CONTROL - L.S

Capítulo 14

¡Antes de leer! En este capítulo no se busca crear conflicto respecto a tradiciones o creencias, aunque son pocas las veces que esto sucede en el capítulo, por favor es un factor que hay que tomar en cuenta.

¡Disfruten la lectura!

Styles metió los brazos con trabajo dentro de aquella sudadera roja que Louis le había dado y se la colocó mejor, tratando de el dolor que le provocaba incluso respirar, pero no pasaba desapercibido para el mayor que le miraba preocupado desde su lugar en el sofá. Harry sonrió con los labios apretados y se sentó también en el sofá dejando que su adolorida espalda encontrase confort en los mullidos cojines del sofá.

–Me muero de hambre. ¿Pedimos una pizza? –propuso Edward queriendo deshacerse del silencio.

–Dijiste que no iba a pasarte nada –acusó.

–Son unos cuantos rasguños.

–Deberías estar en un hospital.

–Querían llevarme al hospital, pero de hacerlo hubiese tardado mas en venir y te hubieses preocupado. No es nada que no pueda curarse. Ya me revisaron en el aeropuerto cuando llegamos. Estaré bien, Louis.

–Parece que te haya pasado un coche encima.

–No... parece que haya estallado una bomba a cinco metros y medio de donde estaba andando tranquilo.

–Que uses un tono de broma no significa que vaya a hacerme gracia. ¿Cuántas veces has hecho estas cosas peligrosas?

–Es mi segunda misión internacional. La primera fue muchísimo peor –rió sin gracia.

–¿Qué quieres decir?

–La primera vez que me hicieron salir del país fue en agosto... Estuve secuestrado en alguna ciudad de la India. No fue agradable. Mi padre piensa que estuve en la ruta del drogadicto o algo así.

–No le quites importancia a esto, Harry. ¡Pensaba que solo vendías programas al gobierno!

–Y eso hago.

–¿Te has ido a vender un programa a Siria?

–No. Precisamente eso no he hecho. Mira... soy un genio, ¿vale? Y cuando están entre la espada y la pared con asuntos sumamente delicados necesitan un genio. He salvado vidas, Louis. Solo estábamos en tierra hostil. Este es el pan de cada día de la gente que vive ahí, y no tienen la suerte que yo tengo.

–¿Qué más me ocultas?

–No puedes decir que esto sea ocultarte cosas, Louis. Desde el principio no tendría que haberte dicho nada, ni de mi entrenamiento de armas, ni de que hice el sistema antihackeo del país, ni nada de lo que hago fuera de este piso y de la universidad. Tenia prohibido decirle esto a nadie, y te lo he contado a ti.

–Pero Grimshaw también lo sabe.

Harry suspiró.

–Sabe algo... No lo sabe todo, ni lo sabrá. Esta empezando a molestarme que saques a Nick cada vez que hablamos, ¿sabes? Me da dolor de cabeza.

–Sé que besaste el otro día, cuando te vi con él en el aparcamiento.

–Vale –el menor le miró fijamente a los ojos–. Y también sabes que me acosté con él en Doncaster. Supongo que te ha llamado mi padre y por eso estas entre celoso y preocupado.