CAPÍTULO 3

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3.

UN PASO MÁS CERCA.

Cuando la castaña vio el coche del señor Dursley aparcado, decidió llamar a la puerta, las diferencias entre Vernon, Petunia y Dudley con Harry seguían siendo las mismas, pero ahora se trataban con respeto.

― ¿Quién es? ―vociferó el tío de Harry al abrir.

―Soy Hermione, la amiga de Harry. ¿Puedo verlo? ―Hermione abrió la boca para responder y lanzó una mirada detrás del tío Vernon. Estaba impresionada por lo inmutable que parecía el hombre.

Tío Vernon parecía incapaz de reunir la voluntad de decir una mala palabra a la bruja.

―Ah. ―El señor Dursley vaciló un poco antes de contestar. ―Está bien.

―Gracias.

En la sala, estaba Harry tratando de que las labores caseras lo libraran de los malos pensamientos. No podía ser, era la voz de Hermione nuevamente, pero no en la cabeza de Harry, esta vez era real. Corrió hacia la ventana y, efectivamente, allí estaba ella parada en la puerta hablando con tío Vernon.

―Harry, sal aquí, tienes visita.

Harry dejó de limpiar la sala y fue hacia la entrada. Cuando miró a Vernon lo dejo pasar. El señor Dursley se dirigió a la cocina por unos bocadillos. Harry saltó cuando Hermione entró corriendo a la casa para encontrarse con él.

― ¡Harry! ―exclamó la castaña abalanzándose sobre él.

Ella lo golpeó con un abrazo de oso y el rostro del azabache se perdió en su extensión de su espeso cabello.

―Hermione ―sonrió.

― Oh Harry ¿Cómo estás? Lamento no haber escrito a menudo, pero estaba exhausta por el viaje, adivina ¿Qué?

No dejo que Harry respondiera.

―Encontraron a mis padres y tuve que viajar a Australia, ahora están en casa, bueno una nueva casa, a unos kilómetros ―no paraba de hablar, Harry estaba seguro que Hermione jamás hablaba tanto―. Espero que no me odies, te lo compensaré, lo juro ¿Cómo has pasado estos días?

―Pues no la he pasado tan genial como en Hogwarts, pero no tan mal como antes. ―Mintió.

―Me alegro mucho por ti ―soltó su agarre. ―Yo también echo mucho de menos la escuela ¿Ya tienes tus maletas para pasar el resto del verano en casa de los Weasley?

―Si, más o menos. ―Asintió y luego negó. ―Bueno tal vez no.

―No sé porque no me sorprende.

― Estoy tan contento de verte ―dijo Harry. ― Pero ¿Qué haces aquí?

― ¿Qué quieres decir? ¿No recibiste mi carta hace un par de días? ―preguntó Hermione perpleja.

―No me ha traído ninguna carta desde que dijiste lo bien que iban las cosas en tu casa ―respondió Harry.

―Pero te envié una carta avisándote que mis padres estaban de vuelta.

―Nunca la recibí.

―Oh, sí una carta llegó para ti hace unos días ―Dudley interrumpió a su primo.

―Entonces, ¿Dónde está? ¿Por qué no me la diste?

―Se la di a papá creo que lo olvidó ―mencionó con calma. ―Lo lamento.

―Está bien, no hay problema, ahora Hermione está aquí ―le dijo a Dudley sintiéndose feliz por la compañía de su amiga.

—Deberías haberla leído —dijo Hermione educadamente. ―Te habría traído algo bueno.

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