Bip. Bip. Bip. Bip. Bip....
Silencio
Ya no se escuchaba nada, ¿acaso estaba yo muerta y no me había dado cuenta de ello?
- Señorita Hamilton, debe de relajarse, solo se esta despertando - oigo una voz lejana a mi, quizás después de todo no esté realmente muerta o solo sea la voz de un ángel llevándome al otro lado.
Bip, bip, bip, bip.
La oscuridad lentamente se va deshaciendo y poco a poco noto como mis párpados se habrán y cierran numerosas veces para ajustarse a la claridad de la habitación en la que me encuentro.
- mmmh - intento hablar pero mi boca esta tan seca que apenas lo consigo. El ángel que se encuentra a mi lado parece leer mi mente y moja mis labios con un poco de agua fresca - ¿Que ha...? - no puedo terminar la frase algo, o mas bien alguien me distrae.
Al abrir mis ojos completamente veo que no solo esta el ángel en mi habitación, si no que también está un dormido Nate recostado en un gran sillón de cuero blanco a los pies de mi cama.
- Su novio lleva aquí toda la noche, se quedo dormido hace un par de horas, debería de haberlo hecho hace mucho mas pero ha resistido todos los consejos.
- Oh - es lo único que consigo decir ya que el ángel que finalmente era una enfermera me interrumpe para hacerme una serie de preguntas.
- ¿sabe usted donde esta señorita Hamilton? - niego con mi cabeza aun que supongo que probablemente estemos en el hospital - ¿sabe usted que ha pasado?
- Si - contestó antes de darme cuenta - Alguien intento agredirme en mi camerino y me corto con un cuchillo.
- ¿vio usted quien fue su agresor? - niego con mi cabeza.
- Usted no es una enfermera - digo en voz alta cuando realmente quería pensarlo.
- En efectivo soy poli pero estudie enfermería por una temporada - rie, no se donde le ve la gracia al asunto - Muy bien le explico, a partir de ahora tendrá que tener usted sumo cuidado y estar atenta a cualquier anomalía que vea en su entorno - vuelvo a asentir con la cabeza incapaz de decir nada - este es mi numero, llámeme si necesita cualquier cosa señorita Hamilton - me pasa una tarjeta con un número de teléfono y su nombre Angela Brien.
- Sam, llámeme Sam.
- Muy bien Sam, ahora tengo que irme y tu deberías de tomar una ducha, te ayudara a relajarte pero recuerda no mojar la mano por los puntos - casi grito, ¿¡me habían puesto puntos y yo ni me había enterado?! - relájate en menos de dos semanas estarán fuera. Ah antes de que se me olvide Catlyn me ha dado esto para ti, no le preguntes lo que es - dice tendiéndome un amplio estuche blanco con el logo de Chanel estampado en él, genial tengo que maquillarme.
- Muchas gracias - digo saliendo de mi trance.
Angela sale disparada por la puerta de mi cuarto, dejándome así a solas con la bella durmiente a mis pies, se ve tan bien y sexy cuando duerme. Me obligo a salir de mi embobamiento mental e ir hacia el baño para tomar una ducha de agua helada haciendo todo lo posible por que mi brazo no se moje. Salgo y miro mi reflejo en el espejo, mi pelo se ve increíble pero no puedo decir lo mismo de mi cara. Saco todo el contenido del kit de maquillaje, optó por algo natural con unos labios rojo burdeo, seguramente la prensa este ahí abajo y no quiero que me vean hecha un auténtico desastre viviente.
- Deberías de guardar eso para después - una voz detrás de mi me asusta y todo mi pinta labios se sale por fuera, genial.
- Serás idiota... - comienzo a decir, pero paro antes de lo esperado. ¿cómo ha podido asustarme algo tan mínimo como eso? - Lo siento - digo sin que Nate se lo espere y me pego a el para abrazarlo como corresponde. ¿Que haría yo sin sus abrazo calmantes?
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Cambiando al Playboy [EPEMMA 2]
RomanceCinco años después, Nate y Sam se reúnen de nuevo para asistir juntos a la boda de Catlyn. Sam ha dado un cambio completo, ahora es ella la que pone las reglas y Nate el que juega limpio. Aun así después de todos los inconvenientes que encuentran...