa categoría.

Tiene que saber que la vida no es un capricho a cumplir, debe saber valorar lo que tuvo y tiene, odio ser su conciencia para hacerle entender que lo que hizo estaba mal y sobre todo que ella no merecía, pagar por sus idioteces.

Tiene que saber que la vida no es un capricho a cumplir, debe saber valorar lo que tuvo y tiene, odio ser su conciencia para hacerle entender que lo que hizo estaba mal y sobre todo que ella no merecía, pagar por sus idioteces

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Camino por el bosque, voy por una ruta externa que solo 2 personas más conocen aparte de mí y al analizar toda esta situación me hace darme cuenta de que todos cambiamos, para bien o mal, lo hicimos.

Me es desgarrador saber que desde que tenía 15 años me fui de casa, tenía que hacerlo y no medí las consecuencias de tal arrebato, me oculte de todos, pero lo peor fue aislarme de mi familia. Conocí a fondo mis poderes y sé dé lo que soy capaz de hacer, gracias a ellos soy buena controlando diferentes situaciones, habilidad que me ayuda bastante, aún con los años no puedo dejar de ser impulsiva.

Al ver las caras de mi familia me doy cuenta de que al igual para ellos es raro verme, no saben como actuar y sobre todo que quieren saber de mí, o más bien de mis ojos, antes los tenía de color azul, característica única de los tres hermanos; Alexis los tiene cafés y Alex de color miel. Pero eso, cambio al estar aprendiendo más de la magia, nuestro color cambia dependiendo de nuestros poderes, para mí es algo normal, pero para ellos no lo es.

Es raro.

Tuve el atrevimiento de leer sus pensamientos haciéndome dar cuenta de que les doy miedo y gracias a eso accedieron a mi plan, pero aun así piensan cosas erróneas de mí.

Solo cambié mis ojos por favor, no hay nada fuera de mí que no conozcan y me molesta bastante que no me puedan preguntar por ello y dejar de verme como me observan, creo que es cierto lo que una vez mencionaron "siempre seré su alfa", por mucho que haya cedido el puesto muchos me veían a mí como su única y legítima alfa.

El aspecto que tengo ahora no ayuda mucho a que dejen de verme o suponer que soy mala, pero no es verdad y lo voy a demostrar, bueno, quizás solo haga sufrir a mi hermano, ese es un pequeño desliz que tendré, le enseñaré a qué debe aprender a no juzgar a nadie y cambiar todo lo malo que provocó, sin justificarse en el proceso.

Recorrer el bosque y manda me hizo recordar mis años de juventud cuando todos entrenábamos mucho y había libertad, por lo que me enteré eso cambió, todos viven con temor de aquel alfa, ha puesto toque de queda y los entrenamientos son forzados para todos, ciertamente no veo algo malo en ello, pero todos aquí aparentan ser felices en un lugar donde el miedo lo puedes respirar, ya que no saben en sí para que tanto entrenamiento y vivir felices se ha convertido en una tarea difícil pero no imposible a lograr.

La propuesta de mi hermano es tentadora, lástima que lo que me ofrece hace mucho se llevó a cabo, hice pagar al maldito que me humilló y destrozó, haciéndome creer que era mi mate, lo que empezó con amor terminó en sangre, pérdida de tiempo el recordarlo. Solo sé que gracias a ello soy más fuerte y no me dejó doblegar por nadie y eso incluye a mi verdadero mate.

¿Acaso dije mate?

Así es, lo encontré el mismo día que ayude a Dayana a curar sus golpes, no lo esperaba, pero tampoco le haría el feo, da ternura y risa su inseguridad con la que me hablaba, a la fecha no puede mirarme a los ojos.

Lo curioso, es que deseo ser marcada y tener esa noche de entrega total con él, he esperado muchas lunas para entregarme a él y completar nuestra unión.

Lo que ha incrementado mi deseo por él.

¡Solo él!

Trato de controlar a mi loba que ella es la que desea más esta unión, entre más pase el tiempo más cuesta hacer que no salga y lo reclamé como suyo...

―No lo niegues, deseas que salga y haga lo que tú no puedes―se burla mi loba.

Sin contestar algo sigo caminando.

Llegó a mi destino, una casa que a simple vista es muy sencilla, algo deteriorada por fuera, pero por dentro es diferente, mi mate y yo hacemos lo posible por vivir cómodamente y sencillo, lo hemos conseguido trabajando en diferentes cosas.

Suelto un suspiro al verlo en el pórtico esperándome.

Al ver que he detenido mi andar es que viene en mi dirección algo preocupado y mientras viene lo admiro mejor, trae un pantalón negro ajustado y sin camisa, eso no ayuda a mis hormonas, una que quiere llegar tranquila a casa y ver a semejante espécimen acercarse con una linda sonrisa tímida.

No ayuda.

Hace que quiera comerlo y repetir hasta saciarme de él.

―Hola, Alexa―dice tímido―te preparé la comida y tu baño especial que tanto te gusta.

―Gracias cariño―me acerco para darle un beso en la boca―¿tú ya comiste?―lo veo negar―pues que bueno, así comemos juntos, ¡vamos!―lo jaló.

Va todo sonrojado y tenso, seguiré trabajando con él eso, algo ilógico, ya que es mucho mayor que yo, debería estar más que familiarizado a esta situación, solo de imaginar que pudo estar así con alguien más me hace hervir de celos, mejor que siga reaccionando así conmigo y en un futuro me gustaría ser su única y última experiencia.

Suelto un gruñido involuntario, haciendo que me observé confundido.

―No pasa nada Dani mejor vamos a comer.

Aceleramos el paso a nuestra cabaña.

Pero definitivamente no cambiaría por nada lo que tengo, lo compruebo cada vez que llego, es tan gratificante ver a alguien ansioso por tu llegada a casa, comer juntos y finalizar el día abrazada a él en nuestra cama.

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