CAPÍTULO 9

1.3K 84 4
                                    


9.

¿UNA FIESTA SORPRESA?

El varón más joven de la familia Weasley se hallaba atareado en la cocina, pues su madre Molly le había encargado la limpieza de toda la habitación, Ron estaba sucio de pies a cabeza, su pelo había pasado de pelirrojo a castaño, sus manos y su ropa estaban grasientas, era el menor después de todo y su madre siempre le encargaba las tareas más difíciles o que incluyeran mugre de por medio, ya cansado miro de reojo a la sala, sus padres aún seguían ahí y los demás ya se habían retirado por la chimenea usando la Red Flu, ni Ginny, ni los gemelos estaban por lo que supuso que se habían ido a sus habitaciones a dormir al igual que Harry, y Hermione, bueno ella venia bajando las escaleras justo en ese momento y se dirigió a la cocina al ver que Ron se asomaba por la puerta.

—Vaya lindo atuendo —menciono Hermione al recorrerlo con la mirada.

—Jaja graciosita —gruño Ron.

—Tranquilo no quería sonar grosera, es que parece que te encargaron limpiar toda la madriguera.

—Pues casi, fue solo la cocina, pero con lo sucio que estaba no hizo falta más.

—Ron te recuerdo que somos magos y podemos utilizar algo llamado "magia" para arreglar las cosas.

—Lo intente, pero soy muy malo con los hechizos de limpieza, como no pude hacerlos bien termine por rendirme y hacer todo estilo Muggle.

Hermione hizo un ademán, saco su varita y apunto al chico, en el instante Ron quedo completamente limpio.

—Increíble, ¿qué fue eso? —pregunto asombrado.

—Un hechizo no verbal de limpieza, no es para tanto.

—Tú siempre me sorprendes Hermione, debes enseñarme ese hechizo, porque si sigo así, mi madre me convertirá en su esclavo por el resto del verano.

—No es para tanto.

—Claro como tú no tienes que limpiar el desorden de otros.

—Ya no te enojes, yo te ayudo a terminar, ¿Qué te hace falta?

—Solo secar y acomodar en la alacena los trastes —dijo resignado.

—Lo ves ya casi terminas.

Hermione se remango las mangas del suéter, saco nuevamente su varita y apunto a la pila de platos y vasos que se hallaba en el fregadero, los trastes rápidamente dejaron de escurrir y comenzaron a volar ordenadamente directo a la alacena, al terminar de acomodarse el último plato la castaña respiro y miro al pelirrojo.

—De verdad necesito aprender esos hechizos.

—Ahora sí, ya terminaste.

—Gracias.

—De nada, oye Ron necesito hablar contigo de algo importante.

— ¿Algo importante? —cuestionó el pelirrojo.

Lo primero que cruzo por la mente de Ron fue Harry, claro cómo no, si él y Hermione habían estado evitando el tema por días, al principio solo desviaban las miradas, pues se sentían mutuamente avergonzados y conforme fue pasando el tiempo creyó olvidado el tema, pero después de todo el tema no estaba sepultado.

Hermione era muy bonita e inteligente, claro que le gustaba a Ron y en algún momento de su vida creyó amarla, sin embargo, después de la batalla se había dado cuenta que muchas cosas habían cambiado ella y en él desde luego. Hermione ya no era aquella chica amante de las reglas y el orden, había olvidado todo aquello para realmente vivir, con todo lo que había sufrido por causa de Voldemort decidió cambiar de actitud y ahora trataba de disfrutar cada momento con sus amigos y su familia, Hermione siempre se había comportado con Ron y Harry como una hermana mayor que los reprendía a cada instante, la principal razón por la cual a Ron le gustaba Hermione, era porque ella siempre estaba ahí para contradecirlo y eso era el verdadero desafío de Ron, pero con todos los eventos recientes Hermione se comportaba como la amiga comprensiva a la que le daba igual si él actuaba de buena o mala manera.

IMPREVISTOS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora