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–¡A-ah~! Maldita sea~ –Gimio dando pequeños brincos en la extremidad de plástico. Minutos después, corriendose sobre su piso.

Con la respiración agitada se recosto sobre su cama.

«Contigo soy capaz de quitarme las dudas. »

Maldito hijo de puta, lo mataría cuando lo viera por decir aquella estupidez.

–¡JinYoung Hyung ¿Que tal tus jueguetes?! –Pregunto BamBam tras la puerta.

–Están bien. –Jadeo aburrido.

–¿Seguro? Te oyes aburrido. –Insistió el Tailandés. –¿Sabes? Tengo un vibrador para el pene, es como un aro, no como el que tienes. –Escucho los pasos de su amigo alejándose, para luego volver frente a su puerta, abriendola.

JinYoung lo miro desde la misma posición.

–Bam, te lo agradezco, pero no creo que est... –Sus palabras quedaron en su garganta al sentir como el menor ponía aquel objeto en su pene, haciéndolo vibrar. –O-oh, joder~

–Diviértete, Hyung. –Rio saliendo de la habitación del mayor.

Así eran ellos, se ayudaban mutuamente pero sin ponerse ni un dedo encima-a menos que fuera realmente necesario, como la vez que Mark y JinYoung hicieron el sesenta y nueve, era totalmente necesario y el ambiente caliente y alcohol en su sistema no los había dejado pensar bien-

Al cabo de unas horas JinYoung ya se había duchado y cambiado de ropa, eran las 07:43 p.m. y él se encontraba recostado en el sofá de la sala comiendo cereal directo de la caja.

–Estoy en casa. –Exclamó Mark con tono agotado al atravesar el umbral de la puerta, saco sus zapatos dejándolos en la entrada y camino a la sala. –¿Es encerio? –JinYoung lo miro por un momento sin dejar de masticar su comida, elevó sus hombros y siguió viendo televisión, Mark suspiro agotado. –Trabajo todo el puto día después de la escuela ¿Para que? Para mantenerlos a ustedes ¿Y que pasa? Que no pueden ni siquiera mantener el puto departamento limpio ni hacer la maldita cena ¡Que todos los putos días, es Ramen instantáneo! –Grito harto, suspiro masajeando su sien. –¿Y BamBam donde esta? –JinYoung trago duro. Mierda, BamBam.

–N-no lo se.

-¡¿Como que no sabes?!

–Fui a darme una ducha y al salir ya no estaba.

–Me están haciendo envejecer, maldición. –Respiro hondo. –Llámalo y dile que si no está aquí en quince minutos, esta muerto. –JinYoung asintió aterrado.

Mark podría ser el chico más dulce, tierno y amable del mundo, pero cuando algo realmente lo harta, puede ser el mismo diablo en persona.

Para las 09:21 p.m. ya se hallaban los tres sentados en el comedor con su Ramen instantáneo frente a ellos. Claro, el pequeño tailandés con un tono rojizo en su mejilla derecha.

–Mark Hyung, no era necesario lanzarme una laptop. –Lloriqueo con un puchero en sus labios.

–Lo lamento, Bam, pero ambos saben que pasa cuando no me avisan que saldrán, saben que me preocupo mucho.

–Pues no se nota. –Reprochó.

–Pues lo hago, y mientras vivan con mi dinero tendrán que obedecerme, ¿Entendieron?

–Si. –Hablaron al unísono y comenzaron a comer.

𝐸𝑤, 𝐻𝑒𝑡𝑒𝑟𝑜「𝐽𝐽𝑃」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora