Del Odio al Amor. |Trilogía Were Hunter #2

Cap 4

Urías estaba cansado de todo lo que había pasado con la humana, borrarle la memoria era muy agotador.
Pero lo que más le preocupaba era quedarse así para siempre…

¡JAMAS!

Primero muerto antes de quedarse así.

Ja’ dudo que me deje acercarme

Cierto, si Ayel lo veía lo atacaría sin dudar, pero aún así tanto ella como él estaban en la cuerda floja y no podían hacer nada, bueno, Ayel sólo tendría que esperar a que transcurran las dos semanas que les quedaban y listo. Ella sería libre, pero él…
Era mejor pensar en una estrategia que lamentarse, el lado Norte del pantano era lo mejor, ahí podía relajarse sin ser molestado puesto que no ha muchos les gusta el pantano.

Caminar y mirar el pantano era lo mejor, eso le gustaba y no había encontrado a alguien con sus mismos gustos.

[...]

Ayel llegó al pantano y se preparó física y mentalmente…
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Urías debía de estar alucinando porque no creía lo que veía, cierto era que el lago del pantano era largo y ancho pero, o se estaba volviendo loco o era cosa de las Destino…
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Ayel observo todo a su alrededor, todo le era familiar menos el aroma del aire.

—Al fin…

—Pensé que no nos encontrarías  —habló el líder del grupo de Were-Hunters

Ayel sonrió —No soy retrasada mental como Esmeralda

—¡cállate! No tienes derecho de pronunciar ese nombre —respondió un hombre joven y de muy mal humor

Después de lo que paso con ellos los Were-Hunters decidieron tomar venganza de Esmeralda… lo que Ayel tenía frente era nada menos que Were-Tigres, los hermanos mayores de Esmeralda.

—Bien —suspiró —Lo lamento pero ya les dije que ella tuvo la osadía de atacar a mis amigos…

—Lo sabemos —dijo el mayor —Pero no por eso te venimos a matar

—¿Entonces que hacen aquí?

—Venimos a vengarnos.

—¿No es lo mismo? —se mofo Ayel

—No. Mataste a nuestra única hermana… —siseo —¡Estando embarazada!

Ayel instintivamente se tocó el estómago… ¿¡Qué!? ¿Esmeralda embarazada?

¡Imposible!

—Y por eso... —dijo el segundo hermano mayor de Esmeralda —Venimos a vengarnos…
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Urías estaba realmente confundido.
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—No me interesa pelear…

—No nos importa, te mataremos y le daremos paz a nuestra hermana

—Miren, no quiero pelear porque si lo hago lo más seguro es que termine
matándolos y esto jamás se solucionara, ya que pronto tendré a toda la familia Were-tigres persiguiéndome. —cansada Ayel se toca el puente de la nariz

Sonrió el mayor de todos —
Te aseguramos que no tendrás oportunidad de matarnos…

Ayel suspiró —Bien, terminemos con esto…
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Urías estaba preocupado ¿qué hacían todos ellos en el pantano y Ayel en medio?
Se teletransporto hacia el lugar donde se encontraban… él sabia de ante mano lo peligrosos que podían llegar a ser los tigres.
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