Cap 28

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Cuando cayeron fueron directo al lago, con un gran ¡boom!
Lo primero que hicieron fue salir a la superficie.
Estaban sangrando y con los cocodrilos tendrían problemas.
Ayel intento nadar pero no pudo, estaba demasiado herida así que se
detuvo. Urías que llegaba a la orilla vio que Ayel se quedaba atrás.
Así que nado hacia ella, la tomo de la cintura y nado hacia la orilla.
Los cocodrilos se movieron.
Sabían quiénes eran ellos, pero con los collares puestos no les tenían miedo, después de todo con ellos eran sólo humanos.
Cuando llegaron a la orilla pudieron respirar con tranquilidad.
Jadeantes se sentaron en el borde del lago y respiraron.

-¿Estás bien? - le preguntó Urías

-Si... -balbuceo -Sólo quiero quitarme este collar -dijo tocándolo.

Urías se acercó a ella quien instintivamente se alejó, la miro y volvió a acercarse.
Tomo el collar y lo jaló. Ella siseo.

-Lo siento...

-No se puede quitar con facilidad, sólo tu padre lo puede hacer.

-Hay que ir por él. - se levantó, pero Ayel lo tomo del brazo y él la miro -¿Qué pasa?

Con la respiración aún agitada respondió -Lo mataré.

Urías la miro mientras ella estaba con la mirada al suelo.
Se agacho para quedar frente a ella. Le tomo el mentón y la obligo a verlo.

-Hazlo... él te debe mucho.

Ayel le miro y sabía que independientemente de si es, o no su padre le tenía aprecio. -Él... -suspiro -Él no...

-No es mi padre, ¿eso querías decir?

Ayel asintió.

-No te preocupes. En parte me alegro.

-El mato a tu madre... ella no te abandono...

Eso él no lo sabía, y le cayó como un balde de agua fría.

Ayel se levantó. -Lo mataré... y luego todo volverá a ser como antes.

Él sonrió y le tomo la mano. -Claro...

Ella se soltó -No ese antes... -empezó a caminar y lo dejó con la boca abierta -Después de esto no deseo volver a verte. -mientras lo decía caminaba a la casa
abandonada.

Urías suspiro, bien. Luego solucionaría esto. Ahora tenía que recuperar sus poderes.
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Ayel caminaba decidida. Se miró la mano donde él la había tomado y lanzó un profundo suspiro.
¿Por qué justo ahora regresaba?
Tal vez sólo fue para evitar que ella muriera y así evitar su muerte.

Eso debe ser...

Camino a la casa y sintió magia, todavía no se había ido.
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-¡Buen trabajo Ricardo!

-Los mate como deseaste.

-Bien... -lo felicito Patrick

-Ahora, danos el poder acumulado...

-No entiendo, ¿para que lo desean?

-No te incumbe... -siseo Devora

-Pero es extraño... está magia no hace nada, sólo es robada pero no se puede usar si no es el dueño original.

-Lo sabemos, lo queremos como recuerdo. -se acercó Patrick a él y le arrebato el látigo. -Gracias...

Devora se acercó al Phaser y sonrió. -Gracias por darnos los recuerdos.

-Por cierto... - les hablo antes de que se fueran - Ayel no me dio su magia...

Del Odio al Amor. |Trilogía Were Hunter #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora