Capítulo 1

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= ¿Quién mierda eres? – inquirió en el mensaje mientras miraba por encima de su hombro al resto de los alumnos.

– No uses palabrota conmigo, Tomlinson. O me enfadare – respondieron con otro mensaje.

Su mente se había bloqueado y era incapaz de procesar lo que estaba viviendo en esos momentos. ¿Era víctima de alguna clase de broma? Estaba claro que el del otro lado era un tío. ¿Acaso otra persona con su número le había hecho la putada de colocarlo en una puerta de baño, o de tratar de gastarle una broma? Víctima de chantaje no creía ser ya que la polla de la pantalla no era la suya sino la del chico que le incitaba a jugar.

Salió del chat con el anónimo y pregunto rápidamente a sus amigos si le habían dado su número a alguien. Aunque los mensajes llegaron no respondieron inmediatamente porque estaban prestando atención en clase, cosa que él tendría que estar haciendo.

– Señor Tomlinson. Señor Tomlinson – con cada mención de su nombre la voz del Doctor Ritz se tornaba cansada y molesta hasta que Louis finalmente proceso que lo estaba llamando a él levanto la mirada de su móvil con puro pavor –. Si tiene algún recado personal que atender, puede hacerlo afuera.

– No. Si yo no... No. – trato de excusarse, pero tartamudeaba demasiado y se sentía completamente avergonzado. ¡Nunca le habían llamado la atención en mitad de una clase!

No quedándole más remedio que recoger sus cosas y salir del aula mientras el Doctor Ritz proseguía con su explicación, Louis salió al pasillo con la mochila colgada solo de un hombro y la chaqueta doblada sobre el antebrazo. La dirección estaba clara: el baño. Examinaría cada una de las puertas buscando su número de teléfono. ¡Alguien tendría que haberlo escrito!

Cuando entro en el baño de la planta se encontró con un chico utilizando el urinario. El chico le miro entrar con prisa y adentrarse a los cubículos para luego salir así que, aunque al principio pensó que se trataba de un pobre hombre que cagaba encima, luego paso a la idea de que estaba completamente desquiciado así que decidió salir de allí sin lavarse las manos. ¿Quién se daría cuenta?

En la última puerta Louis leyó cosas como "Helena, puta.", "Viva el porno lésbico" o "Marisa me hizo una mamada aquí el 1 de abril de 2002". No parecían escritos nuevos, los últimos parecían tener por lo menos siete años. Las palabras escritas a típex estaban desconchadas y las escritas de bolígrafo estaban desteñidas ligeramente.

¿Miraría todos los baños de todas las plantas, de todas las facultades del campus? Eso le llevaría días. Y lo peor de todo era que su número podría haber sido escrito en la puerta de algún restaurante, bar o McDonald's.

El teléfono en su bolsillo empezó a vibrar informándole que estaba recibiendo una llamada. Zayn solía llamarle. A Zayn le gustaba hablar más de que escribir, cosa totalmente diferente a lo que hacía Liam. Tal vez por eso fue tan sumamente impulsivo y atendió la llamada sin ver el identificador, sin darse cuenta de que se trataba del número desconocido y no de Zayn. Llevo el teléfono a su oído mientras salía del ultimo cubículo y ladró un ¿Sí? instando al interlocutor a identificarse.

– Me estas ignorando – la voz al otro lado no le resultaba familiar, y tampoco estaba modificada a pesar de que sonaba impostada. Aparto el aparato de su oído viendo el numero desconocido y maldiciendo se lo acerco de nuevo–. No me gusta que me ignoren, Tomlinson.

A pesar de sus palabras su tono no parecía enfadado o amenazador. Un ligero escalofrío recorrió el vientre bajo de Tomlinson.

– ¿Quién eres?

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