CAPÍTULO 1.

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1.

UN PEQUEÑO ACCIDENTE.


Dos jóvenes magos caminaban tranquilamente por los pasillos de Hogwarts ignorando por completo los suspiros y las miradas coquetas que las brujas del colegio les lanzaban en cada paso que daban. Remus Lupin y James Potter habían salido del gran comedor tras tomar un generoso desayuno y ahora se dirigían de vuelta a la sala común de Gryffindor en busca de los dos merodeadores restantes, Peter Pettigrew y Sirius Black, ya que no los habían visto durante el desayuno y eso era preocupante pues tanto Peter como Sirius eran chicos con buen apetito, casi nunca se perdían una comida, a menos, claro que hubiera ocurrido algún imprevisto y donde le pasaba algo a algún merodeador, le ocurría a todo el cuarteto.

—Cornamenta nos toca transformaciones, esta vez no podemos llegar tarde recuerda lo que dijo la profesora McGonagall —mencionó Remus Lupin algo preocupado —por favor vamos al salón transformaciones o se nos va hacer tarde otra vez.

—Tranquilo Lunático, Minie no nos hará nada, además debemos buscar a Canuto y a Cola Gusano, ven de seguro los encontramos en la sala común.

Remus y James eran los jóvenes más diferentes que se pudieran encontrar, mientras que Remus Lupin era un mago responsable con muy buenas calificaciones y uno de los prefectos de Hogwarts James Potter era un desobligado de lo peor además de ser el capitán del equipo de Quidditch de Gryffindor, pero los unía una gran amistad por lo cual no importaban sus personalidades ya que siempre se apoyaban entre sí.

Los chicos avanzaron hacia el retrato de la dama gorda mientras Remus decía la contraseña y entraban.

—Está bien los esperemos por cinco minutos, sino llegan nos vamos, no quiero un castigo más, este es nuestro último año y además soy el prefecto, por Merlín que ejemplo les estoy dando a los pequeños.

—De verdad, Lunático a veces creo que exageras las cosas, no sé porque tú y Lily se comportan de esa forma.

—Que esperabas, es nuestro último año en Hogwarts debemos actuar de la mejor manera posible y lle-gar a ti-em-po a cla-ses —dijo esto último remarcándolo.

—Está bien, está bien no te preocupes pronto llegaran.

Antes de que Remus pudiera replicar Sirius Black venia bajando las escales de las habitaciones de los chicos.

— ¿Qué ocurrió?, ¿Por qué no has bajado a desayunar Canuto? —pregunto James.

— ¿Y dónde está Cola Gusano?

—Es Cola Gusano, el tonto no se aguantó el antojo y se comió "los caramelos especiales" y ahora no puede salir del baño.

—Ni modo nos vamos, la clase está a punto de empezar y el salón está al otro lado del castillo.

—Pero Lunático debemos esperar a que Cola Gusano se recupere.

—Lo siento, pero nos toca McGonagall y ella fue muy clara la última vez.

—Creo que esta vez Lunático tiene razón Cornamenta Minie nos la sentencio, además Cola Gusano se las arreglará solo, después de todo fue su culpa por comer cosas que no debía, él sabía muy bien que hacen nuestros caramelos.

—Ya que, vamos.

Lily Evans atravesó con rapidez los pasillos de Hogwarts, iba muy retrasada para su clase de runas antiguas y todo gracias a las distracciones provocadas por su novio James Potter, lo había visto durante el desayuno y como siempre había hecho enojar por lo que al salir del gran comedor se distrajo en sus pensamientos hasta que se dio cuenta que ya era muy tarde para llegar a su clase.

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