CAPÍTULO 6

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6.

UN JUEGO.

La ligera brisa de verano salpicaba la cara de un joven azabache y el viento despeinaba aún más su desordenada cabellera. A pesar de tener una visión deplorable y usar unas enormes gafas redondas podía ver perfectamente la pequeña Snitch dorada alejándose a gran velocidad. Con un ligero toque se acomodó las gafas, tomo un mejor agarre de su saeta de fuego, respiro profundo y se lanzó con rapidez hacia su objetivo la pequeña y escurridiza pelotita que le divertía tanto buscar al joven mago se movía estrepitosamente de un lado a otro libremente por los aires a una altura considerable, estiro el brazo, entonces la atrapo.

Con un marcador demasiado cerrado Harry Potter gano el partido generando gran emoción entre todos sus amigos tanto los que perdieron como los que ganaron y los observadores que en su mayoría eran los miembros de la familia Weasley, después de todo ellos jugaban Quidditch solo para divertirse y convivir durante lo que restaba de las vacaciones de verano. Necesitaban buenas razones para olvidar el pasado, abrazar el presente y momentos como este les devolvían la paz y la alegría que Lord Voldemort les había arrebatado a muchos de ellos en especial a Harry que había perdido a casi toda su familia, a las personas que más amaba en el mundo por culpa de este ser tan tenebroso y oscuro que había acabado con sus vidas.

Sin embargo, ahí estaba Harry tratando de sacar lo mejor de sí para seguir adelante, necesitaba conseguir paz, después de la horrorosa infancia y adolescencia vivida con los Dursley. Necesitaba de sus amigos y de la diversión que estos le brindaban para tener una vida plena, la vida que Lord Voldemort les había arrebatado a sus padres Lily y James Potter, a Sirius Black su padrino, a Remus Lupin un grandioso profesor y aunque Severus Snape no lo hubiera tratado de la mejor manera o hubiera sido siquiera amigo de sus padres lo quería por todo el apoyo que le brindo y por cada uno de los sacrificios hechos para que el lograra sobrevivir.

—Excelente —comenzó Fred Weasley bajando de su saeta de fuego acercándose a Harry.

—Compañero —continuo George Weasley llegando por detrás de Fred y abrazándolo por los hombros le siguió con una conversación divertida.

—Nos pareció.

—Sublime.

—Estupendo.

—Has mejorado.

—Bastante.

La manera en que los gemelos Fred y George Weasley compaginaban al hablar era verdaderamente Increíble, parecía que ambos fueran uno solo, pues no solo hablaban como un individuo, sino que también actuaban casi igual y tenían los mismos gustos atrevidos y desafiantes. Los gemelos eran únicos en su clase un desastre por supuesto, pero también buenos chicos, leales amigos y querían Harry como a uno más de sus hermanos.

—Buen partido muchacho.

—Gracias señor Weasley.

—Fue estupendo debiste verte volar —dijo Neville

—Bueno los Potter lo llevan en la sangre después de todo —dijo el señor Weasley.

—Si es cierto mi amigo es el mejor buscador, pero obviamente yo soy el mejor guardián —dijo Ron.

—Por supuesto que si hijo nadie niega eso eres el mejor guardián.

— ¡Oye! ¿Y nosotros qué? Fuimos los mejores Bateadores de Gryffindor —entraron los gemelos Weasley a escena.

—Claro chicos ustedes también, aunque la gran sorpresa del partido ha sido la pequeña Hermione.

—De qué hablan —mencionó Hermione mientras bajaba velozmente de su Saeta de fuego.

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