𝐸𝑤, 𝐻𝑒𝑡𝑒𝑟𝑜「𝐽𝐽𝑃」

𝟷𝟶

Mark caminaba por las oscuras y frías calles, sin saber exactamente a donde se dirigía, aún era temprano y no quería volver a casa.

Llegó a un pequeño bar, así que decidió entrar.

–Una cerveza, por favor. –Pidió tomando asiento en la barra, agradeciendo cuando le dieron esta.

Al tomar su primer trago, se dio cuenta de una presencia familiar a unos asientos de él, a lo que decidió acercarse.

–Maestro Wang, que coincidencia encontrarlo por aquí ¿Espera a alguien? –Hablo sentándose a su lado, tomándolo por sorpresa.

–Ma-Mark. –Tartamudeo, a lo que carraspeo acomodando su postura. –No, no espero a nadie.

–También estoy solo ¿No cree que deberíamos acompañarnos mutuamente? –Hablo con un tono coqueto.

–No lo creo, yo ya me i...

–Nosotros dos tenemos un asunto pendiente, ¿O esque ya no lo recuerda? –Interrumpio acercándose peligrosamente al rostro del mayor.

–Y-yo...

–No sea tímido, maestro Wang. –La lujuria y excitación salía por sus poros, aquel chico exigía que su maestro lo follara.

–Mark, esto no es correcto.

–¿Porque permite que Choi lo toque a su gusto y a mí me aleja? –Cuestionó irritado, todos sus rechazos lo estaban hartando.

–¿Q-que...?

–Maldita sea, no soy tan estúpido como para no darme cuenta. –Gruño con el ceño fruncido.

–Choi YoungJae y yo no tenemos nada.

–Nunca mencione a YoungJae. –Él mayor lo miro incrédulo, haciendo a Mark suspirar. –Nunca dije su nombre, Wang. ¿Como sabe usted que precisamente me refería a YoungJae? –Pregunto y vio como el mayor tragaba en seco. Soltó una carcajada sin gracia y bebió su trago. –Es un hijo de puta... –Murmuro levantándose de su lugar. –Él pagará lo mío. –Hablo refiriéndose a Jackson, saliendo del lugar.

Wang no sabía porque pero se sentía mal por despreciar al chico, claro que le atraía Mark, pero ya su aventura con YoungJae era arriesgada y peligrosa. No sabía si podría con una más, pero no quería perder al chico.

Rápidamente pago lo correspondiente y salió del lugar en busca del menor.

–¡Mark! –Grito dándose cuenta que se encontraba solo en la fría calle. –Maldición...