CAPÍTULO 15

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15.

UNA POSE.

La cabeza le daba vueltas con tantas cosas nuevas. Hermione Granger miró con gran sorpresa alrededor de su habitación, era la misma de siempre, casi igual a la anterior, pero se sintió diferente. Los nuevos vestidos en el armario y recibió un conjunto completo de productos faciales, como delineador de ojos, rímel y base. Era el estilo de su tía, no el suyo, pero le gustó el cambio.

No pasó mucho tiempo después de que estos regalos se dejaran caer sobre su baúl, directo a Hogwarts. Aprovechó para acomodar otras cosas importantes y ordenó sus regalos de navidad meses antes. Solía adquirir los obsequios por correo, pero este año era especial, la primera navidad sin miedo porque hubiera algún ataque. Le había comprado a Ron un juego de túnicas de Chudley Cannon y un libro sobre criaturas mágicas que esperaba que le encantara a Luna. Ciertamente le había gustado regalarle también un libro a Harry, pero su presente el año pasado fue lo mismo y no quería repetir, simplemente no quería que la viera como una obsesiva con el mismo regalo muchas veces.

Y eso fue todo. Si ella pudiera llamar a Harry, lo haría, no podía dejar de pensar en él. Parecía que lo hubiera invocado Harry, apareció en la puerta principal como si estuviera a la vuelta de la esquina, con la cara roja. Hermione lo miró con felicidad y lo hizo pasar casi de inmediato. Harry parecía nervioso y asustado o ambos.

Harry corrió hacia su armario, se puso una chaqueta agarrando su varita mientras lo hacía y corrió hacia la puerta. Él estaba confundido, dejo la madriguera porque quería aclarar sus sentimientos y solo podía hacerlo con Hermione. No sabía que esperar, sus sentimientos por Hermione lo hacían temblar de emoción, podrían ocurrir demasiadas cosas en contra. Sin embargo, estaba seguro de una cosa, Hermione sin duda valía la pena. Todo el dolor, la vergüenza, el sufrimiento. Lo soportaría todo si eso significaba que ella estuviera con él al final.

― ¡Harry!

―Hermione, necesitamos hablar.

―Por supuesto, podemos pasar a la sala si te parece mejor ―Hermione recordó que Luna y su tía estaban miraban televisión y decidió llevarlo a su habitación ―lo siento, Luna y mi tía Megan están en viendo una película, pero podemos ir a mi cuarto.

Harry asintió gustoso, mientras Hermione lo tomaba de la mano y lo conducía a su habitación, miró de reojo a Luna y otra joven mujer que no conocía, reír como locas frente al televisor.

―Ellas están aquí pasando las vacaciones, por cierto ―divagó Hermione ―me refiero a Luna y mi tía Megan, a la que acabo de conocer recientemente.

―Termine con Ginny ―dijo Harry antes que Hermione pudiera preguntar porque estaba en su casa.

―Bueno ―dijo ella con sorpresa en la voz ―lo lamentaría, pero en realidad no sé qué pensar.

―Al menos eres honesta ―Harry sonrió. ―No esperaba que dijeras eso, pensé que lo lamentarías de todos modos, pero no es de lo que quiero hablar.

― No eres tú... No me refiero a que estoy contenta, no es así. Lo siento, puedo prometer eso, ―Hermione estaba demasiado atónita con la revelación como para responder de inmediato con claridad. ― Somos amigos y sería una falta de respeto no lamentar su perdida, quiero decir tu perdida, Ginny Weasley es increíble.

Harry trato de entender que decía, pero fue tan rápida, que apenas pudo captar algunas palabras.

―Solo entre tú y yo, debo estar loca. Psicópata. ―Trató de generar un momento divertido para disminuir la presión, desgraciadamente Ron era el encargado de ello y no estaba para poder ayudar.

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