- Nate - susurro casi de manera imperceptible, necesito hablar con el ahora, me da igual que sean las tres de la madrugada.
Han pasado dos días desde que hable con Harry sobre todo, me ha costado dos días digerir todas sus palabras dolorosas, dos días después estoy aquí en la cama de un hotel junto a un dormido Nate intentando despertarle para saber que es lo que somos exactamente.
- Nate - digo esta vez con voz mas fuerte y le zarandeo un poco por la cama en un nuevo intento fallido de despertarle.
Voy a la cocina y lleno un vaso gigante de agua fría, empapo mis labios semi rotos por no haberlos cuidado como es merecido, si Catlyn los viese ahora seguramente le daría un ataque al corazón. Debo de ser la modelo más descuidada sobre la faz de la tierra. Tenía pensado tirarle a Nate el vaso de agua helada por su cabecita pero es mejor sentarme en la barra de la cocina y admirar Londres de noche mientras nada puede interrumpirme.
La soledad de la noche es buena para pensar. Pensar y aclara mi mente. Harry tenía razón en una sola cosa, Nate es y será siempre un playboy. Tiene ese aura que hace que todo el mundo quiera tener algo que ver con el, en especial las mujeres, son todas unas arpías.
¿Realmente quiero estar con un hombre que este siempre rodeados de mujeres? Por que es que no solo son mujeres normales hay de todo tipo están las feas que según él solo pueden ser simpáticas y no tienen ningún tipo de posibilidad, las normales entre las que estuve un día yo y luego están también las que son como yo, chicas confiadas y guapas dispuestas a hacer cualquier cosa por alguien como el.
- Estas aquí - oigo una suave voz ronronear a mis espaldas. Distraída por mis pensamientos no me había dado cuenta de que el se había despertado - Pensé que te habrías marchado - dice el mirándome fijamente un tanto asustado.
- De momento no me voy a ningún lado - digo y miro el reloj que aun esta en mi muñeca, anoche después de la cena con Karl olvide quitármelo - Y menos a las dos de la mañana. ¿A dónde se supone que me voy a ir a estas horas?
- ¿Lejos de aquí? - cuestiona con voz temblorosa - últimamente estas distante y yo...
- No sigas por ahí - le corto. Puede que este sea el momento para tener nuestra inevitable conversación - ¿Que es lo que somos Nate? - la pregunta sale de mis labios sin que apenas pueda controlarla.
- Somos personas - le fulmino con la mirada. Este no es un buen momento para hacer chistes malos - Sam, para mi lo eres todo - contesta sinceramente - Te ame cuando te volví a ver en la universidad y cuando te marchaste sentí durante cinco años un vacío que nadie podía llenar. Te mentiría si te dijese que no he estado con nadie durante este tiempo, pero me estaría engañando a mi mismo si dijese que fui capaz de olvidarte. No ha habido un solo día desde que saliste pitando de California en el que no haya pensado en ti. - Creo que las lagrimas están empezando a aparecer en mis ojos. - No llores Sam, solo quiero ser todo lo sincero que pueda contigo, ya cometi el error de mentirte una vez y te perdi, no estoy dispuesto a perderte una vez mas.
- Nate - soy capaz de susurrar antes abrazarle.
- Nunca he sentido por nadie lo que siento por ti Sam, nunca he sido capaz de decirle a nadie que le queria hasta que tu llegaste a mi vida. Por que si, te quiero, estoy enamorado de ti.
No puedo esperar mas. Sin pensarlo dos veces me pongo de puntillas y le beso pasando mis manos por detras de su cuello para poder aguantar un poco mas en la incomoda posición en la que me encuentro, pero esta me da igual. Lo importante son los brazos de Nate en mi cadera presionando fuertemente para que me pegue mas a el (si es que eso es posible). Mi boca se abre suavemente sobre la suya para que el siga el juego sin pensarlo mas de dos segundos. Nuestras lenguas comienzan una suave danza que antes de lo que me esperaba termina siendo una guerra placentera.
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Cambiando al Playboy [EPEMMA 2]
RomanceCinco años después, Nate y Sam se reúnen de nuevo para asistir juntos a la boda de Catlyn. Sam ha dado un cambio completo, ahora es ella la que pone las reglas y Nate el que juega limpio. Aun así después de todos los inconvenientes que encuentran...